Inmigrantes latinos en Los Ángeles quieren la naturalización

Cientos reciben ayuda gratuita para llenar los formularios N-400; el miedo a Donald Trump motiva a algunos a iniciar el proceso de ciudadanía

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Crédito: FOTOS: JORGE LUIS MACÍAS | Impremedia

La señora Mirna Sagastume, de 60 años y su esposo, Rigoberto Varillas, de 65, ambos originarios de Zacapa, Guatemala, finalmente vencieron el miedo de enfrentarse a una entrevista con autoridades de inmigración y dieron el paso para someter cada uno la forma forma N-400 y tener la posibilidad de acceder a la ciudadanía estadounidense.

Ellos fueron parte del centenar de inmigrantes que tienen la residencia permanente y que, por años, no habían tomado la decisión para iniciar el proceso que los protegería definitivamente de la deportación, sobre todo en momentos críticos donde el candidato presidencial republicano, Donald Trump, amenaza con deportaciones masivas y el cierre de la frontera con México

“No tanteábamos pasar el examen en inglés”, dijo Rigoberto. “Nos esperamos a tener la edad para que nos lo hagan en español”.

En efecto, la elegibilidad para el examen en idioma español requiere de cumplir requisitos de edad y residencia: los solicitantes deben ser mayores de 50 años con un mínimo de 20 años como residentes legales permanentes.

Los mayores de 55 años deben cumplir con al menos 15 años de residencia legal permanente, y los mayores de 65 años, con 20 años de residencia legal permanente.

La pareja de esposos, que tiene más de 40 años de vivir en Estados Unidos recibió ayuda gratuita durante la segunda Clínica de Ciudadanía Together We Rise (Juntos nos Levantamos), que consta de cinco evaluaciones previas de elegibilidad para el proceso de la naturalización.

Millones son elegibles
Organizaciones laborales y comunitarias como El Rescate, la Federación Estadounidense de Maestros, CFT, el Sindicato de Maestros de Los Ángeles (UTLA), la Federación de Maestros de El Rancho, el Fondo Educativo NALEO, directivos del capítulo de Los Ángeles del Consejo Laboral para el Avance de América Latina (LCLAA) y otras organizaciones comunitarias se unieron para llevar a cabo la clínica de ciudadanía.

De acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en todo Estados Unidos radica un aproximado de nueve millones de personas que son elegibles para la naturalización.
Por países, México tiene a 2.3 millones de personas elegibles; Cuba, a 390,000, lo mismo que Dominicana; El Salvador, 220,000 y Guatemala, 130,000.

Sin embargo, en California hay una población de 2,890,000 residentes legales permanentes, de los cuales 2,200.000 son elegibles para convertirse en ciudadanos, y en el condado de Los Ángeles, la cifra de residentes elegibles asciende a los 700,000.

Mirna Sagastume y su esposo Rigoberto Varillas, ambos originarios de Zacapa, Guatemala comenzaron el proceso de naturalización. Les ayuda Ana Pérez, acreditada en procesos de inmigración.

Vencer la apatía
“Solo con un trabajo sostenido de una coalición como United We Rise, que representa diferentes sectores de la sociedad, trabadores, el sindicato de maestros, asociaciones de padres en escuelas e iglesias, abogados y organizaciones sin fines de lucro es como podremos vencer la apatía de aquellos que no han querido dar el paso para buscar la naturalización”, dijo Salvador Sanabria, presidente y director ejecutivo de El Rescate.

“A mucha de nuestra gente hay que llevarlos de la mano en el proceso, guiarlos y proveerles la asesoría legal necesaria y ayudarles a llenar la solicitud totalmente gratis”, añadió. “Eso se logra solamente con constancia y esfuerzo”.

En 2023, El Rescate pudo concluir exitosamente el proceso de unas 750 personas.

Génesis Hernández, ciudadana estadounidense nacida en Los Ángeles está patrocinando la solicitud de ciudadanía de su esposo, Julio Ruiz, un mexicano nacido en Zacatecas.

“Es necesario proteger a la familia”, dijo la señora Hernández.

Ayuda con la solicitud
Para Yesenia Rodríguez, gerente de programas de ciudadanía en NALEO, hay varios obstáculos para convencer a las personas a solicitar la naturalización: falta de información, desconocimiento de los documentos necesarios para comenzar el proceso y el costo de la solicitud.

En la actualidad, someter una solicitud N-400 cuesta $725, pero, a partir de abril se elevará la tarifa a $760.00.

No obstante, los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos (USCIS) tiene ahora dos programas de ayuda: el perdón del pago, mediante el cual el solicitante declara que recibe beneficios del gobierno, ya sea Medical, estampillas de comida o el Ingreso de Seguridad Suplementario (SSI), o dependiendo de los ingresos.

Cientos de latinos asistieron a la clínica para iniciar su proceso de ciudadanía.

“En segundo lugar está la aplicación del costo reducido, donde la persona tiene que pagar la mitad del dinero”, dijo la representante de NALEO. “Lo bueno es que, con los cambios que vienen el 1 de abril, más personas van a poder calificar para ese costo reducido, basado en el índice de pobreza federal, que subió del 200% al 400%, es decir, en vez de pagar $450.00, solamente serán $380.00”.

La hondureña Isabel Velázquez, de 64 años, fue otra de las cien personas que pidieron ayuda para llenar la forma N-400.

Las personas interesadas en recibir información pueden llamar a NALEO, de lunes a viernes, desde las 8:00 a.m., a las 5:00 p.m., al (888) 839-8682

Emigrada a Los Ángeles desde hace 38 años, el sábado venció la desidia -según su esposo Leoncio Velázquez, presidente de la organización Hondureños Unidos de Los Ángeles- hacia la naturalización.
“No quería; tiene miedo al examen”, dijo él. “Es necesario porque aquí viven nuestros tres hijos y nietos, y ni idea de regresar a Honduras porque allá no hay nada de seguridad ni tranquilidad”.

Lo mismo pasó con María González, de Guatemala, quien lleva cinco años viviendo en Los Ángeles.
“Me tardé mucho”, dijo a La Opinión. “Simplemente dejé pasar el tiempo y como no hablo mucho inglés, por eso se retrasaron los trámites”.

Salvador Sanabria, director ejecutivo de El Rescate, auxilia a una inmigrante que llegó para iniciar su proceso de naturalización.

El interés de María por convertirse en ciudadana estadounidense radica en que su hijo de seis años nació en Guatemala y vive en una familia mixta donde su esposo Anthony William García ya es ciudadano.

Cierre de fronteras y Trump
Sergio Rascón, miembro de la Junta Directiva de la Unión Internacional de Trabajadores de América del Norte (LiUNA) pidió “que nuestra gente entienda que tener un derecho al voto es muy poderoso, porque hemos ganado elecciones con solo dos votos de diferencia”.

Declaró que, siempre que se tiene una elección, se dice que es importante, pero “ahora más que nunca, tenemos otra vez a una persona [Donald Trump] que ya dijo que va a cerrar las fronteras”.

“Y que no se les olvide que nueve estados [de Estados Unidos] eran de México; así es que hay que retener lo que es el derecho de nuestra gente y no dejarnos menospreciar por nadie…pero hay que ejercer el voto”.

Por su parte, Juan Ramírez, vicepresidente del Sindicato Estatal de Maestros (CFT) consideró que “lo ideal”, sería que la gente se informe, “porque, probablemente la gente esté lista para votar y si así fuera, ojalá que se formen y que decidan de la mejor forma de votar por alguien que les beneficie”.

Líderes sindicalistas, defensores de los inmigrantes, maestros y directivos de organizaciones sin fines de lucro celebran el éxito de la clínica gratuita de naturalización de Together We Rise.

“La gran batalla, en este momento, más allá del uso semántico y de la demagogia política que siempre acompaña a una elección nacional como la que viene en Estados Unidos, es que tenemos que pensar claramente. ¿Cuál es el menos peor? Pues pongámoslo así y el menos malo en esta batalla, ya sabemos quién es”, subrayó Salvador Sanabria.

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