“Yo no soy un nazi”, afirma Donald Trump ante las críticas hacia sus ideas
Donald Trump está buscando por todos los medios desprenderse de la imagen de político fascista que le han creado sus opositores
Cuando resta una semana para conocer el nombre del próximo presidente estadounidense, los ataques en contra de Donald Trump no cesan e incluso algunos de sus excolaboradores lo tachan de ser un fascista, ante lo cual el republicano señala: “Yo no soy un nazi”.
Algunos detractores del exmandatario como Mark Milley, exjefe del Estado Mayor Conjunto, y John Kelly, ex jefe de gabinete, temen que logre conseguir un triunfo en las urnas pues, después de haber trabajado bajo sus órdenes, le acreditan ser un tipo malévolo.
Durante una entrevista concedida a Bob Woodward, Milley describió al magnate neoyorquino como un “fascista hasta la médula”.
Y en una línea de pensamiento parecida, Kelly le indicó al diario The New York Times haber escuchado su exjefe en la Casa Blanca profesar admiración por el dictador Adolf Hitler.
Ambos comentarios en contra de su rival político, le sirvieron a la vicepresidenta Kamala Harris para también definir a Trump como un presunto fascista altamente peligroso para la democracia estadounidense.
“Donald Trump está cada vez más desquiciado e inestable, y en un segundo mandato, personas como John Kelly no estarían allí para ser los protectores contra sus tendencias y sus acciones. Aquellos que una vez intentaron evitar que persiguiera sus peores impulsos ya no estarían allí y ya no estarían allí para frenarlo”, advirtió la demócrata que aspira a ser la primera mandataria en la historia de la nación.
Ante el enrarecido ambiente que todos estos señalamientos crearon entorno a sus ideas, Trump aprovechó un acto de campaña ante sus seguidores para dejar en claro no ser el tipo de personaje fabricado por sus opositores.
“Hace años, mi padre, que era un gran padre, un tipo duro, siempre decía: ‘Nunca uses la palabra nazi. Nunca uses esa palabra’. Y decía: ‘Nunca uses la palabra Hitler. No uses esa palabra’.
Y, sin embargo, utilizan esa palabra con total libertad. Ambas palabras. Dicen: ‘Es Hitler’ y luego dicen: ‘Es un nazi’. Yo no soy un nazi. Soy lo opuesto a un nazi”, enfatizó.
El punto controversial es que hace algunas semanas en uno de sus discursos, el político de 78 años empleó un lenguaje despectivo hacia los inmigrantes muy similar al utilizado en uno de los discursos de Hitler, pues señaló que cuando ingresaban al país estaban “envenenando la sangre” de la nación.
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