Ronda Política: ¿Fue demasiado dura la condena contra José Huizar?

El viernes 26 de enero, el exconcejal de Los Ángeles José Huizar recibió la peor noticia de su vida: una brutal condena de 13 años en una prisión federal por sus delitos de corrupción: aceptar dos millones de dólares entre efectivo, viajes y regalos a cambio de influir en proyectos inmobiliarios.

Nadie niega la gravedad de los crímenes cometidos por el exconcejal, pero muchos se preguntan si al juez que le aplicó tan larga condena, no se le pasó la mano.

El juez John Walter no tuvo piedad con el exconcejal, y a cada uno de los razonamientos del abogado defensor Charles Schneider que prácticamente suplicaba por clemencia y una pena de 9 años en lugar de 13 años, daba un contraargumento.

Como cuando dijo que entendía que el exconcejal era un padre amoroso para sus cuatro hijos, pero afirmó que no pensó en su familia cuando hizo sus corruptelas.

El juez Walter fue durísimo contra Huizar, y prácticamente parecía el jefe de los fiscales federales acusadores. Al final le asestó el golpe demoledor: 13 años de cárcel federal.

De nada le sirvió a Huizar el acuerdo que firmó hace un año, en el que aceptó su responsabilidad ni contaron sus disculpas.

Muchos nos preguntamos en qué momento los políticos pierden el piso, y la proporción de lo qué es es ilegal y se constituye en un crimen. 

En el caso de Huizar, existe la posibilidad de que haya perdido el control a partir de que se involucró en infidelidades, y que sus affaires lo llevaron a demandas, y por tanto, a tener que pagar cientos de miles de dólares para cerrarlas.

No hay que olvidar que sus delitos federales, se dieron en los últimos cincos años de su carrera cuando comenzó a tener problemas con su personal y acusaciones de acoso sexual.

Tomemos en cuenta que en el proceso salió a la luz pública que el político tenía problemas de alcoholismo y adicción al juego.

Por donde se vea, es muy penoso ver el final político de un hombre que con todo en contra, salió adelante y se convirtió en un ejemplo de que el sueño americano para un inmigrante pobre, quien vino a este país siendo un párvulo, es posible.

Huizar pudo llegar muy alto en la política. La gente lo quería, fue uno de los concejales más trabajadores que ha tenido Los Ángeles, pero sus momentos de baja debilidad lo llevaron a perderlo todo.

Muchos piensan que el juez Walker se ensañó contra Huizar. 

Es demasiado, no mató a nadie, escuché decir. Otros se preguntan si el juez Walker habría sido tan severo, tratándose de un político anglosajón o de otras razas, y si no hubo discriminación en tan larga pena. Es más, algunos líderes, dicen que la excesiva condena es producto de una tendencia antilatina.

No lo sabemos. Lo que sí queda claro es que con el castigo a Huizar, el juez mandó un mensaje muy claro: “no toleraremos la corrupción”. 

Ojalá que en otros casos, los jueces sean iguales de severos e implacables en sus sentencias como lo han sido con Huizar.

Nunca dejaremos de lamentar que la carrera del exconcejal Huizar haya terminado con tan triste desenlace. Desgraciadamente sus errores, borraron todas sus aportaciones. Tuvo el mundo a sus pies, y lo perdió casi todo.  

Silencio ante despidos

Una muy mala noticia fue el despido de 115 periodistas del poderoso diario LA Times. Lo  que llamó la atención fue ver la poca solidaridad mostrada por los políticos de Los Ángeles. No vimos a ninguno acudir a darles apoyo cuando salieron a protestar contra los recortes que se dieron tres días después, y muy pocos les dieron palabras de aliento en las redes sociales a los que se quedaron sin trabajo.

A dónde estaban los concejales socialistas democráticos Hugo Soto Martínez y Eunisses Hernández que siempre acuden presurosos a apoyar a otros huelguistas, pero a los periodistas del Times los dejaron solos. Les recordamos que más de los 60 de los despedidos eran de las minorías, 38% latinos.