Los CDC pueden revertir sus pautas de aislamiento de COVID de 5 días
Los CDC están considerando cambiar las pautas de aislamiento de COVID-19, permitiendo a las personas regresar a sus actividades normales después de 24 horas sin fiebre. Esto ha generado debate sobre su impacto en la transmisión del virus y la seguridad pública
Crédito: Vera Petrunina | Shutterstock
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) están considerando revisar sus pautas de aislamiento para aquellos infectados con el virus.
Según informes del Washington Post, el cambio propuesto eliminaría la recomendación de aislamiento de cinco días y, en su lugar, permitiría a las personas regresar a sus rutinas normales una vez que no hayan tenido fiebre durante al menos 24 horas sin el uso de medicamentos. Esto alinea las directrices con las recomendaciones para otros virus respiratorios como la influenza y el VRS.
Esta posible revisión surge por tres razones principales. En primer lugar, la variante JN.1, actualmente dominante en los Estados Unidos y responsable de la mayoría de los casos, parece no causar enfermedades más graves que las cepas anteriores.
En segundo lugar, se observa un aumento en la inmunidad híbrida al COVID-19 en la población debido a tasas de vacunación más altas y una mayor exposición al virus. Sin embargo, se advierte que la inmunidad entre los adultos mayores puede ser menor en comparación con otros grupos de edad. En tercer lugar, existe preocupación sobre el cumplimiento de las recomendaciones de aislamiento, con evidencia de que muchas personas no siguen las directrices actuales.
La última revisión de las pautas de aislamiento de los CDC tuvo lugar en 2021, cuando se redujo el período de aislamiento de 10 días a 5 días. En ese momento, se argumentó que la mayoría de la transmisión del virus ocurre en las primeras etapas de la enfermedad, lo que llevó a preocupaciones sobre el impacto económico de tiempos de aislamiento más prolongados.
Aún hay personas que pueden tener alto riesgo de infección de Covid
Sin embargo, los cambios propuestos no están exentos de controversia. Muchos expertos en salud expresan preocupaciones sobre el impacto en el comportamiento público y el aumento potencial del riesgo de infección, especialmente para los grupos más vulnerables. La preocupación radica en que el cambio podría llevar a una falsa sensación de seguridad, lo que podría resultar en una mayor transmisión del virus entre aquellos que aún son infecciosos.
A medida que la pandemia de COVID-19 entra en su cuarto año, los expertos enfatizan que sigue siendo una preocupación de salud pública, especialmente para las poblaciones vulnerables. Se destaca que incluso una infección leve puede resultar en COVID prolongado, una condición que afecta al 7% de los adultos estadounidenses y puede causar síntomas debilitantes como fatiga y problemas respiratorios.
Con más de 1,1 millones de muertes y 6,8 millones de hospitalizaciones en los últimos cuatro años, y cifras en aumento, los expertos advierten que la pandemia no ha terminado y que es importante continuar tomando medidas para controlar la propagación del virus.
En última instancia, si las pautas de aislamiento cambian, se enfatiza la importancia de seguir las recomendaciones de vacunación y de permanecer en casa mientras se esté enfermo. Se aconseja a aquellos que deben interactuar con otras personas que usen mascarillas para reducir el riesgo de transmisión, especialmente entre los grupos más vulnerables.
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