Reconocen como gigantes por la justicia a inmigrantes que se hicieron líderes en Adelanto
Al salir de la detención, decidieron continuar en la lucha para ayudar a otros inmigrantes bajo custodia de ICE
José Marco Topete y cinco inmigrantes más que pasaron años bajo custodia en el Centro de Detención de Adelanto, fueron reconocidos como Gigantes por la Justicia debido a que desde dentro de esta cárcel migratoria se convirtieron en líderes por los derechos de los encarcelados, y al salir libres, escogieron seguir por el camino de la defensa del migrante.
“Este reconocimiento es para los compañeros que han perdido la vida en Adelanto; y también me obliga a seguir luchando para que ese centro se cierre definitivamente”, dijo Topete, un inmigrante mexicano de 54 años, quien permaneció detenido en Adelanto durante casi tres años, entre 2017 y 2019.
Topete junto con Miriam Rodriguez, Yolanda Mendoza, Wilfredo González Mena, Ba Oumar y Somboon Phaymany fueron honrados con el reconocimiento Gigantes por la Justicia 2024 que entrega la organización Clergy and Laity United for Economic Justice (CLUE), la cual aglutina a clérigos de diferentes denominaciones y laicos organizadores de la comunidad así como la Federación del Trabajo del condado de Los Ángeles.
Topete dijo que cinco años después de ser liberado de Adelanto, aún padece los estragos de los abusos que sufrió.
“No le deseo a nadie lo que viví. Aún estoy lidiando con los traumas que me dejó Adelanto. A veces recaigo y me vuelvo a levantar”.
Añadió que los centros de detención como el de Adelanto están llenos de abusos.
“No es justo que encierren en ese lugar a quienes entran al país pidiendo asilo y que en lugar de seguridad, les den maltratos”.
El pastor Guillermo Torres, director del programa de migración de CLUE dijo que el reconocimiento Gigantes por la Justicia se entregó a Topete y a otros inmigrantes que sufrieron la detención y al recuperar su libertad, se volvieron activos defensores de los inmigrantes bajo custodia del Servicio de Migración y Aduanas (ICE).
“Topete luchó desde dentro y fue parte clave en dos o tres demandas, que llevaron a la liberación de entre 200 y 300 inmigrantes”.
El reverendo Walter Contreras del Valle de San Gabriel, dijo que los migrantes reconocidos llevaron a cabo un movimiento dentro de la cárcel apoyados por CLUE y otras organizaciones.
“Fue algo nunca antes visto contra un sistema de cárceles privadas que esconden el abuso y el maltrato, y que fue todavía peor durante covid. Estos inmigrantes prisioneros tuvieron el valor de denunciar y pedir el cierre de esta maldita cárcel privada que daña a la gente”.
El reverendo elogió el trabajo de los Gigantes por la Justicia, y por su meta de cerrar la cárcel de Adelanto y todas las prisiones para inmigrantes en el país.
“Recuerdo como si fuera ayer a un joven prisionero en Adelanto, a quien las autoridades de migración se vieron forzados a sacar cuando ya estaba a punto de morir, y a quien mantenían encadenado. Me tocó administrarle el último sacramento antes de fallecer. Dejó con vida a un niño que nunca conoció”.
La hondureña Miriam Rodríguez, madre de nueve hijos ciudadanos estadounidenses, se convirtió en líder durante el año y medio que estuvo privada de su libertad en Adelanto.
“Es lo más horrible que puede vivir una persona. La comida es terrible y no se diga la atención médica. Todo lo que te dan es tylenol, ibuprofeno y te piden que tomes agua, mucha agua, cuando todos sabemos que el agua está contaminada”.
Recordó que una de las veces que se desmayó, y pudo ver a una doctora en Adelanto, le dijo que se sentía muy mal, y que temía que no pudiera seguir con vida por mucho tiempo.
“La doctora me contestó: Miss Rodríguez, tienes muchos problemas de salud. Aquí no es hospital”.
Hoy en día, Miriam trabaja como organizadora para la organización Inland Coalition for Immigrant Justice, buscando abogados probono para los detenidos en Adelanto.
“A mí, estuvieron a punto de deportarme. Ya me llevaban al avión, cuando mi nombre desapareció de la lista. Ni los propios oficiales se explicaban qué había pasado. Creo que fueron mis oraciones. !Haz algo, Padre Amado! le suplicaba a Dios. Por eso cada vez que me habla un inmigrante detenido, les pido que tengan fe en Dios”.
Agregó que decidió dedicarse a la defensa de los inmigrantes al salir de Adelanto porque no quiere que nadie pase lo que ella ni que los hijos lloren por sus padres detenidos.
La ecuatoriana Yolanda Mendoza quien pasó un año y 19 días en Adelanto, describió su estancia en ese centro de detención como una experiencia dolorosa que ningún ser humano debería pasar.
“Fui a dar muy grave al hospital porque el corazón se me estaba parando. El trato en Adelanto es inhumano”, dijo.
Tanto Miriam como Yolanda estuvieron al mismo tiempo en Adelanto. Ambas salieron hace cuatro años de ese centro de detención.
“Miriam fue mi primera amiga en Adelanto. Me protegió y me ayudó, pero todavía tengo secuelas psicológicas del tiempo que estuve en Adelanto”.