Trump ordena a los trabajadores federales volver a la oficina o amenaza con despidos

En una de sus primeras acciones como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump emitió una orden ejecutiva que pone fin al trabajo remoto para todos los empleados federales, una medida destinada a reducir la fuerza laboral federal a través de la deserción.

La Casa Blanca instruyó a todos los departamentos y agencias del gobierno de Estados Unidos en el poder ejecutivo a poner fin a los acuerdos de trabajo remoto y exigir a los empleados que regresen al trabajo a tiempo completo. Los jefes de departamento pueden eximir a algunos trabajadores de este requisito, pero en casos muy específicos.

La orden ejecutiva fue una de las múltiples directivas dirigidas a la fuerza laboral federal de 2.3 millones de personas que, junto con el mandato de regreso a la oficina, incluye una congelación de contrataciones, reglas de contratación renovadas y otras medidas para hacer que sea más fácil despedir a los empleados de carrera de alto nivel.

La Casa Blanca dijo que las medidas eran necesarias para limitar lo que Trump y sus partidarios consideran un “estado profundo” que luchó contra sus acciones durante el primer mandato del presidente.

“Han existido numerosos casos bien documentados de funcionarios federales de carrera que se resisten y socavan las políticas y directivas de su dirección ejecutiva”, afirma una de las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente el lunes por la noche

“Por lo tanto, los principios de buena administración exigen que se tomen medidas para restablecer la rendición de cuentas a los funcionarios de carrera”, continúa.

Según la Oficina de Administración y Presupuesto, alrededor de 1.1 millones de empleados civiles federales, es decir, el 46% de la fuerza laboral civil, eran elegibles para alguna forma de teletrabajo. De ellos, aproximadamente 228.000 trabajadores, o el 10% de la fuerza laboral total, tenían puestos totalmente remotos sin obligación de acudir a una oficina.

Reacción sindical

Se espera que la directiva de regreso a la oficina enfrente una lucha por parte de los sindicatos federales, algunos de los cuales tienen el trabajo remoto escrito en sus contratos.

Un sindicato que representa a los trabajadores del gobierno criticó el mandato por considerar que representa un retorno al sistema clientelista que supervisó la fuerza laboral federal hasta fines del siglo XIX.

“Todo estadounidense tiene interés en garantizar que los empleados federales sigan siendo libres de llevar a cabo la misión de las agencias que los emplean sin temor a interferencias políticas”, dijo en un comunicado Everett Kelly, presidente nacional de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno (AFGE), que representa a 800,000 trabajadores del gobierno federal y del gobierno del Distrito de Columbia.

Kelly, cuyo sindicato representa a empleados del Departamento de Defensa, el Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Asuntos de Veteranos y la Administración del Seguro Social, entre otras agencias, también calificó las directivas de Trump como “un intento flagrante de corromper al gobierno federal eliminando los derechos de los empleados al debido proceso para que puedan ser despedidos por razones políticas”.

El Sindicato Nacional de Empleados del Tesoro presentó una demanda contra la orden ejecutiva “Anexo F” del presidente, una directiva que facilita que la administración Trump despida a empleados gubernamentales de carrera.

La orden de Trump es “contraria a la intención del Congreso”, según la denuncia presentada el lunes por la noche en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia.

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