Piden que se investigue la muerte de joven hispana de 20 años en West LA

Aunque el diagnóstico fue de sobredosis, su familia no cree, y piensa que el novio pudo provocarle la muerte

Erin Leyva fue encontrada sin vida en un departamento de West Hollywood. (Cortesía Erin  Castell)

Erin Leyva fue encontrada sin vida en un departamento de West Hollywood. (Cortesía Erin Castell) Crédito: Cortesía

Erin Leiva, una joven hispana de 20 años fue encontrada sin vida a principios de noviembre, en un departamento en el área de West Los Angeles, en donde aparentemente vivía el novio, pero aunque la policía informó que la causa de la muerte fue una sobredosis, la familia pide una investigación a fondo.

La familia de origen guatemalteco también ha abierto una cuenta en el sitio GoFundme bajo el nombre de Erin Leiva para recaudar fondos y darle unos funerales dignos.

“Erin desapareció el 1 de noviembre. Mi hermana (su mamá) se levantó y vio que no estaba. Ella es hija única de su mamá. Cuando miró su badge (carnet de identificación del trabajo), se le hizo muy extraño porque tenía como dos semanas que acababa de comenzar a trabajar como asistente médico, y estaba muy feliz y contenta”, relata Sharon Guevara, tía de Erin.

Erin Leyva perdió la vida a temprana edad. (Cortesía Erin Castell)

Mamá e hija vivían juntas en la ciudad de Glendale en el condado de Los Ángeles; y cuando la madre se dio cuenta que no estaba en la casa para amanecer el día 2 de Noviembre, ni había ido al trabajo, empezó a buscarla con sus amigos.

“Fue una amiga quien a través del teléfono localizó la ubicación de Erin en un apartamento en West Los Ángeles, donde un amigo le daban acceso al novio de quedarse. Tocamos la puerta, pero nadie nos abrió. Llamamos a la policía, y cuando llegaron también estuvieron tocando.Tampoco abrieron. Los agentes se fueron porque dijeron que no podían entrar sin una orden de cateo”.

Fue entonces cuando la madre de Erin presentó un reporte de una persona desaparecida en el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).

“Cuando volvimos a la mañana siguiente, encontramos que había sellos del médico forense en la puerta. Habían encontrado a dos personas fallecidas”.

Ese mismo día, el viernes 3 de noviembre cerca de la medianoche, la policía de West LA le confirmó a la familia que una de las dos personas encontradas muertas en el departamento, era Erin de 20 años; y el otro, era un hombre, el compañero de departamento del exnovio.

El reporte apuntaba a que ambos habían fallecido de una sobredosis, y que el resultado final del examen toxicológico con los detalles lo tendrían de tres a seis meses.

“Nosotros no creemos esa versión. La policía lo quiere tratar como un caso de drogas y punto. Pensamos que el novio le hizo algo. De hecho, estamos seguros que él fue quien reportó a la policía de manera anónima el hallazgo de los cuerpos en el departamento”, señala la tía.

Erin Leiva en su graduación de la secundaria. (Cortesía Eryn Castell)

Además dice que encontraron textos en donde el novio le pedía a Erin que se reunieran, pero además indica que todos en la familia, saben que el novio continuamente la acosaba.

“Hay un mensaje donde le dice que si lo ama, tiene que hacer lo que él le pida”.

La tía describe a Erin como una niña, linda y alegre.

“Era honesta, respetuosa, una líder. El novio la abusaba y la hacía hacer cosas”.

Sostiene que lo único que ellos quieren es que se investigue la muerte.

“Queremos saber qué pasó, que la policía entreviste al novio. Él no nos ha dado la cara ni a la familia ni a nadie de los amigos de Erin”.

Eryn Castell, la madre de Erin, dice que lo único que puede traerles consuelo en estos momentos, es que se le haga justicia a su hija.

“Ella sostuvo una relación de dos años con su novio que le llevaba 10 años de edad. Un hombre que la acosaba a cada segundo y le hacía la vida imposible. Enamoró a mi hija desde que tenía 18 años, y como ella una niña súper inocente, la embaucó”.

Dice que le gustaría que la policía viera el historial de su hija y el novio.

“Fue una relación de completo abuso. La pateaba, la ahorcaba, la tiraba al piso. No sé qué le habrá dado ese día que falleció. Ella estaba enamorada y aún así quiso dejarlo”.

Cuenta que cuatro días antes de la desaparición fue a su casa completamente drogado y alcoholizado. “Tuvimos que llamar a la policía porque quería que mi hija le chocara su carro; además llegó con otra mujer con la idea de humillar a mi hija”.

Dice que le lastima que la policía no vea el caso como sospechoso, y lo quieran cerrar diciendo que fue una sobredosis. 

“Mi hija mandó mensajes de auxilio pidiendo ayuda a su papá y a su hermana; y me duele que la policía no haya abierto la puerta del departamento cuando fuimos a buscarla porque tal vez ella estaba aún con vida”.

Eryn Castell con su hija Erin Leiva. (Cortesía Eryn Castell)

Para esta madre, el fallecimiento de Erin fue un feminicidio.

“No concibo que la policía pase por alto el abuso que sufrió mi hija de día y noche. Incluso antes de que él reportará a la policía los cuerpos, llamó a la compañía de remolques para que se llevaran incautado el carro de mi hija en el que llegó al departamento del novio; y borró todos los textos que le había mandado”.

Eryn dice que desafortunadamente su hija se enamoró de su propio asesino que la abusó y atormentó.

“Él le dio las drogas que la mataron”, asegura.

El 29 de noviembre, los restos de Erin serán puestos a descansar para la eternidad.

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