¿Está la Inteligencia Artificial lista para un futuro inclusivo?

La IA es una de las fuerzas transformadoras más potentes del siglo XXI, con aplicaciones que abordan desde la medicina hasta el entretenimiento, pero su integración no está exenta de desafíos, ya que puede perpetuar y amplificar las desigualdades existentes

Los algoritmos de IA son productos de los datos con los que se entrenan.

Los algoritmos de IA son productos de los datos con los que se entrenan. Crédito: Michael Dwyer | AP

El 80% de las personas usan inteligencia artificial en su vida diaria y no lo saben. Esta cifra impactante, que surge de un informe de la Universidad Nacional Autónoma de México, da cuenta de la magnitud que reviste el uso de esta nueva tecnología en el día a día de las comunidades.

La IA es una de las fuerzas transformadoras más potentes del siglo XXI, con aplicaciones que abordan desde la medicina hasta el entretenimiento. Sin embargo, su integración no está exenta de desafíos, entre los cuales los sesgos presentes en sus algoritmos son críticos y se han puesto en el centro de debate, ya que pueden perpetuar y amplificar las desigualdades existentes.

Los algoritmos de IA son productos de los datos con los que se entrenan. Si estos datos contienen prejuicios, los algoritmos replicarán estos sesgos, manifestándose en discriminación racial, parcialidad de género o sesgo socioeconómico. Por ejemplo, un algoritmo de selección de personal puede perpetuar la falta de diversidad si se basa en perfiles históricos.

En este terreno en el que aún queda mucho por explorar, más del 50% de los adultos estadounidenses temen que el contenido generado por IA pueda ser inexacto o engañoso. Según un informe de Insider Intelligence, el 56% de los encuestados están de acuerdo en que la IA generativa podría contener sesgos e inexactitudes.

Para construir un futuro inclusivo, es esencial un enfoque proactivo en la creación y entrenamiento de algoritmos de IA. En esta línea de acción la startup chilena Theodora.ai llevó a cabo el Anti-Bias World Challenge 2024, un campeonato global con más de 20 países participantes para entrenar IA sin sesgos. De este evento resultaron seleccionadas tres organizaciones que crearon “datasets” que registran sesgos relacionados con género, edad, religión, raza, discapacidad y otras características.

Este es sólo un ejemplo de los esfuerzos que podemos y debemos hacer a nivel mundial, tanto las empresas como los organismos gubernamentales, para incorporar una IA libre de sesgos, asegurándonos que las representaciones de las minorías y los grupos desfavorecidos sean justas y precisas.

Una herramienta para el empoderamiento de los individuos

La innovación en IA debe ser una herramienta para el empoderamiento de todos los individuos, lo que requiere eliminar los sesgos en todas las etapas del desarrollo tecnológico. Las organizaciones deben adoptar prácticas como la auditoría regular de sus algoritmos y la implementación de medidas de transparencia y rendición de cuentas.

Diversos países están tomando medidas significativas para abordar los sesgos en la IA y promover su uso responsable. Según se destaca desde Theodora.ai, Harvard Business Review indica que las corporaciones en Estados Unidos invirtieron cerca de 15 millones de dólares para mitigar riesgos reputacionales.

En Estados Unidos, la Iniciativa Nacional de Inteligencia Artificial, lanzada en 2021, promueve la investigación y el desarrollo responsable de la IA, estableciendo estándares de equidad y transparencia. La Unión Europea ha establecido la Ley de Inteligencia Artificial con requisitos estrictos para la transparencia y la mitigación de riesgos de sesgo. En Brasil, el gobierno exige evaluaciones de impacto social antes de implementar sistemas de IA, asegurando que la IA promueva la equidad social.

Estos ejemplos muestran cómo diferentes países están tomando acciones concretas para construir sistemas más justos para reducir las desigualdades y empoderar a todos los ciudadanos. El desafío de eliminar los sesgos en la IA es inmenso, pero también lo es la recompensa de un futuro donde la tecnología empodere a todos por igual. La innovación tecnológica debe ser guiada por un compromiso con la igualdad y la diversidad, creando un futuro en el que la IA sea una fuerza para el bien común, capaz de empoderar a todos y reducir las desigualdades.

(*) Mónica Talán es fundadora de CryptoConexión y de TechTranslators.ai

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