Más de 200 personas arrestadas durante el retiro del campamento pro-Palestina en UCLA
Las autoridades levantaron el campamento de manifestantes pro-Palestina instalado en el campus de UCLA; se reportó la detención de 209 personas durante el operativo ejecutado la madrugada de este jueves
Más de 200 personas fueron arrestadas por las fuerzas del orden durante el levantamiento del campamento de manifestantes pro-Palestina en el campus de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) en un operativo que comenzó desde la madrugada de este jueves.
La noche de este miércoles se emitió una orden para que los manifestantes retiraran su campamento, y a las 3:30 a.m. de este jueves, oficiales de la Patrulla de Caminos de California (CHP), con equipo antidisturbio, comenzaron a avanzar hacia el campamento.
En el lugar, los agentes levantaron tablas de madera, barreras metálicas y otros elementos que fueron instalados por los manifestantes en el campamento.
De las personas arrestadas, 135 de ellas fueron procesadas en el estacionamiento del Tribunal Central de Acusaciones, dijo el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles (LASD).
Transportes del LASD trasladaron a otras personas al Centro de Detención Metropolitano del Departamento de Policía de Los Ángeles. En total, se tuvieron 209 personas arrestadas y procesadas, de acuerdo con una actualización después del mediodía de este jueves.
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El operativo de las autoridades se ejecutó después de que los oficiales pasaron horas advirtiendo por los altavoces con arrestos si los manifestantes no se dispersaban. En el sitio había cientos de personas reunidas en el campus, tanto dentro de un campamento de tiendas de campaña entre barricadas, como fuera de esa zona, en apoyo.
Helicópteros de la policía sobrevolaban la zona y se podía escuchar el sonido de granadas aturdidoras, que producen una luz brillante y un ruido fuerte, para desorientar y aturdir a la gente.
Los oficiales de CHP usaban chalecos y cascos con protección facial, con porras en las manos.
Las autoridades derribaron las barricadas con tablas de madera, cercas metálicas y contenedores de basura en el campamento hasta abrir un acceso hacia docenas de tiendas de campaña de los manifestantes, quienes portaban paraguas como escudos mientras se enfrentaban a los agentes.
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Mientras los oficiales caminaban hacia el campamento, deteniendo a decenas de personas, un grupo central de manifestantes formó una línea y se entrelazaron con los brazos enfrentando cara a cara a los policías.
Ante el avance de las fuerzas del orden, se incrementó el número de detenidos. La mayoría de los manifestantes se retiraron pacíficamente. No quedaba claro cuántos de los detenidos eran estudiantes de la universidad.
Finalmente, la zona donde se instaló el campamento fue despejada de manifestantes, y solo quedaban en el lugar las tiendas de campaña y otros artículos de las personas que hacían las protestas.
Antes, temprano por la mañana, oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) irrumpieron en un área del campamento, pero se toparon con un grupo de manifestantes que los superaba en número, por lo que tuvieron que retroceder.
Antes de ese momento, las fuerzas del orden se habían mantenido apostados en las afueras del campamento.
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Durante la mayor parte de la noche y las primeras horas de este jueves, la situación se mantuvo tensa, sin que se desataran actos violentos entre ambas partes.
Después de que se dio la orden de dispersión de los manifestantes, el LAPD declaró una alerta táctica cuando agentes con equipo antidisturbio se posicionaron en el campus para retirar a los grupos pro-palestinos, quienes durante el miércoles dejaron ver su intensión de atrincherarse en el lugar.
La presencia de las autoridades contrastaba con la escena que se presentó la noche del martes, cuando contra manifestantes atacaron el campamento pro palestinos.
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Los administradores de UCLA y la policía del campus universitario esperaron horas para detener el ataque de los contra manifestantes. El retraso provocó la condena de los estudiantes musulmanes y del gobernador Gavin Newsom.
Tras ese ataque, los manifestantes reconstruyeron las barreras improvisadas en el campamento frente a oficiales de la policía.
Se informó que la Universidad de California en Los Ángeles suspendió las clases presenciales por el resto de la semana y solicitó a sus empleados para que trabajen de forma remota.
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