La muerte ronda en el agua contaminada de México

Un resumen de las marchas de protesta, denuncias legales y declaraciones de protestas de las últimas semanas en México dio cuenta de la dimensión social del problema de contaminación del agua en el país

La muerte ronda en el agua contaminada de México

75% de los cuerpos de aguas superficiales vigiladas presentan algún tipo de contaminación. Crédito: Brandon Bell | Getty Images

MÉXICO- En el norte, una diputada tamaulipeca usó la tribuna para poner el foco en el río Guayalejo por el que corren químicos mortales mientras ambientalistas en Ciudad Juárez hacían una conferencia de prensa para denunciar que apenas cruza el agua de Texas se intoxica con químicos y material fecal; en el sur, habitantes de Miahuatlán, Puebla, protestaron porque 10 textileras hacen descargas sobre agua que sirve para siembras de verduras y frutas.

Un resumen de las marchas de protesta, denuncias legales y declaraciones de protestas de las últimas semanas en México dio cuenta de la dimensión social del problema de contaminación del agua en el país.

En el centro, habitantes de Ecatepec pusieron una demanda legal en contra el ayuntamiento de Ecatepec por darles agua para beber contaminada en el Estado de México, donde otro grupo de jóvenes ocupó con garrafones de agua “dañada” una de las principales plazas de Toluca, la capital de la entidad, a unos kilómetros de Miahuatlán, Puebla,  donde 10 textileras fueron acusadas en una manifestación de vaciar sus residuos tóxicos sobre agua que sirve para siembra.

En Salamanca, Guanajuato, uno de los estados más industrializados del país, ambientalistas usaron un ranking mundial para denunciar que la prosperidad también trae desgracias.

Esta secuencia de hechos que involucran diversas geografías del país, habrían parecido hechos aislados de no ser por las cifras que reconoció la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el organismo estatal encargado de administrar el recurso. 

Según sus cuentas, además de la escasez de agua, México en general se enfrenta a otro grave problema hídrico: casi 75% de los cuerpos de aguas superficiales vigiladas presentan algún tipo de contaminación, ya sea con metales pesados y tóxicos o con bacterias como E-coli o enterococos fecales.

Además, según el reporte público, el 6.8% de los cuerpos de agua presentan “toxicidad aguda”, entre ellos algunos de los ríos más importantes como el Lerma, en el Estado de México y Guanajuato; el Nautla, en Veracruz; el San Juan, en Querétaro; y el Alto Atoyac, en Puebla y Tlaxcala, cuya alta contaminación inclusive ha provocado altas tasas de mortalidad entre jóvenes, debido a enfermedad renal crónica, como ha alertado el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías.

Razones y costos

En el recuento de los daños, la contaminación no es reciente, sino que se agravó, concluye el ambientalista Carlos Álvarez, presidente de la asociación civil México, Comunicación y Ambiente: “El problema es que no hay atención y cuando pesamos que estamos muy mal se pone peor”, advierte sobre las diversas circunstancias que acompañan la contaminación: falta de regulaciones o leyes que no se aplican, impunidad y participación de todos los sectores de la sociedad para alcanzar esos niveles de contaminación.

Por ejemplo, detalla, no hay una regulación estricta que obligue a los ayuntamientos a construir plantas potabilizadoras o de reciclaje del líquido y aunque la gran mayoría de los municipios y demarcaciones territoriales (99.6 %) reportó ofrecer el servicio de agua en al menos una de sus localidade, el saneamiento es mínimo.

De acuerdo con el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sólo 41% de los municipios tiene el servicio de tratamiento de las aguas residuales, 41.0 % y así mismo, contaminadas las lanzan al río. 

En otras ocasiones, aunque haya plantas de tratamiento o las empresas estén obligadas a tratar sus residuos, no lo hacen. Según múltiples reportes de Greenpeace. “El agua tratada se junta con la no tratada y forma una situación que tiene al medio ambiente en una situación extrema”, detalla en su análisis ¿Por qué en México hay escasez de agua?

El río Turbio es otro ejemplo de uno de esos puntos de alerta máxima como receptor de aguas domésticas y residuales del sector industrial del municipio de León, Guanajuato, principalmente del curtido de pieles: así lleva más de 10 años, catalogado por la Conagua como uno de los más peligrosos; en Jalisco, el río Santiago emite tal cantidad de gases, que los activistas de Greepeace hicieron un performance con máscaras y trajes como una muestra de que sólo así se podría sobrevivir.

De la denuncia a la muerte

Una región representa actualmente el compendio de resultados por la desatención de la contaminación del agua en México: la presa Endhó, en el estado de Hidalgo (centro). Un estudio de la Universidad Nacional documentó que, al menos, 15,000 personas en varios municipios tiene un impacto de enfermedades por esta causa que proviene de la cloaca final de la CDMX y los municipios conurbados que se vierte desde los años 70.

Casi mil 300 hectáreas de agua limpia que se usaba para baños, torneos de pesca y turismo se volvieron los receptores de drenajes de las aguas residuales de la Ciudad de México, la CFE Central Termoeléctrica Ciclo Combinado Tula, la refinería Miguel Hidalgo y el corredor industrial Tula – Atitalaquia – Tepeji. A los pocos años empezaron a saltar casos de cáncer, renales, estomacales, deformaciones congénitas…

En los últimos días, vecinos de los municipios de San Pedro Nextlalpan, San Mateo, Santa María Daxthó, Santa Ana Ahuehuepan, Santa María Michimaltongo y San Francisco Bojay reportaron a la prensa local 300 casos de cáncer de mama que en promedio les cuesta a las mujeres alrededor de 8,000 dólares por la falta de seguro social. 

Hugo Rosario, ganadero y sobrino de una de las enfermas, declaró en una manifestación que le parecía absurdo vivir a lado de 180 millones de metros cúbicos de agua y no poderle dar ni uno de esos a sus vacas.  “No las puedo bajar a pastar ni a beber a la presa. “El agua está muy contaminada y ahí sale una yerba muy infecciosa para los rumiantes grandes, que si la ingieren se inflan y se revientan”. Luego remató: “Esto es una emergencia de salud”.

En respuesta a esas denuncias, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió un decreto para prohibir a algunas empresas operar por no cumplir y dijo que ya se construyen algunas plantas potabilizadoras, aunque el problema es de todos los niveles de gobierno e incluso requiere de la responsabilidad social: Conagua denunció que existe actualmente una deuda de alrededor de 100 millones de dólares porque la gente no paga y no puede cortarle el uso porque es un derecho humano.

En esta nota

Ciudad Juárez Texas
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain