La joya del rally: un Ford RS200 S está en subasta
El Ford RS200 S, un ícono del automovilismo creado para el legendario Grupo B de rally, será subastado en febrero de 2025
En el mundo del automovilismo, pocos nombres evocan tanta admiración como el del Ford RS200. Diseñado originalmente para dominar el ferozmente competitivo Grupo B del mundial de rally, este auto representa la mezcla perfecta de ingeniería, velocidad y un diseño futurista que sigue impresionando décadas después.
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Ahora, una versión sumamente rara, el RS200 S, está lista para cambiar de manos en una subasta que promete atraer a los coleccionistas más exigentes.
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La casa de subastas Iconic Auctioneers anunció que el próximo 22 de febrero de 2025 se subastará un Ford RS200 S en Stoneleigh Park, Reino Unido. Esta unidad en particular, una de las solo 20 fabricadas en la versión “S”, se espera que alcance un precio de hasta $350,000 dólares debido a su exclusividad, excelente estado y configuración original.
La subasta promete ser un evento destacado para los entusiastas de los autos clásicos y de competición.
Ford RS 200 S: un auto nacido para desafiar los límites
El Ford RS200 fue concebido como respuesta directa al dominio de autos legendarios como el Audi Quattro S1, el Peugeot 205 T16 y el Lancia Delta S4 en el Grupo B.
Este segmento, considerado el más extremo y peligroso en la historia del rally, demandaba vehículos ultraligeros, potentes y capaces de superar cualquier terreno.
Para este desafío, Ford creó desde cero una máquina revolucionaria. Diseñado por el renombrado ingeniero de Fórmula 1 Tony Southgate, el RS200 combinaba un chasis de fibra de vidrio con un motor central y tracción en las cuatro ruedas.
Este diseño no solo aseguraba una distribución de peso perfecta, sino también una estabilidad única en terrenos difíciles. En su versión estándar, el motor turboalimentado producía 250 caballos de fuerza, aunque las versiones de competencia podían superar los 450 HP.
La exclusividad del RS200 S
La versión “S” del RS200 fue concebida para llevar al límite las capacidades del modelo original. Gracias a una alianza entre Ford y el canadiense Murray DeWert, estas unidades recibieron mejoras en el motor, aumentando su potencia a 350 caballos de fuerza.
También se introdujeron ajustes en el interior, con asientos más cómodos y acabados de mayor calidad, buscando equilibrar la ferocidad del auto con un toque de confort.
Solo 20 unidades del RS200 S fueron fabricadas, lo que lo convierte en un objeto de deseo para los coleccionistas. Cada uno de estos modelos conserva una autenticidad que los distingue, desde su configuración mecánica hasta los detalles interiores que hablan de una época dorada en la historia del automovilismo.
El ejemplar de la subasta: un número especial
El Ford RS200 S que estará disponible en la subasta lleva el número de chasis 138, y es una de las pocas unidades pintadas en el exclusivo color “Rojo Ferrari”.
Además de su llamativa pintura, este vehículo se encuentra en un estado impecable, con solo 19,990 millas (32,000 kilómetros) recorridas desde su fabricación.
Todos sus componentes originales permanecen intactos, desde los asientos Recaro de medio cuero hasta el sistema de audio Ford con reproductor de radio y cassette.
La configuración incluye ventanas y espejos eléctricos, alfombras originales y un sistema de cierre centralizado con alarma, características avanzadas para su época. Este nivel de conservación y la rareza de la unidad aseguran que será una de las estrellas de la subasta.
Un legado inmortalizado
El RS200 no solo fue un auto destacado por sus capacidades en la pista, sino también por su influencia en la cultura automovilística. A pesar de su breve periodo de producción entre 1984 y 1986, este modelo se consolidó como un clásico atemporal, especialmente después de la prohibición del Grupo B en 1987.
Su legado se mantiene vivo en los corazones de los entusiastas y en eventos exclusivos como esta subasta.
Para quienes sueñan con poseer una pieza de la historia automotriz, esta es una oportunidad única. El Ford RS200 S es mucho más que un auto: es un testimonio de ingeniería, pasión y una época irrepetible en el automovilismo.
Si estás dispuesto a invertir $350,000 dólares, podrías ser el afortunado propietario de esta leyenda sobre ruedas.