Un curandero pasará 10 años de prisión por la muerte de una mujer en taller de terapia de bofetadas
Un curandero alternativo que promovía la "terapia de bofetadas" fue condenado a 10 años de prisión por la muerte de una mujer diabética que dejó de medicarse
Un defensor de métodos alternativos de curación fue sentenciado a 10 años de prisión tras ser declarado culpable de homicidio por negligencia grave en un caso que ha puesto bajo escrutinio las terapias no convencionales.
Hongchi Xiao, un curandero de 61 años residente en Cloudbreak, California, fue hallado responsable de la muerte de Danielle Carr-Gomm, una mujer de 71 años con diabetes tipo 1 que falleció tras abandonar su tratamiento de insulina durante uno de los talleres promovidos por Xiao en octubre de 2016.
El caso se desarrolló en el Tribunal de la Corona de Winchester, donde el juez Robert Bright describió a Xiao como “peligroso” y criticó su falta de remordimiento.
Xiao promovía una práctica conocida como paya lajin, un método inspirado en la medicina tradicional china en el que los pacientes golpeaban sus cuerpos para, supuestamente, liberar “toxinas venenosas”. Según los críticos, esta técnica carece de respaldo científico y puede provocar graves efectos secundarios, incluyendo hematomas, hemorragias y, en casos extremos, la muerte.
Carr-Gomm, desesperada por hallar una cura para su enfermedad que no implicara el uso de insulina, asistió al taller de Xiao con la esperanza de una solución. Durante el cuarto día del evento, comenzó a mostrar signos, vómitos, debilidad extrema y dolor intenso que la hicieron gritar y expulsar espuma por la boca. A pesar de estas señales, Xiao no buscó atención médica para la mujer, quien falleció poco después.
La interpretación de “crisis de curación”
El juicio reveló que Xiao había sido informado desde el primer día que Carr-Gomm había dejado de tomar su insulina, una decisión que él no solo toleró, sino que alentó al felicitarla frente a otros participantes. El juez destacó que Xiao solo intentó que Carr-Gomm retomara su medicación cuando su estado era ya crítico, calificando este esfuerzo como “simbólico”.
Este no es el único caso trágico relacionado con las prácticas de Xiao. En Australia, fue condenado previamente por homicidio tras la muerte de un niño de seis años cuyos padres dejaron de administrarle insulina siguiendo los consejos del curandero.
Tras cumplir una sentencia en ese país, Xiao fue extraditado al Reino Unido para enfrentar cargos por la muerte de Carr-Gomm. A pesar de estos antecedentes, Xiao continuó promoviendo la paya lajin incluso durante su tiempo en prisión.
Durante el juicio, se presentó un testimonio en video grabado por Carr-Gomm meses antes de su muerte, donde describía a Xiao como un “mensajero enviado por Dios” y lo alababa por liderar lo que ella veía como una revolución en la autogestión de la salud.
Sin embargo, los eventos del taller en Inglaterra demostraron el costo fatal de estas creencias. Según el fiscal Duncan Atkinson, la condición de Carr-Gomm fue erróneamente interpretada por los asistentes como una “crisis de curación”, lo que retrasó aún más cualquier intento de obtener ayuda médica.
El impacto de este caso ha reabierto el debate sobre la regulación de terapias alternativas y los riesgos de abandonar tratamientos médicos convencionales. Matthew Carr-Gomm, hijo de la víctima, expresó su profundo dolor y compartió que su madre había buscado alternativas desesperadamente después de años de lidiar con su enfermedad. A pesar de un episodio similar ocurrido meses antes en un taller de Xiao en Bulgaria, donde también enfermó gravemente, Carr-Gomm permaneció convencida del método.
El juez Bright concluyó que Xiao representa un peligro significativo debido a su influencia sobre personas vulnerables en busca de soluciones rápidas y milagrosas para sus problemas de salud. Su sentencia busca enviar un mensaje claro sobre la responsabilidad que recae en quienes promueven prácticas sin base científica, especialmente cuando estas implican riesgos para la vida de sus seguidores.
Este caso pone de manifiesto la necesidad de mayor concienciación pública sobre los peligros de las terapias no respaldadas por la ciencia y el impacto potencialmente devastador de abandonar tratamientos médicos esenciales.
Sigue leyendo: