“Jennifer”, el abogado de narcos que se convirtió en testigo protegido de la DEA

La historia del narco en México está intrínsecamente ligada a Estados Unidos, no solo porque la mayor parte de la mercancía se destina al país, sino también por las operaciones contra el crimen organizado que se realizan, y una de las claves para este tipo de acciones son los testigos protegidos, uno de ellos, conocido como “Jennifer” ha sido fundamental para la caída de grandes capos.

De acuerdo con El Heraldo de México, este hombre era un abogado de profesión llamado Roberto López Nájera, originario de Acapulco, Guerrero, quien dijo haber trabajado para el Cártel de Sinaloa, cuando Joaquín “El Chapo” Guzmán era el líder principal.

Tras su testimonio que involucró a los servidores públicos como parte de la nómina de pagos de Guzmán Loera, el testigo fue a radicar con una nueva identidad a Estados Unidos, su clave para identificarlo es la de “Jennifer”.

Su tiempo en el mundo del narco fue corto, comenzó en 2004 al colaborar con Édgar Valdéz Villarreal, alias “La Barbie”, ganándose su confianza al punto de estar presente en los millonarios acuerdos que lograron los grupos criminales con funcionarios públicos mexicanos. En 2007 pasó de colaborar con los Beltrán Leyva a hacerlo con la DEA.

Su colaboración no fue únicamente con la Agencia Antidrogas estadounidense, también fue informante de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), logrando filtrar información del mundo del tráfico de drogas justo cuando se libraba la guerra contra el narco en México.

Gracias a sus testimonios cayeron varios funcionarios, como el excomisionado de la Policía Federal Javier Herrera Valles, el subprocurador Noé Ramírez Mandujano, y el general Tomás Ángeles Dauahare, quienes finalmente fueron exonerados de las acusaciones tras demostrarse que éstas eran inexactas, por lo que las declaraciones del testigo protegido fueron puestas en duda.

Lo dicho sobre AMLO

Para lograr evitar la cárcel el abogado dio nombres, pero también se prestó a realizar grabaciones secretas, como el encuentro que tuvo con Nicolás Mollinedo, el incondicional chofer del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cuando era jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

Esa fue la pieza clave que comenzó la investigación contra el financiamiento del narco a la primera campaña presidencial de López Obrador, la cual arrojó más nombres, tanto de personas cercanas al mandatario como de criminales, y que ahora ha provocado la reacción del mandatario mexicano al calificar todo esto como calumnias.

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