Presta atención a estas nuevas estafas
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Los estafadores están utilizando tecnología más sofisticada para engañarte y robarte tu dinero. Aquí encontrarás cómo mantenerte un paso adelante.
By Derek Kravitz
Una llamada del departamento de fraudes de tu banco. La oferta para unas vacaciones de ensueño. Un anuncio de trabajo atractivo. Los estafadores pueden meterse en tu vida, y en tu dinero, de formas engañosas. Hoy en día, incluso las estafas más antiguas están resurgiendo con el apoyo de la tecnología, que hace que estos engaños parezcan más convincentes y sean más peligrosos que nunca.
Por un lado, los delincuentes ahora pueden obtener con facilidad datos personales tuyos, desde tu fecha de nacimiento hasta tu número de Seguro Social, y usarlos para convencerte de su “identidad”, por ejemplo, que son un empleado de tu banco. Otro problema nuevo: están utilizando la inteligencia artificial para crear “deepfakes”, vídeos generados por computadoras que parecen reales, los cuales muestran personas que conoces y en las que confías, como directores ejecutivos y celebridades, con el fin de que bajes la guardia y abras tu cartera.
“Los estadounidenses siguen perdiendo grandes cantidades de dinero, incluso las personas que se consideran demasiado inteligentes como para caer en estafas”, dice John Breyault, que dirige la campaña Fraud.org del National Consumers League. En 2023, las denuncias por fraude en Estados Unidos aumentaron a más de 2.6 millones, una cifra máxima récord, con pérdidas estimadas en $10,000 millones, según la Comisión Federal de Comercio. Y el impacto real probablemente sea mucho mayor, ya que la mayoría de las víctimas no reportan las estafas a las autoridades ni a los organismos reguladores.
Algunas comunidades son especialmente vulnerables a las estafas digitales. Según el Cyber Readiness Report de 2024 de CR (PDF), los consumidores negros y latinos tienen más del doble de probabilidades que los consumidores blancos de haber perdido dinero debido a fraudes relacionados con la tecnología. Los estadounidenses de mayor edad, especialmente los que están aislados o experimentan soledad, también corren un riesgo alto de ser víctimas de estafas románticas y sorteos falsos. También los consumidores más jóvenes están siendo atacados cada vez más a través de las redes sociales con estafas de empleo, compras e inversión falsas en criptomonedas.
Para conocer más sobre cómo operan estas estafas, CR pidió a sus miembros que compartieran sus experiencias. Más de 400 de ellos respondieron. Hablamos con varias personas que fueron blanco de estafas, y consultamos a expertos para obtener consejos sobre cómo protegerte y evitar convertirte en una víctima más. Estas son sus historias.
La estafa de banco: ¡Tu cuenta ha sido comprometida!
Nombre: Cathy M.*
Vive en: Condado de Santa Clara, California
Monto perdido: $25,000
Cathy M., una viuda de 70 años, se considera una persona financieramente inteligente y evita tomar riesgos. Tiene configurado su teléfono para que todas las llamadas de números desconocidos vayan directamente a su buzón de voz. Además, jamás le daría la información de su cuenta de banco a nadie por teléfono.
Por esta razón, el pasado mes de septiembre, cuando en su identificador de llamadas vio el nombre de Wells Fargo y la persona que llamó se presentó como un representante del departamento de fraude del banco, Cathy desconfío de inmediato. El hombre le dijo que su cuenta había sido comprometida y que quería verificar algunos cargos recientes que, al parecer, se habían realizado en Texas, un lugar que ella no había visitado recientemente.
“¿Cómo sé que realmente eres de Wells Fargo?” fue la primera pregunta de Cathy.
La persona que llamó entonces le leyó a Cathy los últimos cuatro dígitos de su número de Seguro Social, un dato tan privado que, en su opinión, solo alguien de su banco podía saberlo. Ella bajó la guardia y se mostró más dispuesta a ayudar para prevenir más transacciones fraudulentas.
Durante los siguientes 90 minutos, la persona que la llamó le solicitó a Cathy varios datos de banco, incluyendo la contraseña de su cuenta. También le pidió que escribiera y leyera en voz alta largas cifras de números de transacciones que él llamó “transaction IDs”. Mientras ella, estaba ocupada ayudando en lo que creía que era una prevención de fraude, el estafador (o un cómplice) cambió el número de teléfono de contacto en la cuenta de Cathy y llamó a Wells Fargo, haciéndose pasar por ella, para decirle a un empleado que estaba autorizando una transferencia bancaria de $25,000 para pagarle a un contratista. Wells Fargo le envió de inmediato un correo electrónico a Cathy preguntando sobre una actividad sospechosa en su cuenta, pero ella no vio el correo debido a que el estafador la mantuvo distraída. El estafador también le dijo que no entrara a su cuenta de banco durante algunas horas porque la “investigación” seguía activa.
Cuando finalmente colgó, Cathy tuvo un mal presentimiento. De inmediato llamó a Wells Fargo usando el número de teléfono que aparece en el sitio web de la empresa, pero ya era demasiado tarde. La transferencia de banco ya se había realizado y no podía revertirse.
La estafa de $25,000 dejó solo $2,017.75 en la cuenta de ahorros de Cathy. Un día después, Wells Fargo rechazó su solicitud de reembolso, argumentando que, aunque había compartido su información financiera bajo engaño, lo había hecho de manera voluntaria, por lo que el banco no podía hacer nada. El banco expresa “su profunda empatía” en casos como el de Cathy.
Meses después, Cathy dice que todavía le cuesta trabajo dormir por la noche, repasando una y otra vez lo que sucedió y “qué fue lo que hizo que le creyera. Estoy muy enojada”, dice.
Cómo protegerte
Los estafadores que realizan fraudes de suplantación de identidad pueden usar lo que se llama tecnología de spoofing para hacer que una llamada telefónica o un mensaje de texto parezca que proviene de tu banco. Además, pueden comprar información personal (como números de Seguro Social y cuentas de banco) en el dark web o a través de la aplicación de mensajes Telegram, lo que les ayuda a convencerte de que son quienes dicen ser. Esto es lo que debes hacer para protegerte:
Confirma que la comunicación es auténtica. Si un banco o una agencia gubernamental se comunica contigo, no asumas que el identificador de llamadas muestra la información correcta. Cuelga y busca el número de teléfono oficial en línea para llamar al banco o la agencia nuevamente. Como precaución, también es una buena idea configurar tu teléfono para que todas las llamadas desconocidas se vayan directamente al buzón de voz.
Nunca compartas tu información financiera con nadie. Los empleados legítimos de un banco nunca te pedirán tu nombre de usuario, NIP, códigos de acceso de un solo uso o contraseñas. Los bancos entienden que esta información es privada y debe mantenerse segura. En su lugar, para confirmar tu identidad, te enviarán un código de un solo uso para que lo ingreses tú mismo.
No te apresures. Para desorientarte, los estafadores suelen decir que el asunto debe resolverse de inmediato o tu dinero podría estar en riesgo. No caigas en la trampa. Mejor confirma tú mismo si realmente hay un problema llamando y preguntándole al banco o a la agencia gubernamental.
La estafa en compras: ¡Me quedo con esto y con tu dinero también!
Nombre: Kathy D.*
Vive en: Washington, D.C.
Monto perdido: $200
Kathy D., quien trabajó en investigación ambiental, políticas y educación para varias agencias federales y organizaciones sin fines de lucro en Washington, D.C., quería vender una mesa de comedor, así que la publicó por $250 en Facebook Marketplace.
En cuestión de minutos, Kathy dice que una persona interesada respondió y aceptó el trato sin siquiera ver la mesa. Como la estaba ofreciendo a un buen precio, a Kathy le pareció lógico que la compradora quisiera cerrar el trato rápido. “Estaba tan emocionada porque pensé que realmente íbamos a vender esta cosa”, recuerda Kathy.
Kathy recuerda que la compradora le escribió diciendo que era sueca y que cualquier error de ortografía en sus mensajes se debía a su inglés limitado. Ella dice que la compradora le envió una foto para confirmar que era una persona real. (“Una rubia muy atractiva, con ciertos rasgos escandinavos”, recuerda Kathy).
Luego, la compradora dijo que quería confirmar que Kathy era una persona de verdad, vendiendo un mueble real: Si Kathy le enviaba 200 dólares por Zelle, la compradora se los devolvería inmediatamente junto con el precio de la mesa. La solicitud parecía extraña, pero Kathy dice que no sabía cómo funcionaban las transacciones en Facebook Marketplace. Además, sintió que su propia honestidad estaba en tela de juicio. Y realmente quería vender la mesa.
Entonces, a pesar de sus dudas, Kathy envió el dinero. Luego llegó una segunda solicitud, esta vez para que Kathy pagará el seguro si la mesa llegaba dañada. Molesta, Kathy estuvo a punto de echarse para atrás, pero finalmente envió ese dinero también. El segundo pago no pasó porque el banco de Kathy lo señaló como sospechoso. Ante la insistencia de la compradora, Kathy llamó a su banco para autorizar el pago.
Kathy dice que se dio cuenta de que era una estafa cuando el empleado del banco comenzó a hacerle preguntas. Cuando se le pidió un comentario, Meta, la empresa dueña de Facebook Marketplace, dijo que la plataforma está invirtiendo en tecnología para eliminar amenazas de estafas similares.
Cómo protegerte
Comprar o vender productos en línea a otra persona tiene riesgos. Los cheques pueden rebotar, los productos comprados pueden no llegar nunca y tanto los compradores como los vendedores pueden ser estafadores que buscan que les envíes dinero de forma rápida para después desaparecer, como en el caso de Kathy. Aquí tienes algunas recomendaciones para usar las plataformas de compra y venta de forma segura:
Verifica con quién estás tratando. Al vender o comprar en plataformas como Facebook Marketplace, revisa el perfil de Facebook del comprador o vendedor, y confirma si tiene amigos y actividad real, como fotos de vacaciones publicadas recientemente. Por otra parte, verifica sus transacciones anteriores en Facebook Marketplace y las reseñas de otros compradores y vendedores.
Desconfía de cualquier persona que te ofrezca pagar el precio completo. También, si no parece interesada en la condición del artículo o en verlo en persona. Estas podrían ser señales de que el comprador realmente no quiere el artículo y solo está buscando estafarte.
No le des a un comprador tu dirección ni otra información personal. Para completar la transacción, ponte de acuerdo para reunirte en un lugar público y acepta el pago solo en efectivo. Zelle, Venmo y otros métodos de pago que son inmediatos, no ofrecen protecciones para el consumidor, por lo que solo debes usarlos para enviar o recibir dinero de personas que conoces y en las que confías.
Utiliza plataformas con protecciones integradas. Sitios como Etsy y eBay, por ejemplo, ofrecen garantías tanto para compradores como para vendedores en caso de que haya problemas con la transacción. Además, ellos se encargan de los pagos, por lo que nunca tendrás que darle a un desconocido tu número de tarjeta de crédito.
La estafa laboral: ¡Tengo un empleo (falso) para ti!
Nombre: Courtney T.*
Vive en: Santee, California
Monto casi perdido: $500
En 2023, Courtney T. estaba lista para un cambio de trabajo y había estado buscando ofertas de trabajo en línea cuando vio una vacante en Luminis Health, un proveedor de atención médica regional sin fines de lucro. El puesto ofrecía un horario de medio tiempo y un buen salario. Courtney envió su solicitud y de inmediato recibió un mensaje de alguien que parecía ser un representante de Luminis. Se presentó como Andrew, el “gerente de entrevistas en línea” de la empresa. A través de un chat de Microsoft Teams, Courtney siguió sus indicaciones, completó un cuestionario y proporcionó referencias. Nunca conoció ni habló con Andrew, pero rápidamente le dijeron que era “una buena candidata” y le ofrecieron un puesto.
Fue entonces que Andrew le dijo a Courtney que necesitaba comprar un nuevo equipo de computación. Pero no te preocupes por los costos, dijo, porque la empresa te enviará fondos para cubrir los gastos iniciales. De hecho, cuando revisó su cuenta bancaria, la suma prometida estaba pendiente. En ese momento, Andrew le dijo que enviara $500 a través de Zelle al proveedor elegido por la empresa a una dirección de correo electrónico de Yahoo.
En ese momento, Courtney pensó que era extraño que la empresa le pidiera dinero a una nueva empleada, pero se convenció de que tenía algo que ver con los protocolos posteriores al COVID. Entonces intentó enviar el dinero. Afortunadamente, su banco, tal vez sospechando una estafa, retrasó y luego canceló la transacción.
Courtney le contó el problema del pago a Andrew, quien luego le dijo que usara Apple Pay o Cash App. Fue entonces cuando Courtney comenzó a sospechar que esto podría ser una estafa. Afortunadamente, no había renunciado a su actual trabajo, pero estuvo a punto de quedarse sin trabajo y con $500 menos. Luminis dice que está al tanto de estafas como la que encontró Courtney y está “trabajando incansablemente para proteger a quienes buscan empleo”.
Cómo protegerte
Las publicaciones de empleo fraudulentas suelen venir acompañadas de sitios web falsos de empresas y páginas de LinkedIn, reclutadores ficticios con perfiles bien elaborados en redes sociales y procesos de selección que aparentan ser legítimos. Las estafas de empleo generalmente se dirigen a personas jóvenes que son más expertas en tecnología. Para evitarlas: Investiga la empresa por tu cuenta. Para confirmar que es legítima, busca su página de internet oficial y verifica que tenga una dirección y un número de teléfono. Si encuentras varios sitios web para la misma empresa, considera eso una señal de alerta.
Nunca envíes dinero ni proporciones información de cuentas de banco a un empleador, reclutador o agencia de trabajo temporal. Los estafadores pueden hacerse pasar por empresas legítimas de manera muy convincente.
Insiste en tener una junta en línea o en persona. Las videollamadas ofrecen mayor transparencia y la oportunidad de hacer preguntas más específicas.
La estafa en viajes: ¡Vacaciones de ensueño por muchos años!
Nombre: James Orr
Vive en: Fresno, California
Monto perdido: $7,000
Cuando James Orr, un ingeniero que vive con su esposa en Fresno, California, vio un folleto de Primo Network Adventures en su buzón, le llamó la atención. El anuncio de colores llamativos incluía imágenes de personas relajándose en cruceros y descansando en asientos de primera clase en aviones. Prometía un crucero y una semana de alojamiento en un apartamento, además de la oportunidad de ganar premios exclusivos, como un Tesla. Había programada una sesión informativa en un hotel cercano, y Orr y su esposa decidieron asistir.
Cuando llegaron, se enteraron del programa de membresía de viajes de 10 años de Primo, que incluía el alquiler de un apartamento y grandes descuentos en reservaciones exclusivas de viaje. El costo: casi $12,000 por adelantado, más tarifas anuales.
Uno de los incentivos de venta clave fue la página de Facebook de Primo, llena de fotos hermosas de playas, complejos turísticos y otras atracciones. Primo también promocionaba un portal de reservaciones protegido con contraseña. Orr no había oído hablar de la marca, pero decidió que la empresa parecía legítima, y los posibles ahorros parecían ser muy grandes.
Aun así, Orr no estaba completamente convencido. Dice que les dijo que $12,000 era demasiado. Entonces, le preguntaron cuánto estaba dispuesto a pagar. Orr ofreció $7,000, la cantidad que acababa de recibir por un trabajo de consultoría, y aceptaron. Orr luego firmó un contrato de ocho páginas que, dice, no leyó con detenimiento.
Resultó que la membresía de Primo era solo una nueva versión de la vieja estafa de tiempo compartido. Es probable que Primo utilizó una estrategia de publicidad para identificar a personas mayores, jubiladas con una buena situación económica, adquiriendo su información personal a través de intermediarios de datos. Orr dice que nunca pudo aprovechar ninguna de las ofertas prometidas, ya que ninguna era realmente atractiva o coincidía con las fechas en las que podía viajar. Con el tiempo, él y su esposa terminaron por desconfiar de todo lo que recibían de Primo.
Al final, Orr usó su membresía de Primo solo una vez, para reservar una habitación de motel para una reunión de exalumnos de su preparatoria. Calcula que ahorró aproximadamente $100 en esa reservación.
CR intentó comunicarse con Primo para obtener comentarios, pero su sitio web y números de teléfono ya no funcionan. Un agente de viajes que anteriormente había trabajado con la empresa dijo que, al parecer, Primo ha cerrado sus operaciones.
Cómo protegerte
Los estafadores ahora cuentan con herramientas avanzadas para identificar a las personas que pueden caer más fácilmente en sus tácticas de presión y engaño. Pueden comprar “expedientes completos” con información obtenida de fuentes en línea de acceso público, así como datos personales recopilados a través de ataques cibernéticos y fugas de información. Luego, adaptan sus estafas para enfocarse en víctimas especialmente lucrativas, como jubilados que viven en zonas con un alto poder adquisitivo.
Las estafas en sí son manipuladoras. Los estafadores suelen presionar a sus víctimas para que actúen de forma rápida y no pierdan supuestas oportunidades que son valiosas. El objetivo es evitar que pienses demasiado en lo que estás comprando o en cuánto estás gastando. Así que, antes de dejarte llevar por una oferta que parece increíble, ten en cuenta estos consejos:
Tómate tu tiempo. Como dice el dicho, si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea. En el caso de James, los estafadores le ofrecieron viajes de lujo y grandes descuentos. Al decirle que tenía que decidir de inmediato, lo engañaron para que tomara una decisión apresurada sin leer los términos de la letra pequeña.
Desconfía de los premios de promoción. Los consumidores suelen verse atraídos por la simple posibilidad de ganar un premio dentro de un sorteo. No caigas en la trampa. Aunque los organizadores cumplan con su obligación de informar claramente las probabilidades de ganar, lo más probable es que sean extremadamente bajas.
Alerta a tu compañía de tarjeta de crédito. Si crees que has sido víctima de este tipo de estafa y realizaste el pago con tarjeta de crédito, repórtalo a tu compañía de tarjeta de crédito lo antes posible. Disputar un cargo en la tarjeta de crédito obliga a la institución financiera a investigar si los compradores realmente recibieron lo que pagaron. En muchos casos, si se descubre una estafa, los cargos pueden anularse.
Comunícate de inmediato con la fiscalía general de tu estado. Muchas oficinas del fiscal general cuentan con portales web y líneas directas para que los consumidores presenten quejas. También debes presentar una denuncia ante el departamento de policía local, la Comisión Federal de Comercio y la Oficina de Protección Financiera del Consumidor. En algunos casos, estas entidades pueden identificar a los estafadores como parte de investigaciones más amplias y, eventualmente, ayudarte a recuperar parte de tu dinero.
Evita una estafa antes de que ocurra
Aquí te explicamos cómo evitar ser blanco de estafas, o perder dinero si llegas a serlo.
Comparte menos en público. Cuanta más información personal publiques, más material tendrá un estafador para crear un ataque personalizado. No compartas números de teléfono, direcciones o datos financieros en las redes sociales, indican los expertos. Piensa dos veces antes de publicar fotos de tu hogar, detalles sobre una enfermedad o los nombres de los miembros de tu familia.
Desconfía de las “emergencias”. Los estafadores suelen crear situaciones urgentes para presionar a sus víctimas a que actúen rápido. Pueden hacerse pasar por agentes de la ley o funcionarios del IRS, y pedirte que les pagues de inmediato para evitar una multa financiera. Otros se hacen pasar por agentes de soporte técnico y dicen que necesitan acceso a tu computadora para evitar un supuesto ataque. Si alguien te apura a tomar una decisión, es una señal de estafa.
No compartas con nadie. Nunca le reveles información personal sensible a nadie que te contacte por correo, mensaje de texto, teléfono o mensaje de una aplicación, Esto incluye números de cuentas bancarias, contraseñas y códigos de seguridad, pero también tu fecha de nacimiento, dirección, número de Seguro Social o cualquier otro dato que pueda usarse para obtener beneficios económicos de manera fraudulenta.
Busca una segunda opinión. ¿Algo te parece sospechoso? Coméntalo con amigos o familiares antes de actuar. Es posible que hayan escuchado casos similares. Y hablar con alguien que es neutral puede ayudarte a ver lo que realmente está sucediendo.
Nota del editor: Este artículo también se publicó en la edición de marzo de 2025 de la revista Consumer Reports.
*Apellido reservado a petición de la persona.
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