Cómo hacer que un auto sea más accesible para personas mayores, con lesiones, con discapacidades o mujeres embarazadas

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Adapta tu vehículo para hacerlo más cómodo sin comprometer tu seguridad

El pequeño y portátil dispositivo de apoyo conocido como “HandyBar” (en la mano izquierda del conductor) facilita la salida del vehículo.

Tom Wiebell conoce mucho de autos. Durante su carrera como locutor de radio en Columbus, Ohio, hacía reportajes y probaba en carretera vehículos nuevos. Cuando se dio cuenta de que tenía dificultades para ver por encima del cofre de su auto Mazda Miata del año 1997,  colocó un pequeño cojín sobre el asiento. Y cuando se enteró de un programa gratuito llamado CarFit, diseñado para ayudar a las personas mayores a encontrar la posición del asiento más segura y cómoda para ellos, decidió asistir a uno de sus eventos para hacer un reportaje y presentarlo en su programa de radio.

“Me dejó muy impresionado, y claro, siendo una persona mayor, estaba genuinamente interesado en ver si había algo que estaba pasando por alto”, le dijo a Consumer Reports el hombre de 89 años.

Y resultó que sí. “Cuando me vieron a mí y a mi auto, me dijeron que necesitaba estar aún más elevado”, dijo. Salió del evento con un cojín de dos pulgadas, una mejor visión delantera de la carretera,  y un nuevo respeto por el programa de CarFit.

“Incluso cuando creía que estaba bien informado, modificaron algunas cosas”, dijo.

Ya sea debido al envejecimiento, alguna enfermedad, discapacidad, embarazo o por  recuperación de un procedimiento médico, hay muchas razones por las cuales podrías encontrar que el manejar o estar sentado en un automóvil es más incómodo o difícil que antes. Si  deseas facilitar las cosas cuando estés detrás del volante o  como pasajero, o si cuidas de alguien que tiene dificultades para entrar y salir de un auto, existen miles de accesorios que puedes comprar, como almohadillas o cojines para el asiento, que prometen ayudarte a que tu vehículo se adapte más a tus necesidades.

En este artículo

Formas sencillas para mejorar tu autoAyuda gratuita para conductores mayoresAyuda para quienes cuidan de otras personasVehículos modificados y vans para sillas de ruedas

Pero antes de presionar  “Comprar ahora”, es posible que quieras seguir el ejemplo de Wiebell y hablar primero con un especialista. A veces, eso es tan simple como preguntarle al proveedor médico que ya te está ayudando con el problema que te dificulta manejar.

Para modificaciones importantes que cambian cómo se maneja un automóvil, posiblemente quieras evitar hacerlo tú mismo y mejor consultar a un especialista certificado en adaptaciones para conducir (CDRS por sus siglas en inglés).

“Algunos cambios pueden parecer menores, pero pueden tener efectos significativos en la seguridad de tu vehículo, como por ejemplo, en el funcionamiento de los cinturones de seguridad y las bolsas de aire”, dice Jennifer Stockburger, directora de operaciones del centro de pruebas de automóviles de Consumer Reports. “Otros cambios pueden parecer una buena idea, pero es posible que no proporcionen la ayuda que necesitas”.

Creamos una lista de cambios y ajustes sencillos y económicos que puedes realizar tú mismo, incluyendo algunos dispositivos útiles que quizás no hayas considerado, o funciones que tu automóvil podría ya tener. También hablamos con especialistas certificados en rehabilitación para conducir y entrenadores de CarFit para obtener consejos sobre cuándo y cómo buscar ayuda de un especialista.

Cuando es mejor no hacerlo tu mismo

Si planeas cambiar los frenos, la dirección o la aceleración de tu vehículo, o si estás buscando comprar un vehículo accesible para sillas de ruedas, mejor detente y habla con un profesional, dice Susie Touchinsky, terapeuta ocupacional y CDRS. Instalar tú mismo, productos como extensiones de pedales que se conectan al acelerador y a los frenos, o controles manuales y dispositivos para manejar, podría ser peligroso. En muchos estados, es posible que los conductores que utilizan este tipo de dispositivos también necesiten que se les incluya una restricción en sus licencias de manejo.

“Si estás cambiando la forma en que tu auto acelera, se detiene o se maneja, es entonces cuando realmente necesitas trabajar con un especialista para asegurarte que estás obteniendo el equipo adecuado”, dice.

Incluso si no vas a realizar cambios importantes, un CDRS puede evitar que gastes dinero en modificaciones que no son las adecuadas para ti. “Hay personas que compran en Internet, luego se ponen en contacto conmigo y lo que creen que quieren, no es lo mismo que terminan eligiendo”, dice Touchinsky.

Si eso te parece el tipo de ayuda que tú o un ser querido necesita, consulta la lista de proveedores de rehabilitación para manejo de la Asociación Estadounidense de Terapia Ocupacional para encontrar uno cerca de donde vives. Una consulta usualmente dura alrededor de 3 horas y, dependiendo del especialista, puede realizarse en un centro médico o en la casa del conductor, dice Touchinsky.

Soluciones más simples

Cambios que no afectan la manera en que el automóvil funciona al manejar pueden ser instaladas sin la ayuda de un profesional o sin autorización por parte del estado, aunque aún es recomendable consultar con al menos un profesional médico para asegurarte que esas modificaciones son las que mejor se adaptan a tus necesidades. Por ejemplo, tu médico general, el terapeuta ocupacional que te está ayudando con un problema existente o tu ginecólogo si estás embarazada, pueden ayudarte. Es posible que una consulta de este tipo esté cubierta por tu seguro médico.

Algunos ejemplos de modificaciones simples que pueden mejorar la accesibilidad incluyen:

Agarrador del cinturón de seguridad (seat belt graber) que se muestra a continuación, $ 8-$10): Si tienes dificultades para estirarte hacia tu costado o hacia atrás para tomar el cinturón de seguridad de su lugar, este accesorio simple y económico facilita jalar el cinturón de hombro sobre tu cuerpo.

Almohadilla para hacer más cómodo el uso del cinturón de seguridad si tienen una bolsa de ostomía, un puerto de acceso vascular, un dispositivo médico implantado o una herida quirúrgica ($12-$100): Los conductores o pasajeros que tienen un puerto implantado, una bolsa de ostomía, un dispositivo médico como un marcapasos o una herida quirúrgica pueden encontrar incómodos los cinturones de seguridad. Como resultado, es posible que no se abrochen el cinturón, lo que pone en riesgo su vida en caso de un accidente, dice Elin Schold-Davis, terapeuta ocupacional y CDRS que coordina la iniciativa para conductores mayores de la Asociación Americana de Terapia Ocupacional. Hay disponibles varios cojines y protectores que hacen que el cinturón de seguridad se abroche de manera más cómoda.

Un agarrador del cinturón de seguridad se conecta al cinturón para que sea más fácil de alcanzarlo.

Photo: Stander

Espejo de puntos ciegos (se muestra abajo, $5-$30): Los espejos adheribles o ajustables con un clip para la vista lateral y trasera pueden ayudar a que los conductores tengan una mejor visibilidad en la carretera si tienen dificultades al voltear o girar la cabeza para revisar los puntos ciegos. Sin embargo, si un conductor está instalando espejos adicionales debido a una pérdida auditiva, es posible que algunos estados requieran que se le incluya una restricción en su licencia de manejo. 

Barra HandyBar ($25-$50): Como directora del programa Silver Drivers Safe Texans en el programa comunitario AgriLife de la Universidad de Texas A&M, Cindy Kovar ayuda a los conductores mayores de edad en todo el estado de Texas, incluso dentro de los talleres de CarFit. Muy seguido, conoce a conductores y pasajeros que tienen dificultades para entrar y salir de su automóvil.

“A veces intentan improvisar algo que les ayude a salir del vehículo”, dijo. En lugar de esto, ella generalmente les recomienda que consigan un HandyBar (u otra barra de marca genérica similar), un pequeño dispositivo que se coloca en la placa de cierre del automóvil, que es la parte donde se engancha o se atornilla la puerta sobre el marco del vehículo, y proporciona un apoyo seguro y firme. “Es una parte muy resistente del auto, lo que les ayuda a levantarse por sí solos”, dice. Estos también pueden ayudar a las conductoras embarazadas, dice Touchinsky, quien lo utilizó ella misma.

Un espejo adicional para el punto ciego puede ayudar a tener una mejor visión lateral sin tener que voltear el cuello.

Photo: Hercules

Buckle booster o soporte para abrochar el cinturón de seguridad  (se muestra a continuación, $8-$12): Este sencillo dispositivo de hule espuma evita que las hebillas del cinturón de seguridad caigan y se metan detrás del asiento. También estabiliza la hebilla para que sea más fácil insertar el broche de metal. Touchinsky lo recomienda para cualquier persona que pueda tener dificultades para sujetar la hebilla y el cinturón con ambas manos al mismo tiempo.

Muchos de estos productos están disponibles en tiendas en línea y en donde se venden artículos médicos.

Un “Buckle Booster” evita que el cinturón de seguridad se deslice debajo del asiento y facilita abrocharlo con una sola mano.

Photo: Buckle Booster

Considera las ventajas y las desventajas

Algunas de estas modificaciones pueden conllevar un pequeño riesgo de seguridad. Por ejemplo, si no puedes ver bien, un cojín o una almohadilla para el asiento puede ayudarte a tener mejor visibilidad por encima del volante,  algo que puede suceder a medida que tu cuerpo envejece. También puede brindarte comodidad si te duele la espalda en viajes largos. Sin embargo, una almohadilla también podría aumentar la probabilidad de que una persona se deslice por debajo del cinturón de seguridad en un accidente, lo que podría ocasionar daños en el tobillo. “Estas comprometiendo algo”, dice Schold-Davis. “Pero si puedes ver por encima del tablero, es posible que consideres que vale la pena”. Ella dice que cualquier persona que use un cojín debe asegurarse de que su cinturón de seguridad esté abrochado en la parte baja y bien ajustado a la altura de sus caderas, es buena idea   hablar con un médico o un especialista en terapia antes de poner uno para asegurarte que te va a servir. 

Revisa  el manual del propietario de tu automóvil para ver si existen restricciones específicas para tu vehículo, dice Stockburger. “Algunos manuales del propietario advierten contra cosas como almohadillas y cojines, ya que pueden interferir con el despliegue de las bolsas de aire”, dice. En algunos casos, la cubierta del asiento podría interferir con el funcionamiento de la bolsa de aire. En otros, un cojín ocasiona que los sensores del vehículo que determinan si una bolsa de aire debe activarse o no, se confundan.

Es posible que tu auto ya tenga ciertas características integradas

Touchinsky dice que, según su experiencia, muchos autos modernos cuentan con sistemas avanzados de asistencia al conductor que pueden ayudar a personas con problemas de movilidad. Por ejemplo, para las personas que tienen dificultades para voltear la cabeza, la advertencia de punto ciego (BSW) y las cámaras de seguridad para cuando avanzas en reversa pueden facilitar que puedas ver alrededor de un vehículo.

Y si estás considerando comprar un vehículo nuevo, Stockburger recomienda buscar un modelo que te permita ajustar la altura del asiento y que sus puertas tengan una abertura amplia para que la entrada y la salida del vehículo sea más fácil. “Tanto los vehículos muy bajos como los muy altos pueden ser difíciles”, afirma. “Los ajustes eléctricos de los asientos, que incluyen soporte lumbar, y los volantes inclinables y telescópicos también pueden ayudarte a encontrar la posición que te ayude a manejar con más facilidad”.

Ayuda gratuita para conductores mayores

También es posible que puedas optimizar el automóvil que ya tienes sin hacerle ninguna modificación. Los conductores mayores pueden aprovechar CarFit, un programa educativo gratuito a nivel nacional desarrollado en colaboración con la AAA, AARP y la Asociación Estadounidense de Terapia Ocupacional,  diseñado para ayudar a los conductores mayores a encontrar posiciones cómodas y seguras para manejar. Durante una consulta de 20 minutos, hay especialistas que guían a los conductores a través de 12 pasos para determinar cuál es la mejor posición para que se sienten de manera segura y cómoda.

“El programa está destinado para personas mayores de 55 años, pero no rechazamos a nadie”, dice Kovar. “Alguien puede traer a su mamá o a su abuela y también podemos ayudar a esa persona. Si tanto el esposo como la esposa manejan un coche, lo ajustaremos para los dos”.

Entre los cambios más importantes que Kovar ayuda a realizar a los conductores está el garantizar que el cinturón de seguridad esté ajustado correctamente para que no le lastime el cuello, ni se posicione demasiado alto en el abdomen, lo cual no solo es incómodo sino que también podría aumentar el riesgo de sufrir daños. También les ayuda a ajustar sus espejos. Y si un automóvil tiene un control con memoria para la posición de los asientos eléctricos, les ayuda a configurarlos para que los conductores no pierdan su nueva posición.

Si no hay ningún evento CarFit cerca de ti, el sitio web de CarFit puede ayudarte a configurar tu vehículo tú mismo. “Tienen algunos videos muy buenos si no puedes asistir a un evento”, dice Kovar, aunque de ser posible recomienda hacerlo en persona. También puedes asistir a un evento virtual en vivo.

Ayuda para quienes cuidan de otras personas

Si estás cuidando a alguien que necesita ayuda para entrar y salir de un vehículo, Schold-Davis recomienda que consultes a un terapeuta ocupacional para asegurar que no te vayas a lastimar. 

Hay soluciones económicas como sábanas de transferencia que te ayudan a mover a los pasajeros a su asiento, hasta opciones más caras como elevadores eléctricos que suben a un pasajero a un vehículo con solo presionar un botón. En algunos casos, puede tener más sentido contratar un servicio de transporte médico que modificar un vehículo.

Aunque algunas de estas adaptaciones pueden ser costosas, Schold-Davis dice que valen la pena si protegen la salud del cuidador  y de la persona a la que están cuidando. “Cansamos a nuestros cuidadores”, dice. “La salud de las personas es importante, al igual que sus cuerpos”, dice. 

Vehículos modificados y Vans para sillas de ruedas

Si estás pensando en instalar equipos de adaptación, como controles manuales, o comprar un vehículo que ha sido modificado, como una camioneta para sillas de ruedas, primero querrás consultar con un CDRS. Este equipo no suele estar cubierto por el seguro y puede ser muy caro: por ejemplo, las minivans que son accesibles para sillas de ruedas pueden costar decenas de miles de dólares más que un modelo que no ha sido modificado.

Algunos conductores intentan realizar modificaciones mayores sin la ayuda de un profesional. Sin embargo, cuando intentan por sí solos instalar extensiones de pedal o controles manuales, se ponen en riesgo ellos mismos y también exponen a otros conductores, dice Schold-Davis. “Creo que algunas personas piensan que deben resolverlo por sí solas y sienten que están siendo vencidas si buscan ayuda”, dice.

Pero hablar primero con un CDRS (antes de comprar un vehículo especializado o pagar por modificaciones) podría ahorrarte más dinero a largo plazo o prevenir futuras lesiones o daños, dice Schold-Davis.

“Te pueden decir que lo mejor para ti es algo tecnológicamente muy simple, y también  económico”, dice. “Además, son expertos en ayudarte a encontrar un plan de financiamiento, si está disponible”. Por ejemplo, las organizaciones benéficas locales y nacionales a veces pueden ayudar a cubrir el costo de una compra de este tipo.

Fran Hummer de Mechanicsburg, Pensilvania, empezó a trabajar con Touchinsky después de tener una amputación doble.

“Decidí que no iba a depender de nadie y que iba a averiguar para poder manejar”, le dijo a CR.

Sabía que los automóviles podían equiparse con controles manuales y ella misma encontró una camioneta Toyota Sienna usada que estaba equipada para silla de ruedas. Después, el concesionario donde la compró le recomendó que se reuniera con un CDRS para personalizar el vehículo de acuerdo a sus necesidades.

Touchinsky la ayudó a configurar los controles manuales para el acelerador y el freno, le enseñó a usarlos y la preparó para su prueba de manejo. También le enseñó a Hummer cómo cambiar su minivan a su forma convencional para que otra persona pudiera manejarla. De hecho, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) recomienda que las personas lleven a un amigo o a un familiar para que también reciba la capacitación y pueda  aprender a manejar el vehículo que ha sido modificado en caso de que el conductor principal no pueda hacerlo.

Hummer dijo que le costó poco menos de $8,000 que un mecánico especializado le instalara los controles manuales que necesitaba, un costo que puede variar según las necesidades individuales de cada conductor. Pero ella dice que vale la pena poder manejar a la iglesia, a la playa y a las casas de sus hijos.

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