Cómo superar los retos de tener un vehículo eléctrico en la ciudad

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Debido a que las distancias a recorrer suelen ser cortas, las ciudades pueden parecer como el lugar perfecto para tener un vehículo eléctrico. Sin embargo, cargar un auto eléctrico puede agotar tanto tu presupuesto, como tu paciencia. Ahora, la ayuda está en camino.

By Brian Vines

Aunque los hábitos de mi rutina personal por sí solos no tiene un impacto drástico en el calentamiento global, aun así quiero hacer lo posible para cuidar el planeta. En casa, agrupo mis entregas de Amazon,  mis electrodomésticos cuentan con la certificación Energy Star, el inodoro de mi baño tiene un sistema de descarga dual y cambié el calentador de aceite por una bomba de calor e instalé paneles solares. Incluso consideraría adquirir un vehículo eléctrico, pero hay un problema: vivo en la ciudad de Nueva York y no tengo una cochera privada. Entonces, aunque puedo salir, y llevar mi reciclaje y los restos de basura orgánica afuera y dejarlos en la acera sin problema,  encontrar un cargador público para vehículos eléctricos en la calle no es tan sencillo. 

Por supuesto, cargar un vehículo eléctrico no es tan complicado para aquellos que no viven en la ciudad, ya que es más probable que tengan acceso a una cochera privada o a un espacio exclusivo de estacionamiento. De tal manera que pueden conectar el cable proporcionado por el fabricante del automóvil  en un tomacorriente o enchufe estándar de 120 voltios, conocido como carga de Nivel 1, que puede tardar hasta 60 horas para que se logre cargar completamente. Dependiendo del vehículo, esto le dará entre 2 y 4 millas de autonomía por cada hora de carga. O para cargar tu auto de 5 a 7 veces más rápido, pueden instalar un cargador de Nivel 2 que suministra 240 voltios de energía. Muchos vehículos eléctricos pueden añadir 30 millas de autonomía por hora o más en este caso. (Existe un tercer tipo de cargador, el de nivel 3 o de carga rápida de corriente continua, que es aún más rápido, pero no lo  puedes instalar en tu hogar).

Aún así, todos los dueños de vehículos eléctricos se ven afectados por la dificultad de acceso a cargadores públicos. Una encuesta representativa a nivel nacional (PDF) de Consumer Reports que fue realizada en el 2022 a 8,027 adultos estadounidenses, encontró que la logística para cargar el vehículo, por ejemplo, dónde y cuándo podrían cargarlo, era el principal obstáculo para decidirse a  comprar un vehículo eléctrico. Esto supera la preocupación de su autonomía (que tan lejos puede viajar un vehículo eléctrico con una sola carga), así como los costos asociados con la compra, el ser propietario,  y el mantenimiento que se le tiene que dar a un vehículo eléctrico.

Afortunadamente, en Estados Unidos el acceso a cargadores públicos está mejorando, aunque lentamente,  y pronto se avecinan otros cambios positivos. El Centro de Datos de Combustibles Alternativos del Departamento de Energía indica que actualmente hay 60,000 estaciones públicas de carga eléctrica en todo el país. Algunas de estas estaciones de carga se encuentran en los estacionamientos de tiendas conocidas, como Kohl ’s, Kroger y Walgreens, ofreciéndoles a los consumidores la oportunidad de cargar su vehículo mientras eliminan cosas de su lista de pendientes.

Además, como parte de la Ley de Infraestructura y Empleo, aprobada en noviembre del 2021, la administración de Biden está realizando una inversión de 7,500 millones de dólares en la infraestructura de carga para vehículos eléctricos, construyendo una red de 500,000 cargadores públicos de nivel 2 y 3 a lo largo de carreteras y dentro de las comunidades para el año 2030. La meta de Biden para ese mismo año es que los vehículos eléctricos representen al menos el 50% de las ventas de automóviles nuevos.

“Hay mucho trabajo por hacer”, afirma Ingrid Malmgren, directora de proyectos en Plug In America, una organización sin fines de lucro que promueve los vehículos eléctricos. Para ella, el tener acceso a cargadores públicos asequibles es una de sus preocupaciones principales. Debido a las tarifas y cargos adicionales, “normalmente cuesta al menos 3 veces más utilizar una estación de carga pública que si pudieras conectarlo al medidor de tu casa”, explica. Según el sitio de sustentabilidad Treehugger, en promedio las estaciones de carga públicas cobran entre 30 a 60 centavos por kilovatio-hora, mientras que la Administración de Información Energética de Estados Unidos informa que el costo promedio a nivel nacional de la energía residencial es de 16 centavos por kilovatio-hora.

Por supuesto, aunque la infraestructura de carga pública siga creciendo, muchas personas seguirán prefiriendo cargar un vehículo eléctrico en casa, en lugar de usar una red pública, y no solo porque es más económico, dice Alex Knizek, gerente de pruebas e información sobre automóviles en Consumer Reports. “Esto disminuye los viajes a la estación de carga y te permite comenzar cada día con la batería completamente cargada”.

La foto de la izquierda muestra un sistema de poleas que el dueño de un vehículo eléctrico utilizó para cargar su auto en una calle de Filadelfia. A la derecha vemos su nuevo cargador personal para vehículos eléctricos en la misma calle.

Photo: Ilya Knizhnik

Medidas extremas para cargar vehículos eléctricos

Con el objetivo de aprovechar las ventajas de poder cargar sus vehículos eléctricos en casa, algunos residentes de ciudades sin acceso a cocheras privadas han tenido que ingeniárselas para instalar sistemas de carga eléctrica, a veces con un gran gasto personal y en otras ocasiones se realizan de manera que no son legales o que no cumplen con las normas de construcción.

Para instalar los cables eléctricos necesarios, “una persona me pidió que simplemente hiciera una zanja en la acera pública”,  me dijo un contratista que HomeAdvisor me había recomendado cuando les pedí unas cotizaciones para instalar un cargador eléctrico. Por $3,500, el contratista, que no es un electricista con licencia, dijo que hizo lo que el cliente le pidió, que también incluía  pasar el cable eléctrico a través de un  árbol y luego volver a pavimentar la acera. “Le dije que no era la forma legal de hacerlo  y él me dijo: ’Está bien, hermano, solo ponlo. Quiero cargar mi auto’”.

No hace falta decirlo, este tipo de trabajos de instalación realizados por un contratista sin licencia no son legales y pueden poner en peligro la seguridad pública, dice Chris Wortz, electricista autorizado y portavoz del sindicato International Brotherhood of Electrical Workers (IBEW) en Bowie, Maryland. Cuando los dueños de vehículos eléctricos no tienen una entrada a su casa o una cochera, instalar un cargador eléctrico en la acera resulta extremadamente difícil, dice. “En primer lugar, no son dueños de ese espacio de estacionamiento y los cables que le suministran energía al cargador tienen que atravesar  propiedad pública, lo que es un gran problema”, dice Wortz.

En el 2016, Ilya Knizhnik, de 41 años y residente de Filadelfia, adoptó un enfoque diferente para poder cargar su auto híbrido Prius. El gastó alrededor de $100 en cables eléctricos y poleas e instaló un sistema de conexión eléctrica que colgando de la parte de arriba de un árbol, salía desde la ventana del segundo piso de su casa estilo victoriana de 3 pisos y llegaba hasta su auto en la calle. Durante un año cargó su coche con este sistema. Después, la ciudad de Filadelfia inició su Programa de espacios de estacionamiento para vehículos eléctricos (EVPS), que les permitía a los residentes instalar cargadores de vehículos eléctricos en las calles públicas bajo su propio costo. Después de enviar la documentación requerida y fotografías del espacio, Knizhnik obtuvo su permiso, invirtiendo alrededor de $2,000 para instalar un cargador de Nivel 2 en la acera frente a su casa.

Críticas que argumentaban que el programa le permitía a los dueños de vehículos eléctricos privatizar una sección de estacionamiento en las vías públicas ocasionó que la ciudad de Filadelfia cancelara el programa EVSP hace 6 años. Pero el cargador de Knizhnik aún permanece en su lugar y se ha convertido en un punto central para sus vecinos, dueños de vehículos eléctricos,  así también como para otros que ni siquiera son sus vecinos. “La gente simplemente se detiene y comienzan a cargar, pensando que es un cargador para uso gratuito”, dice Knizhnik. (No lo es: Knizhnik tiene una aplicación que le notifica cuando se ha iniciado una sesión de carga y le permite apagar el cargador).

Knizhnik, fundador del Philly EV Club, un grupo para dueños y personas a favor de  los vehículos eléctricos e híbridos en el área, indica que las ventajas de tener un cargador en la acera de su casa superan los gastos de instalación, pero dice que espera que la ciudad haga más, por ejemplo que instale más cargadores públicos y le otorgue a sus residentes descuentos en los costos.

Ciudades que aumentan el acceso a cargadores para vehículos eléctricos

En un esfuerzo por construir una infraestructura de carga para vehículos eléctricos más amplia y fomentar la compra de más vehículos eléctricos, las ciudades de todo el país están implementando diversas estrategias.

En la ciudad de Nueva York, donde el 50% de los dueños de automóviles dependen del estacionamiento en la calle, un programa piloto de 18 meses instaló 100 estaciones de carga de Nivel 2 en las calles de la ciudad. Más de 7,000 usuarios aprovecharon esta iniciativa, realizando un total de 49,250 sesiones de carga. La duración promedio de cada sesión fue de 3 horas, suficiente para proporcionar más de 90 millas de autonomía, superando las 29 millas que en promedio recorre un residente por día, según el Departamento de Transporte de la ciudad de Nueva York.

Del otro lado del río desde Boston, la ciudad de Cambridge, donde 5,000 residentes tienen vehículos eléctricos registrados, hasta la fecha solo hay 18 estaciones de carga de nivel 2 disponibles en las calles de la ciudad y en los estacionamientos municipales. Sin embargo en julio, la ciudad introdujo un Programa Piloto de Carga de Vehículos Eléctricos, que le permitirá a los residentes de Cambridge que no tienen acceso a un espacio de estacionamiento fuera de la vía pública a solicitar un permiso para instalar un cargador para vehículos eléctricos de Nivel 1 en una acera cercana a ellos. Además del costo de $200, los solicitantes deben presentar una carta de un electricista certificado que confirme que tienen acceso a un enchufe exterior en el piso de abajo que está protegido por un interruptor de circuito de falla a tierra. El cable eléctrico también debe estar protegido por una cubierta que cumpla con la Ley de Estadounidenses con discapacidades (ADA por sus siglas en inglés) para garantizar que la acera sigue siendo accesible para peatones.

De manera similar, en el condado de Montgomery, Maryland (cerca de Washington, D.C.,  aledaño a Silver Spring y Bethesda, Maryland), los residentes pueden solicitar un permiso de acceso para instalar un equipo de carga en la acera de la calle fuera de su propiedad. Los dueños de la casa son responsables de cubrir los gastos asociados con obtener el permiso, comprar, instalar, utilizar y mantener la estación de carga para vehículos eléctricos en la acera, bajo el entendimiento de que el espacio de estacionamiento en la acera junto a la estación de carga está disponible para el uso de cualquier persona.

Pero a medida que las ciudades le permiten a los residentes instalar cargadores en espacios públicos, los expertos también piden que se aumente la cantidad de estaciones de carga públicas disponibles.

“Necesitamos tener una opción de carga para cada conductor, no necesitamos un cargador para cada automóvil”, dice Gil Tal, PhD, director del Centro de Investigación de Vehículos Eléctricos del Instituto de Estudios de Transporte de la Universidad de California, Davis. Tal cree que una distancia de media milla desde la casa es una distancia cómoda para caminar y cargar el vehículo de manera habitual.

Aprendiendo de la manera difícil

Corey Smith, residente de Putnam Valley en Nueva York, es un conductor de servicio de transporte compartido,  que lleva a personas en su Tesla Model S 2021. Compró el auto después de quedar impresionado por un Tesla Model Y que alquiló para hacer un viaje por carretera desde Nueva York a Atlanta. Aunque en ese momento vivía en una casa sin cochera en Brooklyn, quedó tan enamorado del automóvil que ni siquiera había pensado cómo iba a cargarlo.

Cuando intentó cargar el automóvil con una extensión eléctrica, el interruptor de energía se disparó,  lo que provocó un corte de electricidad en toda su casa. Para poder cargar el automóvil “probablemente habríamos tenido que volver a instalar los cables en toda la casa,  y eso no era posible”, dice Smith. En  lugar de esto, tuvo que depender de cargadores públicos en toda la ciudad, muchos de los cuales se encontraban en estacionamientos que requerían pagar una tarifa de entrada además de los costos de carga. “El costo de operar el automóvil se elevó tanto como pagar el costo de la gasolina”, dice Smith, que ahora vive a 50 millas de la ciudad de Nueva York después de haber comprado una casa que ya tenía un cargador instalado.

Para los posibles dueños de vehículos eléctricos que no tienen la suerte de heredar una estación  de carga, los grupos locales de vehículos eléctricos en plataformas como Facebook, Nextdoor o Reddit pueden ser un buen recurso para obtener asesoría con respecto a todo, desde entender las normas locales legales hasta encontrar ofertas en cables de carga.

Al menos por ahora, es posible que muchos dueños de vehículos eléctricos en áreas urbanas tengan que seguir con la rutina de carga por las noches, que implica cables enredados entre árboles y por las aceras.  Sin embargo Gil Tal, de la USC, tiene esperanzas en cuanto al futuro de la carga pública. Un día, anticipa, “encontrar un cargador puede ser más fácil que encontrar un lugar para estacionar porque ya estamos pensando en opciones para hacerlo de manera  más inteligente”.

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