Cocinar con estufas de gas aumenta la inhalación de dióxido de nitrógeno, según un estudio

El estudio revela que las estufas de gas y propano en hogares estadounidenses generan niveles peligrosos de dióxido de nitrógeno, afectando la salud de toda la familia con riesgos como exacerbación del asma y muertes prematuras

Cocinar con estufas de gas aumenta la inhalación de dióxido de nitrógeno, según un estudio

Crédito: goodbishop | Shutterstock

Un estudio reciente sobre la calidad del aire en los hogares estadounidenses ha arrojado resultados sobre el impacto de las estufas de gas y propano en la salud de sus habitantes.

Liderado por el profesor Rob Jackson de la Escuela de Sostenibilidad Doerr de Stanford, el estudio, publicado en Science Advances, revela que los hogares que utilizan este tipo de estufas están expuestos a niveles peligrosos de dióxido de nitrógeno (NO2), con consecuencias adversas para la salud que afectan a toda la familia.

El estudio, que contó con la colaboración de investigadores de diversas instituciones, entre ellas la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard y el Central California Asthma Collaborative, se centró en medir las concentraciones de NO2 en más de 100 hogares de diferentes tamaños y diseños.

Los resultados fueron relevantes incluso una hora después de apagar la estufa, los niveles de NO2 en los dormitorios seguían siendo elevados, lo que indica una persistencia significativa de esta sustancia en el aire interior.

Los efectos nocivos de la exposición al NO2 son variados y graves. Se ha demostrado que esta sustancia puede intensificar los ataques de asma, afectar el desarrollo pulmonar en niños y contribuir a muertes prematuras. El estudio estima que hasta 200,000 casos de asma infantil en Estados Unidos podrían estar relacionados con la exposición a la contaminación generada por las estufas de gas y propano.

Preferir las estufas eléctricas

Uno de los hallazgos más importnates del estudio es que la exposición al NO2 en los hogares puede causar hasta 19,000 muertes cada año, lo que representa el 40% del número total de muertes relacionadas con el humo de segunda mano. Esta estimación se basa en mediciones precisas de la cantidad de NO2 inhalado en los hogares, así como en datos sobre los efectos adversos del NO2 en la salud humana.

El tamaño de la vivienda también juega un papel importante en la exposición al NO2, según revela el estudio. Los hogares más pequeños, especialmente aquellos con menos de 800 pies cuadrados, experimentan niveles significativamente más altos de contaminación en comparación con los hogares más grandes. Esto puede tener implicaciones socioeconómicas, ya que las comunidades más pobres, que a menudo viven en viviendas más pequeñas, pueden enfrentar una mayor exposición a esta contaminación.

El estudio subraya la necesidad urgente de abordar el problema de la contaminación del aire interior causada por las estufas de gas y propano. Se necesita una acción coordinada a nivel gubernamental, así como a nivel comunitario, para implementar medidas que reduzcan la exposición de las personas a los contaminantes emitidos por estas estufas.

Esto podría incluir la promoción de alternativas más seguras, como las estufas eléctricas, así como la mejora de la ventilación en los hogares para reducir la acumulación de contaminantes.

En última instancia, el estudio destaca la importancia de proteger la salud de las personas en sus propios hogares, donde pasan la mayor parte de su tiempo. Abordar la contaminación del aire interior causada por las estufas de gas y propano es esencial para garantizar un entorno seguro y saludable para todas las familias estadounidenses.

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