Biden firmó una ley de vigilancia que ha causado polémica respecto a la privacidad

El presidente Joe Biden firmó el sábado una ley que reautoriza un programa crucial de vigilancia de la seguridad nacional que permite prevenir y perseguir ataques terroristas, espionaje y otros actos que ponen en peligro al país, después de que el Senado aprobara la legislación el viernes por la noche, evitando que ocurriera un lapso en la aplicación del mismo.

Los funcionarios del gobierno han dicho que la herramienta de vigilancia, autorizada por primera vez en 2008 y renovada varias veces desde entonces, es crucial para desbaratar ataques terroristas, intrusiones cibernéticas y espionaje extranjero.

Las divisiones sobre si se debería restringir al FBI el uso del programa para buscar datos de estadounidenses casi dejaron que el estatuto caducara.

Los legisladores votaron 60-34 a favor del proyecto de ley para reautorizar la Sección 702 de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés) después de que la Cámara aprobara la medida a fines de la semana pasada.

La Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley después de que se presentara una nueva versión para una reautorización de dos años en lugar de cinco años, un cambio que ayudó a apaciguar a los legisladores republicanos conservadores que inicialmente se habían rebelado contra la legislación.

Una reautorización de dos años le daría al expresidente Donald Trump la oportunidad de reformar la ley si gana las próximas elecciones de 2024.

El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, aplaudió la reautorización y calificó el programa como “una de las herramientas de recopilación de inteligencia más importantes de Estados Unidos”.

El Congreso se había enfrentado a una fecha límite del viernes después de que la autoridad para la Sección 702 se extendiera hasta esa fecha, como parte de la Ley de Autorización de Defensa Nacional.

Que es la sección 702 de la Ley de Autorización de Defensa Nacional

La Sección 702 es una disposición clave de la Ley de Enmiendas FISA de 2008 que permite al gobierno llevar a cabo una vigilancia específica de personas extranjeras ubicadas fuera de los Estados Unidos, con la asistencia obligatoria de proveedores de servicios de comunicaciones electrónicas, para adquirir información de inteligencia extranjera.

Sus partidarios argumentan que la Sección 702 es una herramienta fundamental para salvaguardar la seguridad nacional, pero ha sido objeto de escrutinio por parte de algunos legisladores por presunto uso indebido.

Según la Sección 702 de FISA, el gobierno aspira cantidades masivas de datos de Internet y de teléfonos móviles hacia objetivos extranjeros.

Cientos de miles de datos de información de estadounidenses se recopilan incidentalmente durante ese proceso y luego se accede a ella cada año sin una orden judicial, en comparación con millones de consultas de este tipo que el gobierno de Estados Unidos realizó en años anteriores.

Los críticos se refieren a estas consultas como búsquedas “de puerta trasera”.

El tesoro de datos, que incluye una gran parte del tráfico de Internet de Estados Unidos, está destinado a proporcionar a las agencias de inteligencia estadounidenses un acceso rápido a datos sobre extranjeros en otros países.

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