Comunidad oaxaqueña en LA piden un alto a la discriminación

Jóvenes oaxaqueños que son víctimas de discriminación y del racismo han tenido pensamientos suicidas; advierten del “grave” asunto

Naomi Cruz, Noé López, Rafael Vásquez y William Pérez describieron la cruda realidad de discriminación y racismo en contra de las comunidades indígenas en Los Angeles.

Naomi Cruz, Noé López, Rafael Vásquez y William Pérez describieron la cruda realidad de discriminación y racismo en contra de las comunidades indígenas en Los Angeles.  Crédito: Fotos: Jorge Luis Macías | Impremedia

El doctor Rafael Vásquez, coautor del libro titulado Culturally Responsive Schooling for Indigenous Mexican Students (Escolarización culturalmente receptiva para estudiantes indígenas mexicanos) y el escritor de origen salvadoreño, William Pérez, descubrieron que, entre las experiencias sociales y educativas de jóvenes inmigrantes indígenas en Estados Unidos, en la rica y diversa comunidad oaxaqueña, muchos jóvenes han declarado no tener ganas de vivir.

Al concluir un panel de jóvenes profesionales oaxaqueños que hablaron sobre el racismo y la discriminación “institucional” que han experimentado desde que emigraron de México y que se repite en los Estados Unidos, el doctor Rafael Vásquez dijo que, a pesar de que en Los Ángeles se hablan casi una veintena de idiomas indígenas, lingüísticamente se sienten aislados.

“La comunidad oaxaqueña ya ha abierto un espacio lingüístico y cultural que conecta con la celebración de su herencia latina e hispana, pero también es particular su experiencia de vivir en Los Ángeles, donde se ignora a quienes son de origen del estado de Oaxaca”, dijo el hijo de migrantes oaxaqueños originarios Guezh Bac (Tlacolula de Matamoros).

Mujeres oaxaqueñas acudieron a la ponencia del tema: “Discriminación Oaxaqueña en la ciudad de Los Angeles y sus escuelas”.

Los autores del libro destacan la diversidad multilingüe y multicultural de los inmigrantes latinoamericanos, exploran cómo los formuladores de políticas y los educadores pueden apoyar eficazmente el multilingüismo, el desarrollo de la identidad étnica y el éxito educativo de los estudiantes indígenas.

Sin embargo, en el descubrimiento de las experiencias sociales y educativas de jóvenes inmigrantes indígenas en Estados Unidos, Vásquez afirmó que el racismo contra los oaxaqueños sigue existiendo.

Discriminación en México y EEUU
“No es algo novedoso en el contexto de Los Ángeles, en las escuelas”, dijo a La Opinión. “En el trabajo que he hecho con mi colega [William Pérez], al hablar con los jóvenes, ellos mismos han discutido instancias en las que han sido menospreciados por hablar su idioma o por la percepción de que no pueden hablar bien el español, por su color o tono de piel”.

Particularmente, el uso del término “Oaxaquita” , a muchos jóvenes oaxaqueños no les gusta ni lo toman como una muestra de “cariño”.

Por el contrario, ellos relacionan la palabra con discriminación hacia sus padres, tanto en México como en Estados Unidos.

“Es una herida existente, que viene desde sus papás y que se vuelve a abrir cuando alguien se expresa de esa forma hacia ellos” precisó Vásquez, quien recibió su doctorado en educación por la Universidad de Estudios Posgrados en Claremont, California.

La discriminación contra los oaxaqueños no es simplemente un problema de México, sino que también se lidia al interior de las propias comunidades de origen.

“En Estados Unidos tenemos un contexto diferente donde se reproducen patrones que se dan en México”, destacó el profesor Gaspar Rivera-Salgado, director del Centro de Estudios Mexicanos en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA). “Pero también hay posibilidades de romper ese patrón”.
Especialmente en Los Ángeles, -donde viven alrededor de 400,000 a 600,000 oaxaqueños- se puede lograr el cambio sobre la base de un vocabulario realce la riqueza cultural e identidad única del pueblo oaxaqueño.

“Después de que te lo repiten mucho, la gente tiende a internalizar este racismo y es un constante recordatorio del lugar que tienes en esta jerarquía racial”: Gaspar Rivera-Salgado, director del Centro de Estudios Mexicanos en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA).

El catedrático reconoció que, a través de los años, la comunidad de origen oaxaqueño ha sido sujeta de discriminación, no solamente en los lugares de trabajo, sino también sus hijos en las escuelas donde han sido víctimas de acoso.

El escándalo del audio de 2022
“Las tristes grabaciones [de 2022] que salieron de los liderazgos políticos de los latinos en Los Ángeles todavía mantienen un sentimiento de discriminación y racismo”, dijo Rivera-Salgado.

Sin embargo, la comunidad oaxaqueña no es solo una víctima pasiva, sino que está siendo visible en la política y la cultura, demostrando que hacia afuera hay un orgullo indígena que la diferencia porque habla 17 lenguas diferentes y tiene una historia distinta que no la hace más ni menos que otras comunidades.

En el panel “Discriminación Oaxaqueña en la Ciudad de Los Ángeles y sus Escuelas”, -que fue parte de las actividades del Mes de la Herencia Oaxaqueña- los ponentes recordaron que, en el año 2012, un grupo de estudiantes pertenecientes al Proyecto de Organización Comunitaria Mixteco/Indígena (MICOP) del condado de Ventura tuvieron una conferencia para lanzar la campaña “No me llames Oaxaquita”.

Tras el escándalo de los políticos angelinos, el evento llamó la atención nacional e internacional porque el uso de esas palabras agrede a los oaxaqueños por hablar sus lenguas maternas.

Justamente, Rafael Vásquez, William Pérez, la abogada de inmigración, Naomi Cruz y doctor y antropólogo, Noe López recordaron los comentarios “racistas, insensibles e inhumanos” de Nury Martínez, expresidenta del concilio de Los Ángeles, el exconcejal Gil Cedillo, Kevin de León y el expresidente de la Federación de Trabajadores del Condado, Ron Herrera.

“El activismo político es esencial para cambiar las cosas”, destacó como solución al racismo institucionalizado, William Pérez. Un catedrático en la facultad de educación en Loyola Marymount University.

“Cuando hablamos de esos tres concejales que decían los comentarios [racistas], ellos llegaron a sus puestos en tiempos California vivió leyes racistas como la Proposición 227, la 187 o la ley de “Inglés solamente” [English Only]” , recordó. “Esas tres leyes fueron la trifecta perfecta de exclusión marginalización, opresión”.

“Se creó la plataforma para que aparecieran lideres como [GiL] Cedillo, [Kevin] De León y la mentalidad racista se quedó allí y la pasaron en contra de la comunidad oaxaqueña”, añadió.

Reconocer el problema
Experimentar el racismo y discriminación sostenido como se ha hecho en contra de los pueblos indígenas no es algo que se escucha una sola vez o de manera aislada, considera el profesor Gaspar Rivera-Salgado, director del Centro de Estudios Mexicanos en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA).

“Dentro de la cultura dominante, tanto en México como en Estados Unidos, el mensaje cultural en los medios de comunicación y en la historia, si eres indígena, no vales nada en este proceso”, declaró Rivera-Salgado.

“Después de que te lo repiten mucho, la gente tiende a internalizar este racismo y es un constante recordatorio del lugar que tienes en esta jerarquía racial”, dijo. “Es un proceso que los psicólogos le llaman trauma, particularmente cuando pasas por una experiencia donde tienes vulnerabilidad, impotencia y donde aceptas psicológicamente ese constante racismo y discriminación”.

Por ello, consideró que , cuando alguien en la comunidad oaxaqueña habla de que las heridas del racismo no cierran nunca, “es porque esto se vive de manera cotidiana, y entonces la persona tiene que desarrollar la resiliencia psicológica, donde, tiene que haber un proceso de no solamente dejar de seguir siendo víctima, sino de pasar a ser agente del cambio social”.

Manifestó que una tesis doctoral de la profesora Brenda Nicolas, licenciada en Sociología y Estudios Latinoamericanos de la Universidad de California, Riverside , quien nació y creció en el centro de Los Ángeles habla precisamente en una tesis doctoral de los efectos psicológicos del racismo, la discriminación que sufren los jóvenes indígenas oaxaqueños.

“El problema es grave, porque todo esto lleva a la depresión y a las ganas no seguir viviendo y a tener pensamientos suicidas”, dijo. “Este es un tema a nivel nacional y debe abordarse con urgencia”.

Actividades del Mes de la Herencia Oaxaqueña
Domingo 11 de agosto: Festival Guelaguetza Oro.
Hora:10:00 a.m.
Lugar: Edward Vicent Park Jr.
700 Warren Lane, Inglewood, CA 90301

Domingo 17 de Agosto: Señorita Oaxaca
Hora: 4:30 p.m.
Lugar: Plaza Dolores.
125 Paseo de la Plaza, Los Ángeles, CA 90012

Sábado 24 y Domingo 25 de Agosto: Copa Oaxaca
Lugar: East Los Angeles College
Hora: 8:00 a.m. a 8:00 p.m.
1301 Avenida César Chávez, en Monterey Park, CA 91754
Organiza: Club de Basketball Raza Unida

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