Un año después de que la Corte Suprema echó abajo la Acción Afirmativa, qué ha cambiado

La nueva realidad aún está por emerger en momentos en que la confianza en la educación superior ha caído niveles históricos

Se cumple un año de que la raza ha dejado de ser tomada en cuenta para la admisión en las universidades.

Se cumple un año de que la raza ha dejado de ser tomada en cuenta para la admisión en las universidades. Crédito: Emilio García | Impremedia

A un año del histórico fallo del verano pasado que puso fin a la capacidad de los colegios y universidades públicas y privadas para considerar la raza como uno de los muchos factores para decidir a quién admitir, aún es incierto el impacto que tendrá en las comunidades de color porque no se tienen los datos y números.

Sin embargo, los expertos en el tema, consideran que el impacto será perjudicial y grave para la admisión de las minorías en las universidades; y de hecho, ya están luchando para que el fallo no se aplique de manera general.

A la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, le siguió un año tumultuoso en las admisiones, ya que como nunca antes se registraron más solicitudes de estudiantes no blancos, pero esta tendencia se vio algo eclipsada por el decepcionante lanzamiento de la FAFSA (Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes), plagada de retrasos y fallas técnicas, que probablemente tendrá un impacto importante en la inscripción de estudiantes de color.

Durante la videoconferencia: “Un año después de la anulación del SCOTUS Acción afirmativa: ¿Qué ha cambiado?, organizado por Ethnic Media Services, expertos y defensores hablaron de cómo se están adaptando las instituciones de educación superior y qué depara el futuro en un momento en que la confianza estadounidense en la educación superior alcanza un mínimo histórico.

Repercusiones severas

El doctor Vikash Reddy, vicepresidente de investigación de la organización no lucrativa, Campaign for College Opportunity, dijo que los retrasos de la FAFSA, ha perjudicado la capacidad para ver lo qué pasa con las inscripciones en las universidades. 

“Simplemente todavía hay colegios y universidades que están tratando de decidir las admisiones. Así que no tenemos todas las estadísticas”.

Sin embargo, dijo que la implementación de la FAFSA y sus implicaciones van a ser más severas para los estudiantes de origen minoritario y, por lo tanto, la implementación más rápida y los problemas asociados con ella bien pueden tener un impacto mayor en la inscripción a las instituciones de élite.

“Hay muchas universidades en este momento que ni siquiera pueden decirnos exactamente cómo los problemas de FAFSA han impactado sus admisiones y su ciclo de inscripción, porque han separado los datos raciales y étnicos de las estadísticas de admisiones”.

Dijo que necesitamos tratar de prevenir lo que han llamado el efecto escalofriante. 

“Uno de ellos gira en torno a los programas relacionados con la diversidad, la equidad y la inclusión. Según Education Trust solo en 2023, se presentaron 45 proyectos de ley en las legislaturas estatales de todo el país que apuntaba a programas de diversidad, equidad e inclusión”. 

Explicó que en particular Texas y Florida han eliminado el financiamiento para puestos relacionados con la diversidad, la equidad y la inclusión y han creado muchos impedimentos legales para las universidades que quieran desplegar estos recursos.

“Hay instituciones que están haciendo todo lo posible para encontrar caminos equitativos para la educación superior y para las admisiones en particular; y señalaría a UC Berkeley y la Universidad de California en Los Ángeles como ejemplos”.

Mencionó que California prohibió la consideración de raza en la educación pública hace 25 años, pero en UCLA y UC Berkeley han visto algunas de las clases más diversas de los últimos 20 y 25 años.

“Por lo tanto, depende de nosotros garantizar que tengamos campus inclusivos con profesores, líderes y mentores para los estudiantes que reflejen sus propias experiencias vividas se parezcan a ellos”.

Un impacto radical

John C. Yang, presidente y director ejecutivo de Asian Americans Advancing Justice (AAJC), dijo que la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, echó abajo 45 años de precedentes con respecto a la Acción Afirmativa.

“Es claro que el impacto ha sido sísmico, y ha sido un ataque a nuestras identidades, y el intento fue dividirnos a todos, y a la comunidad asiaticoestadounidense de las otras comunidades de color”.

Como resultado, mencionó que los colegios y universidades han estado batallando para desarrollar procesos de admisiones que respondan.

Los estudiantes también han estado luchando por determinar qué pueden y deben decir en su solicitud, o incluso si deberían postularse porque no están seguros de cómo se tratará su aplicación de admisión”.

Enfatizó que esta decisión ha sido usada por los conservadores para atacar la diversidad sobre todo en escenarios privados y en el gobierno.

“Una cosa que debemos aclarar es que la comunidad asiaticoestadounidense ha sufrido de lo que se considera el mito de la minoría modelo que sugiere que estamos haciendo mejor que la sociedad entera y debemos adquirir éxito más allá de la norma”.

Pero indicó que un estudio del Boston Consulting Group demostró que los asiaticoestadounidenses representan solo el 3% de los ejecutivos en las corporaciones, aun cuando son el 7% de la población total.

“Debemos identificar esfuerzos innovadores y creativos para combatir la discriminación en la educación, en los negocios y en todas las formas de la  sociedad”.

Efecto dominó

Jin Hee Lee, directora de Iniciativas Estratégicas del Fondo de Defensa Legal de la NAACP, dijo que el fallo de la Corte ha tenido un efecto dominó en el empleo, en los programas de admisiones y el financiamiento.

“El objetivo final era la falsa noción de que vivimos en un mundo de igualdad de oportunidades, que no existen desigualdades raciales preexistentes, ni barreras para acceder a oportunidades educativas o económicas debido a la raza. Y si se sigue la lógica de esa falsedad, entonces cualquier esfuerzo por reparar la discriminación es en sí mismo una forma de discriminación”.

Dijo que es muy importante que la gente entienda que estamos en un tiempo en que un administrador de una universidad es acusado de discriminación por su compromiso con la equidad racial, solo porque quiere atender las barreras que han marginado a la gente por su raza, sexo o género.

“Los oponentes de la Acción Afirmativa han usado tácticas en relación a que unas comunidades de color se estaban beneficiado más que otras; y también está la noción de que las admisiones son un juego de suma cero, cuando el problema mayor es que continuamos teniendo desigualdades raciales”.

Por tanto, señaló que las admisiones al colegio, la educación y el empleo nunca debe ser un juego de suma cero. 

Todos, independientemente de su raza, tienen derecho a tener las mismas oportunidades, y si no es así, nos corresponde a todos hacer algo al respecto. Y eso es lo que está en juego aquí”.

Un impacto difícil de medir

Thomas A. Saenz, presidente del Fondo Mexicoamericano para la Educación y la Defensa Legal (MALDEF), dijo que en este año han tenido que desviarse para poner atención a una campaña que busca ampliar el fallo más allá del contexto de las admisiones, y desafiar la diversidad, la equidad y la inclusión en general.

Afirmó que cuando los datos salgan sobre el impacto del fallo, no tendremos una reflexión precisa del impacto completo. 

“Aquí en California, por ejemplo, después de la Proposición 209, vimos a muchos que afirmaban que debido a que el número de latinos en particular no había disminuido tan precipitadamente, de alguna manera se estaba exagerando el impacto. Eso es simplemente falso”.

Precisó que el aumento de la población de solicitudes de latinos para la universidad tiene que ver con que es una comunidad joven en crecimiento.

Como consecuencia, dijo que se proyecta que el número de estudiantes latinos elegibles para la universidad solo por edad, aumentará dramáticamente en los próximos años.

Esto no significa que el impacto haya sido menor o más grave o más perjudicial. Simplemente significa que el crecimiento en número de la comunidad latina está compensando”.

Subrayó además que es ilegal que las instituciones dejen de colectar datos sobre la raza en el proceso de admisiones.

“Las regulaciones para implementarlo requieren que las instituciones que reciben fondos federales, como Harvard y prácticamente todas las demás universidades privadas del país, se aseguren de que no utilicen criterios que tengan un efecto discriminatorio injustificado”.

Al mismo tiempo, aseveró que debemos estar alertas contra cualquier universidad que prohiba la discusión de la discriminación racial en su solicitud de admisión en la que el solicitante debe hablar sobre el tema en el ensayo que presente en su aplicación para la universidad.

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