Larga sentencia a ministro de La Luz del Mundo
Abraham Jatnel Coronado, junto con su líder, Naasón Joaquín García; recibió una sentencia directa de 26 años y un total de 175 años de manera indeterminada

Iglesia La Luz del Mundo en el Este de Los Ángeles. Crédito: Cortesía
Abraham Jatnel Coronado, quien era ministro de la iglesia La Luz del Mundo purgará una sentencia directa de 26 años y 175 años de manera indeterminada, dictaminó el juez J. David Mazurek, de la Corte Superior de California en el condado de San Bernardino.
Coronado, quien además era encargado del rancho Ebenezer, en la ciudad de Redlands, en el condado de San Bernardino fue condenado en julio por 13 cargos criminales derivados de actos lascivos, abuso sexual y sodomía cometidos en contra de tres niños, cuando estos tenían entre 13 y 15 años. Dos de sus víctimas son hermanos.
Abraham Jatnel Coronado, nacido en Guadalajara, Jalisco, es cuñado del exsenador del partido Morena, Israel Zamora fue enviado a la Institución de California para Hombres (CIM), la prisión estatal en la ciudad de Chino, donde también el exlíder de La Luz del Mundo y autoproclamado “Apóstol de Jesucristo”, Naasón Joaquín García cumple una sentencia de 16 años y ocho meses.

El 16 de noviembre, en la sala S11 del Tribunal Superior de California en San Bernardino el juez J. David Mazurek decretó la larga sentencia contra Coronado.
Las agresiones sexuales a un menor
Durante el juicio, la fiscal Adrienne Mendoza dijo a los miembros del jurado que Abraham Jatnel Coronado había trabajado para hacer que “John Doe 1”, una de sus tres víctimas, se sintiera “especial” a su lado.
“Recuerdo que por teléfono me decía claramente que me amaba. Yo tenía 15 años en ese momento”, dijo “John Doe 1”, quien recordó que, en una ocasión, su agresor sexual extendió la mano para acariciarle la cara.
“[Después] puso su mano sobre mi hombro y me atrajo hacia su cama y yo lo seguí”, testificó el joven. Él pasó de besarme a dirigirse directamente a la parte inferior de mi cuerpo”.
Los hechos ocurrieron aproximadamente entre 2005 y 2007. El joven nunca denunció las agresiones a la policia.
“¿Cuántas veces usted y el acusado tuvieron intimidad sexual?”, preguntó la fiscal.
“Yo diría que unas seis veces”, respondió “John Doe 1”
“¿Alguna vez llegó a [suceder] que el acusado que lo penetrara?”, cuestionó.
“Sí. Una vez”.
“¿Recuerda cuántos años tenía usted y el acusado cuando dejaron de tener relaciones sexuales?”.
“Yo tenía 17 años”, fue la respuesta del joven.
La fiscal sostuvo en la corte que el ahora convicto Abraham Jatnel Coronado “fue tanteando el terreno” con su víctima.
“Comenzó a besar a ‘John Doe 1’. Poco a poco comenzó a masajearle las orejas, los muslos, el estómago y lo sodomizó varias veces, hasta el punto de causarle dolor”.
En 2023, “John Doe 1” ya no estaba en el rancho Ebenezer, pero sí su hermano menor, de 13 años.

“Un peligro para la sociedad”
Presente en la audiencia de sentencia, Moisés Padilla, creador de la “Fundación Moisés Padilla” que ayuda a las víctimas de abuso sexual en La Luz del Mundo, dijo a La Opinión que el castigo máximo de 175 años de prisión para Abraham Coronado era “muy bueno…excelente”
“Un depredador sexual es un peligro ante la sociedad”, declaró Padilla. “Yo creo que dando castigos ejemplares educaría que otros depredadores. Sigan intentando ese servicio que tienen por dañar a los niños. Las sentencias ejemplares frenan a otros depredadores”.
Padilla, quien fue víctima de agresión sexual por parte del difunto “Siervo de Dios”, Samuel Joaquín Flores, el padre de Naasón Joaquín García, cuando tenía 16 años, expresó que el patrón repetitivo de abuso sexual dentro de La Luz del Mundo”, “no solo alcanza a los Joaquines, sino a una gran parte de la cúpula de dirigentes de la secta cercanos al poder de manipulación de la gente”.
Recordó que, cuando tendría entre cinco y 10 años le tocó ver al ya fallecido Samuel Joaquín Flores rodeado de muchas mujeres, niñas hermosas y niños bien parecidos.
“Pero en 1982 descubrí que la familia Joaquín es totalmente perversa; tanto los padres como los hijos, tíos y abuelos eran parte de una familia de pedófilos, y esa contaminación se extendió hacia sus víctimas, que posteriormente se convirtieron también en victimarios, como el caso de Abraham Coronado, algunos pastores, ministros y diáconos”.
Otros depredadores sexuales encarcelados
Además de Naasón Joaquín García, Abraham Coronado, otros miembros de La Luz del Mundo que han sido enjuiciados criminalmente: Antonio de Jesús Haro Hernández fue sentenciado a 20 años de cárcel por pedofilia, por agresión sexual agravada de un niño en Texas; Santiago Simón, en Jalisco, México, Raúl Mascorro en Estados Unidos y César Gamboa, quien purga una sentencia de 20 años en el Lee Adjustment Center de Beattyville, Kentucky por abuso sexual de una niña menor de 12 años.
Moisés Padilla informó a La Opinión que, mediante su fundación, al menos 40 víctimas de abuso sexual hacia el interior de la iglesia La Luz del Mundo han formado parte de la carpeta de investigación.
“Muchas de estas víctimas no han querido acudir a la policía porque tienen miedo de que sus familias los destierren para siempre de sus vidas”, dijo Padilla.
Un secreto a voces de los abusos
Exmiembros de La Luz del Mundo revelaron a La Opinión que las acusaciones contra Abraham Coronado eran un secreto a voces entre la cúpula de la iglesia La Luz del Mundo, “pero durante el tiempo de Samuel Joaquín Flores estuvo protegido por Rosa Elisa Sosa, quien era la asistente personal del padre de Samuel Joaquín Flores”.
“Rosa Elisa Sosa logró esconder debajo de la alfombra y por mucho tiempo las acusaciones contra Abraham”, dijo la fuente de La Opinión que pidió no ser identificada. “Eso solamente envalentonó su comportamiento perverso de Abraham Coronado”.
Conocedores de la historia de la iglesia La Luz del Mundo, informaron a La Opinión que la familia Coronado ha estado ligada a la familia Joaquín desde la fundación hecha por Eusebio Joaquín González, en 1926, y posteriormente dirigida por su hijo, Samuel Joaquín Flores y Naasón Joaquín García.
“La familia Coronado tiene una historia de complicidad y encubrimiento de los crímenes, abusos sexuales y prácticas engañosas de la familia en el poder de La Luz del Mundo”, dijo la fuente informativa. “Por eso, no es extraño que hayan prosperado [económicamente] en medio de la corrupción que se extendió hasta el este de Los Ángeles”.
“La familia Coronado es grandísima en México y Los Ángeles”, dijo José Meza, un camionero que abandonó el culto de La Luz del Mundo en 1983, donde fue pastor. “Guadalupe Hernández, junto con su esposo Silverio Coronado manejan la iglesia en el este de Los Ángeles. Ahí es donde tienen el control del billete, porque es la iglesia donde dan más dinero, y tienen la fuerza y el poder para poner a quien quieran a sus familiares en puestos de confianza”.
La oficina de prensa de La Luz del Mundo no respondió a una petición de entrevista.
“Educados para abusar de las víctimas”
Sóchil Martin, una mujer mexicano-estadounidense que nació y creció en el grupo religioso de alto control La Luz del Mundo, quien logró escapar del culto donde fue abusada sexualmente por Naasón Joaquín García y lo delató ante el Departamento de Justicia de California opinó que “él también se aprovechó de su poder para agredir a solas a los niños”.
“Los patrones de conducta perversa están ahí, con él, Y comenzó a preparar a los niños para abusarlos como lo hizo su madre conmigo y otras mujeres que eran parte del grupo de las ‘incondicionales: Rahel Joaquín, Ruth Meza, Theresa Coronado [la mamá de Abraham], Leticia Velázquez, Margarita Ocampo, Adela Quintero, Xiomara Coronado y Mónica Covarrubias, entre otras”.
Durante la audiencia de sentencia, la defensora publica de Abraham Coronado intentó obtener clemencia para su cliente, indicándole al juez J David Mazurek que tuviera clemencia con el acusado, porque él también había sido abusado sexualmente.
“Casi tengo la certeza de que “AB” [Abraham Coronado] fue abusado sexualmente por Samuel Joaquín y le hizo lo mismo que a mii”, dijo Sóchil Martin. “En un momento, a mí me educaron para hacer lo que él hizo con los niños…entonces, él es una persona peligrosa, y no porque ya está en la cárcel se van a minimizar los daños que causó. Lo que él necesita es estar lejos de la sociedad y mucha ayuda psiquiátrica”.
En febrero de 2020, Martin, de 37 años, inició una demanda civil contra La Luz del Mundo y su exlíder, Naasón Joaquín García, por presuntamente dirigir una red de tráfico sexual que explota económicamente a sus víctimas y que la abusó sexualmente desde que ella tenía 16 años.
Además, un gran jurado federal acusó al encarcelado líder de la mega iglesia Naasón Joaquín García, de dos delitos graves alegando que produjo y poseyó material de abuso sexual infantil que representa a una víctima de 16 años.
“La justicia tiene que cumplirse”: La carta de John Doe 1
“John Doe 1”, uno de los niños -que ahora es un adulto joven- tuvo la oportunidad de leer un mensaje ante el juez y el jurado, tras la sentencia contra Abraham Jatnel Coronado, exministro de la iglesia La Luz del Mundo.
Este es el texto íntegro de la carta que leyó Judith Hernández, a nombre de John Doe 1. Hernández es una mexicana de 49 años, quien sufrió persecución religiosa y consiguió asilo en los estados Unidos:
“Buenos días, señor juez., miembros de la corte, hoy [16 de noviembre] nos hemos reunido para escuchar la sentencia. Estoy aquí para expresar el profundo impacto de las acciones de un individuo.
Esto es, estar haciendo justicia para todas las víctimas que sufrieron bajo la forma calculadora y un abuso de confianza monstruoso.
Esto simplemente es justicia por las acciones de un hombre que explotó la confianza de niños inocentes, incluyendo a mi hermano.
Él tomó ventaja de su posición, de la confianza y el vínculo donde debería haber estado seguro y sagrado. Él traicionó la confianza y causó un daño intenso a varias personas. Nosotros sabemos que Dios es justo y la justicia es un principio divino establecido por Él y en mi fe se me ha enseñado que Dios es más misericordioso que todo humano y que es posible encontrar perdón con un arrepentimiento genuino.
Yo, sinceramente espero que Abraham, en cualquier camino que la vida lo lleve, busque el arrepentimiento y finalmente la misericordia de Dios.
Pero, mientras la misericordia de Dios llega, esto no borra las consecuencias de nuestras acciones. La justicia tiene que servirse por cada acción. Existe un precio y la responsabilidad es necesaria.
Las consecuencias de las acciones que Abraham cometió van más allá de la agonía, más allá del trauma que él causó. Va más allá. Él destruyó nuestra familia, y cada uno de nosotros lleva una cicatriz.
Todo este sufrimiento, ver la traición y saber que esa confianza fue violada y el sufrimiento causado estará con nosotros para el resto de nuestras vidas.
El dolor se extiende no solo a nuestra familia, sino a todos. A todos los que nos aman y nos apoyan. Esta es una carga que muchos estamos llevando y que nunca nos imaginamos que llevaríamos.
Y ahora ya no estoy solo cargando con esto. Tengo amigos, mis amigos cercanos de la infancia, de quienes recientemente descubrí que ellos también habían sido víctimas del mismo hombre.
Ellos no tuvieron el valor de estar aquí hoy. Pero esa es la razón que yo estoy aquí para traer justicia a mis amigos de infancia.
No somos solo nosotros. Hay muchísimas víctimas que nunca tuvieron el valor de hablar. Sus vidas están destrozadas y van a tener que cargar para el resto de su vida.
Las consecuencias de sus acciones se han extendido no solo con sus víctimas inmediatas. Ha dejado semilla de miedo que quizás tomara años o posiblemente toda la vida para sanar.
La inocencia que él destruyó y el dolor que causó son la prueba y el recordatorio. porqué la justicia tiene que prevalecer.
Estamos aquí hoy para asegurarnos que este abuso no quedará sin ser escuchado y que las voces de los heridos no sean ignoradas. Y que toda la comunidad sepa de las violaciones de esta de esta magnitud y que no queden impunes.
Mi fe me enseña que Dios establece el sistema judicial y a confiar en las autoridades para que mantengan el orden.
Mientras, yo pediré que Abraham encuentre misericordia y redención algún día.
Él tiene que enfrentar las consecuencias de sus propias acciones.
Esto no es por venganza. Esto es defender la confianza, la seguridad y la inocencia que fue destruida y asegurarnos de que la justicia ha prevalecido para cada una de las víctimas de las que vimos y de las que no vimos.
Justicia no es únicamente un término legal, es una afirmación para todos aquellos que han sufrido el silencio, quienes fueron escuchados y tienen el valor de decir que su sufrimiento no fue en vano.
Espero que esto traiga paz y valor a todos aquellos que están sufriendo en silencio, mostrándoles que la justicia es posible.
Y para Abraham espero que a donde la vida lo lleve desde hoy, busque el arrepentimiento y encuentre la misericordia de Dios.
Pero aquí en la Tierra la justicia tiene que cumplirse para aquellos que están sufriendo.
Gracias, señor juez”.