El Clan del Golfo imita a cárteles mexicanos y ahora cobra a migrantes por cruzar el Darién
La selva del Darién se ha convertido en una zona de gran riesgo para los migrantes en busca del "sueño americano", debido a las extorsiones y amenazas del narcotráfico
Los migrantes provenientes de América del Sur enfrentan muchas dificultades a su paso, uno de los puntos más ríspidos de su travesía es la selva del Darién, un sitio lleno de peligros al que se le ha sumado otro: el crimen organizado, pues el Clan del Golfo ha imitado a los cárteles mexicanos y ahora cobra a las personas que cruzan por ahí.
La organización Human Rights Watchs (HRW) dio a conocer esta situación que hace mucho más difícil el paso por el tapón, una selva pantanosa en la frontera entre Colombia y Panamá, donde lo accidentado del terreno es el menor de los peligros que enfrentan los migrantes, cuyas historias han traspasado fronteras, mostrando los horrores humanos que han vivido al cruzar el Darién.
Buscando “el sueño americano”, por ese sitio ha pasado en el último año más de medio millón de migrantes procedentes mayormente de Venezuela, Ecuador y Haití, aunque también hay quienes llegaron desde más lejos: África y Asia. Ellos se enfrentan a abusos por parte de grupos criminales, incluyendo violencia sexual, y reciben poca protección o ayuda humanitaria.
HRW ha visitado el Darién en varias ocasiones, entrevistando a 300 migrantes para conocer las razones por las cuales huyen de sus países de origen, lo que enfrentan en su camino y la manera en que pudieran recibir, o no, ayuda de los países de tránsito en las que son víctimas de delitos. Con estos testimonios realizó un informe que desnuda la realidad de la migración, que va más allá de lo que suele verse en los medios.
Crimen organizado, origen y destino
América Latina es una región azotada por diversos males, pero el crimen organizado es uno de ellos, ya sea en su modalidad de cárteles o pandillas, por lo que las personas huyen para buscar seguridad a otro país, pues quedarse en su tierra es una sentencia de muerte. Pero en el trayecto más organizaciones criminales les salen al paso.
Escapar de la violencia no es la única razón por la que la gente migra, la pobreza y persecución política son otros factores determinantes, pero sea cual sea el motivo, la mayoría de los migrantes se encuentran cara a cara con el crimen organizado durante su largo camino a EE.UU. En el caso del Darién, lo hacen del lado colombiano, cuando el Clan del Golfo se hace presente.
El narcotráfico es su principal actividad económica, pero incursionaron en el tráfico de migrantes, así, los grupos armados regulan las rutas que pueden utilizar los migrantes y solicitantes de asilo, decide quién puede asistirlos en el camino, extorsiona a quienes se benefician del flujo migratorio y establece normas de conducta para la población local y los migrantes, que a veces hace cumplir mediante la violencia.
Para los criminales las personas son mercancía, con cada una ganan un aproximado de 125 dólares, según estimaciones del Ejército de Colombia, lo que se traduce en que, de enero a octubre de 2023 tuvieron “ganancias” de 57 millones de dólares.
Juan Pappier, subdirector para las Américas de HRW, explicó durante una rueda de prensa en Washington que el Clan del Golfo suele combinar el trasiego de drogas con el tráfico de migrantes, pues “manda lanchas con cocaína en paralelo a las lanchas con migrantes y cuando se acerca la Armada a interceptarlas echan al mar a los migrantes para poder avanzar”.
Por supuesto no todos los migrantes llevan dinero, así es que el clan les piden que lleven cocaína u otros productos ilícitos a través de la frontera, según informó el medio El Nacional.
De un infierno a otro
Una vez que dejan atrás Colombia y las organizaciones traficantes de droga, los migrantes se enfrentan a otra dura realidad, del lado panameño hay decenas de delincuentes esperándolos, algunos les roban sus pocas pertenencias y dinero, pero otros roban mucho más, realizan abusos sexuales contra las mujeres que cruzan el Darién.
Esto ha sido documentado por la organización humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF), la cual ha asistido a 950 personas, la mayoría mujeres, que reportaron violencia sexual al cruzar el Tapón del Darién desde abril de 2021.
La situación vivida en el Darién, así como en otros puntos del camino que lleva a EE.UU. obedece a la falta de leyes y rutas que velen por la protección de los derechos humanos de los migrantes, de su seguridad y dignificación.
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