Aumentan ataques en camiones de pasajeros del Metro de Los Ángeles

Los dos más recientes incidentes han involucrado agresiones violentas a choferes del transporte público

Aumenta la violencia en los camiones del METRO de Los Ángeles. (Archivo/La Opinión)

Aumenta la violencia en los camiones del METRO de Los Ángeles. (Archivo/La Opinión) Crédito: Aurelia Ventura/La Opinion

Con pocos días de diferencia, en alrededor de una semana, tres personas fueron atacadas de manera violenta en los camiones del Metro de Los Ángeles, dos de ellos fueron conductores.

El más reciente ataque ocurrió en la calle Quinta y la avenida Colorado de Santa Mónica cuando un hombre pateó la puerta y atacó al conductor.

Un segundo incidente aún más delicado se suscitó cuando otro chofer fue golpeado y apuñalado en Willowbrook, una comunidad no incorporada de Los Ángeles.

Un tercer incidente se dio cuando dos pasajeros se involucraron en una discusión que se convirtió en una pelea que llevó a que uno de ellos apuñalara al otro.

Entre los medidas de seguridad que el sindicato de choferes de camiones del Metro está demandando para proteger a sus conductores figuran:

  • Recintos completos a prueba de balas para conductores
  • Oficiales de seguridad armados
  • Cargos de delito grave con larga pena de cárcel para quien agreda a un conductor de Metro
  • Alarmas silenciosas para alertar a la policía de un incidente o un tirador.

Ante estos sucesos, el Metro respondió con un comentario en el que aseguran que están haciendo todo lo que está en su poder para proteger a empleados y pasajeros.

“Sabemos que la epidemia por el abuso de drogas y las crisis de enfermedades mentales a nivel nacional alimentan estos ataques en el transporte a nivel federal”.

Indicaron que si bien el Metro financia equipos de servicios sociales para ayudar a los desamparados y a las personas en crisis por problemas de salud mental o por consumo de drogas, a conectarse con los recursos que necesitan, sus socios del condado y la ciudad deben hacer más para abordar estos importantes problemas sociales que se extienden al transporte público.

“Muchas de las solicitudes del sindicato para mejorar la seguridad de los operadores ya están vigentes o se planea implementarlas”.

Dijeron que hay más de 80 personas dedicadas a viajar en los autobuses cada día,  entre agentes de seguridad de tránsito, socios encargados de hacer cumplir la ley y embajadores.

“Veremos una mayor expansión de estos equipos en los próximos meses y hemos solicitado aprobación para que en el presupuesto del año fiscal 2025, viaje personal adicional en autobús”. 

En lo que respecta a las protecciones para los conductores de autobuses, el Metro desarrolló dos prototipos con las opiniones de más de 2,500 operadores de autobuses para seleccionar el que preferían. 

“El prototipo fue probado por los operadores que dieron retroalimentación sobre el material usado para asegurar que tuviera el menor brillo. El Metro ha obtenido un nuevo material y actualmente está realizando pruebas de durabilidad del material. Esto debería completarse en las próximas dos a cuatro semanas”.

De acuerdo a declaraciones hechas por voceros del Metro a otros medios, el crimen en el sistema de transporte público ha disminuido 18% año con año.

Francisca Beltrán, quien no tiene carro por lo que a diario usa el transporte público para llegar a su trabajo en diferentes sitios del condado de Los Ángeles, dijo que ella no viaja con miedo pero si bajo mucha cautela.

“Una de las medidas que tomó para protegerme es sentarme cerca de las salidas; y otra, es poner mi mochila en el asiento de enseguida para guardar distancia y que nadie se siente a mi lado; solo lo cedo a personas que veo que no representan un peligro y tienen necesidad”, señal´p.

Pero comentó que cuando una persona que no le late, insiste en sentarse a su lado, dijo que prefiere levantarse y darle los dos asientos, a ir junto a alguien con quien no siente confianza.

Pero también dijo que emplea mucho su intuición y no se sienta en áreas donde no está cómoda, o se aleja cuando deja de estarlo.

“Trato también de no hacer contacto ni intercambiar comentarios o miradas con personas que pueden ser negativas, o que no esté bien de sus facultades mentales o estén tratando de llamar mi atención”.

Beltrán hizo notar que en algunas ocasiones, le ha tocado ver al conductor discutir y pelear con algún pasajero que está muy irascible o hace cosas que no deben, como escuchar música en un volumen muy alto.

“La última vez me tocó ver a un conductor que se puso a discutir con un pasajero al que regañó. Los dos no paraban de alegar, y el conductor le pidió que se bajara, y el pasajero no quiso, y se fueron discutiendo todo el camino hasta que el hombre se bajó”.

Añadió que los conductores deben evitar las discusiones. “Es mejor dejar pasar esos incidentes a exponerse a una reacción violenta por querer tener la razón, aún cuando al conductor le asista la verdad”.

Asimismo lamentó que el gobierno no haga nada por mejorar la situación de las personas con problemas de salud mental que viajan en el transporte público. 

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