Sí, deberías cambiar la esponja y otros utensilios de limpieza con regularidad
Tu casa estará tan limpia como los utensilios que usas para limpiarla
Aunque tu esponja de cocina parezca limpia, si hace tiempo que no la cambias, seguramente ha llegado el momento de hacerlo
By Jodhaira Rodriguez
Llevar la cuenta de todas las cosas que tengo que mantener limpias en mi apartamento suele ser una tarea complicada.
Intento recordar cuándo empecé a usar una esponja nueva para poder reemplazarla en un tiempo razonable, pero te soy sincera: la última esponja que tiré estuvo en el fregadero de mi cocina durante bastante tiempo.
¿Por qué es tan malo esto? Bueno, las esponjas son bastante sucias. En un estudio realizado en 2011 por NSF International, fueron el elemento más sucio en los hogares, ya que el 75% de las esponjas y paños analizados contenían bacterias coliformes (la familia de bacterias que contiene la salmonela y la E. coli).
El Departamento de Agricultura dice que si usas esponjas, deberías “comprar unas nuevas con frecuencia”, pero no dice con qué frecuencia es suficiente.
Las esponjas no son el único utensilio de limpieza que uso en casa. Barro los pisos con una escoba, paso un trapeador con un cabezal de microfibra, me pongo guantes de goma cada vez que lavo los platos o limpio el baño y tengo una pila de paños de microfibra que uso para limpiar todas las superficies de mi casa.
No tenía ni idea de la frecuencia con la que debía limpiarlos y reemplazarlos, así que hablé con algunos profesionales de la limpieza para averiguarlo.
Esponjas y cepillos de cocina
Puedes imaginarte mi sorpresa cuando Diana Ciechorska, directora general de Park Slope Cleaning, un servicio de limpieza comercial e industrial de Nueva York y Miami, dijo que las esponjas de cocina deben reemplazarse cada semana o cada dos semanas. “Entran en contacto frecuente con partículas de comida y humedad, lo que puede provocar la acumulación de bacterias”.
Mause Ramírez, propietaria de MCS Cleaning Services Inc., una empresa de limpieza profesional doméstica y comercial en San Francisco desde 1995, dijo que aunque las esponjas parezcan limpias, pueden albergar bacterias, por lo que hay que limpiarlas después de cada uso. Ciechorska recomienda calentar las esponjas húmedas en el microondas durante uno o dos minutos o meterlas en el lavavajillas para limpiarlas.
Los estropajos de acero pueden oxidarse, por lo que la experta recomienda enjuagarlos bien después de cada uso y dejar que se sequen al aire completamente. “Reemplázalos cada pocas semanas o cuando se desgasten, ya que pueden dejar fibras metálicas”.
Según Ciechorska, los cepillos de cocina no necesitan reemplazarse con tanta frecuencia, sino cada tres o cuatro meses, dependiendo del estado de las cerdas. Recomienda remojar los cepillos en agua caliente y vinagre de limpieza (un vinagre más ácido que el vinagre blanco destilado) o limpiarlos con un desinfectante suave para mantenerlos limpios entre cada uso.
Los cepillos para biberones y los que se usan para limpiar los popotes son más suaves que los cepillos para platos, por lo que Ciechorska recomienda reemplazarlos cada mes o cada dos meses. Para limpiarlos, enjuágalos bien con agua caliente y jabón después de cada uso y sumérgelos una vez a la semana en una mezcla de agua y vinagre de limpieza o pásalos por el lavavajillas (si son aptos para lavavajillas).
Paños de microfibra
He reducido significativamente el uso de toallas de papel después de comprar un paquete de 12 toallas de microfibra para rotar en mi cocina, pero es una carga extra de ropa que tengo que lavar cada semana.
Normalmente las lavo con agua fría como el resto de la ropa, pero es posible que esta temperatura del agua no sea suficiente para que queden totalmente limpias. El doctor James Rogers, director de investigación y pruebas de seguridad alimentaria de CR, limpia los paños de cocina en la lavadora con agua caliente. Ciechorska dice que no se debe usar suavizante en estos lavados para que las toallas no pierdan su capacidad de absorción.
Según Ramírez, aunque se laven con regularidad, hay que cambiarlas cuando empiezan a desgastarse o pierden su capacidad de absorción. Ciechorska dice que depende de lo bien que se mantengan, pero debes reemplazarlas por otras nuevas cada seis o 12 meses.
Escobas
Mi madre lava la escoba una vez al mes en la ducha con agua caliente y jabón para platos. Aunque los expertos en limpieza con los que hemos hablado no recomiendan llegar a estos extremos para limpiar la escoba, sí recomiendan sacudir o aspirar las cerdas para eliminar la suciedad adherida y cambiar la escoba cuando empiece a mostrar signos de desgaste, normalmente uno o dos años después de usarla con regularidad.
Trapeadores
Ciechorska recomienda reemplazar los cabezales de los trapeadores cada tres o seis meses, sobre todo si se usan con regularidad en zonas muy transitadas. Para mantenerlos limpios, dos de los expertos con los que hablamos coincidieron en que deben lavarse en la lavadora de ropa. Ramírez recomienda lavarlos después de cada uso con agua caliente y detergente.
Plumeros
Algunos plumeros se pueden lavar, pero si al sacudirlos y lavarlos siguen pareciendo sucios o gastados, es hora de comprar uno nuevo. Los plumeros de microfibra u otros materiales de tela pueden lavarse en agua tibia con jabón suave, según Ramírez. Otra opción es usar plumeros desechables como los de Swiffer que yo uso en casa.
Guantes de goma
La última vez que me puse los guantes de goma para lavar los platos, me di cuenta de que el pulgar de la mano derecha tenía un agujero enorme. Ramírez y Ciechorska recomiendan reemplazar los guantes de goma cuando empiecen a mostrar signos de desgaste (algo que yo no hice). Incluso si no hay agujeros en los guantes, si notas olores extraños, también es hora de cambiarlos, según Ramírez.
“Los guantes de goma pueden limpiarse con agua tibia y jabón y colgarse para que se sequen entre cada uso”, dice Ciechorska.
Cepillos de baño
Solía creer que el cepillo de baño se limpiaba mientras yo limpiaba la taza del inodoro, pero no es así. Según los expertos en limpieza con los que hemos hablado, los cepillos de baño deben limpiarse después de cada uso y desinfectarse con regularidad. Para limpiar el cepillo de baño, Ramírez recomienda pasarlo por la taza del inodoro con una solución limpiadora y dejar que se seque al aire.
La rutina de Ciechorska para desinfectar el cepillo de baño solo requiere dos ingredientes: agua y cloro. “Para desinfectar un cepillo de baño, recomiendo llenar un cubo con una solución desinfectante, de una parte de cloro por 10 de agua, y dejar el cepillo en remojo de 10 a 15 minutos. Después de remojarlo, enjuágalo bien con agua caliente y déjalo secar al aire completamente”. Según Ciechorska, aunque se limpien y desinfecten con regularidad, los cepillos de baño deben cambiarse cuando muestren signos de desgaste o cada seis o 12 meses.
Lo más importante
Si no limpias tus utensilios de limpieza con regularidad, solo estás esparciendo suciedad por tu casa en lugar de limpiar. Si los limpias con regularidad, algunos utensilios pueden durar más tiempo antes de tener que cambiarlos, pero aun así hay que reemplazarlos cuanto antes.
“El secreto es mantener los utensilios limpios y secos, al igual que un buen pintor lava sus pinceles después de cada trabajo”, dice Ramírez. Los artículos que se mojan con regularidad o están en contacto con los alimentos, como las esponjas, los cepillos de cocina y los cabezales de los trapeadores, deben limpiarse y reemplazarse con más frecuencia. Por último, tira el cepillo de cocina, la escoba o la toalla de microfibra cuando estén deshilachados o desgastados.
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