El primer paciente del mundo con trasplante de ojo completo se adapta a una nueva normalidad
Aaron James recibió el primer trasplante completo de ojo y parte de la cara tras un accidente, recuperando su vida a pesar de desafíos visuales

Los cirujanos no solo restauraron su apariencia física, sino que también le trasplantaron un nuevo ojo izquierdo, marcando un hito en la historia de la medicina. Crédito: CHRISTOPHE ARCHAMBAULT | AFP / Getty Images
Aaron James, un trabajador de servicios públicos de Arkansas, ha encontrado una segunda oportunidad tras someterse al primer trasplante completo de ojo y parte de la cara en un ser humano. Esta intervención histórica se llevó a cabo en mayo de 2023 en el hospital NYU Langone Health, después de que James sufriera un devastador accidente laboral en 2021 que casi le costó la vida.
En agosto de 2024, James, de 47 años, aún sigue asimilando lo que él considera un milagro. Su vida cambió drásticamente en 2021 cuando, durante su trabajo en el mantenimiento de líneas eléctricas, su rostro rozó un cable de 7200 voltios, provocándole graves quemaduras.

Como resultado, perdió su ojo izquierdo, el párpado, la nariz, los labios y gran parte del tejido facial. Además, los médicos tuvieron que amputarle su brazo izquierdo por encima del codo. Tras una larga recuperación y un sinfín de cirugías reconstructivas, le colocaron una prótesis y le enseñaron a caminar nuevamente.
La operación que le permitió volver a verse al espejo con confianza fue realizada por un equipo de 140 médicos y especialistas. El equipo, liderado por el Dr. Eduardo D. Rodríguez, director del Programa de Trasplante de Cara de NYU Langone, logró reemplazar la mitad del rostro de James, utilizando tejido donado por un hombre de unos 30 años que había sido declarado con muerte cerebral.
En un procedimiento de 21 horas, los cirujanos no solo restauraron su apariencia física, sino que también le trasplantaron un nuevo ojo izquierdo, marcando un hito en la historia de la medicina.
Aún no recupera la visión
A pesar del éxito de la operación, no todo ha sido sencillo para James. Aunque el ojo trasplantado mantiene una presión ocular normal y un buen flujo sanguíneo, el paciente aún no ha recuperado la visión en ese ojo.
Los especialistas, incluyendo el oftalmólogo Dr. Vaidehi S. Dedania, informaron que hubo daños en el nervio óptico durante la recuperación, lo que provocó una pérdida de tejido retiniano. No obstante, los médicos son optimistas.
“Los bastones y conos de la retina, que son los responsables de la visión, han sobrevivido al trasplante”, señaló Dedania, agregando que existe esperanza de que en el futuro se puedan restaurar funciones visuales mediante nuevas técnicas de trasplante.
El Dr. Rodríguez también expresó su entusiasmo sobre el futuro de este tipo de procedimientos, destacando que “los resultados que estamos viendo son increíbles y podrían allanar el camino para nuevos protocolos clínicos y más investigaciones sobre trasplantes complejos que involucren órganos sensoriales”.
Aunque la visión en su nuevo ojo no ha sido restaurada, su calidad de vida ha mejorado considerablemente. Poder disfrutar nuevamente de cosas tan simples como el sabor de la comida o no sentir repulsión al verse reflejado en el espejo ha tenido un impacto profundo en su bienestar.
Además, después de dos años de lidiar con las consecuencias del accidente, James finalmente pudo actualizar su licencia de conducir, reemplazando la imagen de sus antiguas heridas por la de su “milagrosa transformación”.
Aunque su recuperación aún no ha terminado, James ve el futuro con esperanza. Sabe que su caso ha sentado las bases para avances significativos en la medicina y espera que, algún día, los pacientes que atraviesen situaciones similares puedan beneficiarse de los descubrimientos que él ayudó a lograr.
Sigue leyendo: