Sitios web de salud de EE.UU. están siendo eliminados o modificados
EE.UU. eliminó sitios de salud sobre VIH y LGBTQ por órdenes de Trump, alarmando a expertos que advierten riesgos por la pérdida de información clave
La administración de Donald Trump implementó una serie de cambios en los sitios web y bases de datos de agencias de salud de Estados Unidos, eliminando información clave sobre el VIH, la comunidad LGBTQ y las directrices de tratamiento para diversas infecciones.
Estas modificaciones responden a órdenes ejecutivas que instruyen la supresión de programas federales de diversidad, equidad e inclusión (DEI) y establecen un reconocimiento binario del sexo en el gobierno. Como resultado, numerosos recursos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH) fueron retirados o alterados significativamente.
Desde el viernes pasado, al acceder a varias páginas de los CDC sobre el VIH, el usuario se encuentra con un mensaje de error o una nota indicando que el sitio está siendo modificado para cumplir con las órdenes presidenciales. Entre las eliminaciones se incluyen el índice de VIH, la página de pruebas, informes de vigilancia y directrices de tratamiento para infecciones de transmisión sexual. También desaparecieron recursos dirigidos a jóvenes LGBTQ, como información sobre la prevención del suicidio, estrategias para crear entornos escolares seguros y datos sobre desigualdades en salud en esta población. Además, el Sistema de Vigilancia de Conductas de Riesgo Juvenil, una herramienta clave que recopila información sobre hábitos de salud de estudiantes de secundaria, ya no está disponible.
Otras plataformas afectadas incluyen AtlasPlus, que ofrecía datos interactivos sobre el VIH, ETS, tuberculosis y hepatitis viral, y el Índice de Vulnerabilidad Social de los CDC, esencial para identificar comunidades en riesgo durante emergencias de salud pública. También se eliminó una página sobre seguridad alimentaria durante el embarazo.
Las directrices emitidas en un memorando del 29 de enero de la Oficina de Gestión de Personal de Estados Unidos ordenaron a las agencias federales eliminar cualquier contenido que promoviera la “ideología de género” antes del viernes a las 5 p. m. Un alto funcionario de salud declaró a CNN que el personal recibió instrucciones de cumplir estrictamente con la normativa, advirtiendo sobre “graves consecuencias” en caso de incumplimiento. Como medida preventiva, se optó por deshabilitar el acceso a grandes volúmenes de datos mientras se eliminaba o revisaba el lenguaje en los sitios web.
Ante la ausencia de información crucial, expertos en salud han manifestado su preocupación. La Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos y la Asociación de Medicina del VIH calificaron la eliminación de recursos y advirtieron que esta decisión genera una “brecha peligrosa” en la disponibilidad de datos científicos para responder a brotes de enfermedades. David C. Harvey, director ejecutivo de la Coalición Nacional de Directores de ETS, enfatizó que los médicos dependen de las directrices oficiales para diagnosticar y tratar infecciones de transmisión sexual, alertando que la falta de acceso a estas guías podría traducirse en muertes evitables, especialmente en casos de sífilis congénita.
El HHS justificó las modificaciones en un comunicado, afirmando que los cambios obedecen a las órdenes ejecutivas del expresidente Trump, que buscan “proteger a las mujeres del extremismo de la ideología de género y restaurar la verdad biológica en el gobierno federal”. No obstante, académicos, periodistas y defensores de la salud pública han advertido sobre el impacto negativo de la pérdida de estos recursos. La Asociación de Periodistas de la Salud envió una carta a las autoridades de salud exigiendo la restauración de los sitios eliminados, argumentando que los datos ausentes son fundamentales para educar al público sobre conductas de salud.
Ante la desaparición de estas páginas, activistas y expertos han recurrido a redes sociales para promover el archivado de los datos de los CDC, intentando preservar información que consideran vital. Sin embargo, el acceso a estos recursos sigue siendo incierto, dejando a investigadores, profesionales de la salud y ciudadanos sin una fuente confiable de información actualizada.
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