“China cree que Putin es un fanático obsesivo, pero le interesa que esté en el Kremlin”

El experto en China Alexander Gabuev habla con la BBC sobre los matices de la posición china, su actitud ante Rusia, Ucrania y la guerra entre ambos

"China cree que Putin es un fanático obsesivo, pero le interesa que esté en el Kremlin"

El sinólogo Alexander Gabuev.  Crédito: BBC

Mientras la mayoría de las noticias sobre un posible acuerdo de paz en Ucrania están relacionadas con el activismo desenfrenado de Donald Trump y el nuevo gobierno estadounidense, un actor importante en el mapa geopolítico del mundo pasa más inadvertido: China.

Los países occidentales acusan a China de ayudar a Rusia a librar la guerra contra Ucrania, entre otras cosas por no apoyar las sanciones occidentales y seguir suministrando a Moscú productos electrónicos y otros bienes de doble uso.

En Ucrania, muchos creen que Pekín está haciendo todo lo posible para ayudar a Moscú, aunque podría ordenar fácilmente a su “socio menor” que dejara de luchar.

Se cree también que Donald Trump se está acercando a Moscú precisamente para romper su tándem con Pekín.

En el mundo real, sin embargo, las cosas son algo más complicadas.

Hablamos con Alexander Gabuev, experto en China y director del Centro Carnegie de Estudios Rusos y Euroasiáticos de Berlín, sobre los matices de la posición china, su actitud ante Rusia, Ucrania y la guerra entre ambos, y si el “escenario ucraniano” puede trasladarse a Taiwán.

(Gabuev, quien es ruso, ha sido declarado “agente extranjero” en su país, y la Fundación Carnegie no sólo ha sido declarada “agente extranjero”, sino también “organización indeseable”).

BBC:

Para China lo principal es la paz en Ucrania

¿Cómo es el orden político mundial ideal desde la perspectiva de China?

Por un lado, para decirlo de forma muy sencilla, los chinos no tienen la idea de que sean el “ombligo del mundo”, que lo sepan todo mejor que nadie y que todos debieran vivir como ellos.

Pero China, según su visión, es, por supuesto, la potencia más poderosa de la Tierra.

O, desde otro punto de vista: Estados Unidos domina el hemisferio occidental y China el oriental.

En Asia, China es la potencia hegemónica absoluta, aquí no hay guerras porque todos reconocen de facto la soberanía de China y respetan sus intereses.

En un mundo ideal, según ellos, reina la armonía gracias a la fuerza y ​​estabilidad de China.

El comercio mundial se lleva a cabo según reglas que no son muy diferentes de las actuales, que son beneficiosas no sólo para China, sino para todos, pero, ante todo, para China.

Y aquí debemos hacer una observación muy importante sobre cómo nuestras culturas difieren en su comprensión de lo que es un acuerdo win-win (en el que todos ganan).

En la concepción occidental, win-win es cuando la proporción de esta ganancia entre las partes del acuerdo fluctúa en torno al “50/50” o, digamos, “40/60”. Y en la visión china, un acuerdo win-win es cualquier acuerdo en el que cada parte obtiene algún beneficio.

Es decir, hipotéticamente hablando, si empezamos a hacer negocios y ganamos dinero juntos, pero tú obtienes un kopeck (unidad monetaria rusa y ucraniana) de ganancia y yo 99, entonces, según como lo entienden los chinos, esto sigue siendo win-win, porque tú has ganado algo.

Si no fuera por este negocio, no habrías ganado absolutamente nada.

Según esta imagen del orden mundial, ¿qué es la guerra entre Ucrania y Rusia?

Si eliminamos las analogías históricas, la guerra entre Ucrania y Rusia es ciertamente un conflicto muy alejado de China.

Pero afecta a China porque involucra a su vecino más importante, Rusia, que ni siquiera es un aliado sino un socio menor, un país con una cultura política similar y una orientación estratégica hacia la contención de la hegemonía de Estados Unidos.

Por otra parte, Europa, el mayor mercado de productos chinos, importante en términos de tecnología, inversiones, etc., está involucrada en este conflicto.

En tercer lugar, está involucrada Ucrania, que también es un país bastante importante para China, aunque claramente no tan importante como Rusia o Europa.

Por último, en la guerra participa directamente Estados Unidos: actualmente es el estado más poderoso del mundo moderno y un competidor directo de China en la lucha por la influencia y el poder en el siglo XXI.

Esta guerra afecta a los mercados de alimentos, energía, fertilizantes, metales… y esto afecta indirectamente a China, provocando, por ejemplo, un aumento de los precios de algunos bienes.

Hasta hace poco, también fue una guerra que fortaleció la presencia estadounidense en Europa y estrechó el vínculo entre Estados Unidos y sus aliados.

Esta guerra tiene un impacto claramente negativo sobre muchos de los intereses de China. Por supuesto, sería mejor para China si esta guerra no se hubiera producido, pero, por otro lado, también hay aspectos positivos para el gigante asiático.

¿Qué escuchan los chinos de a pie sobre la guerra en Ucrania en los medios de comunicación de allí?

En general, el relato oficial y lo que se discute en las redes sociales son diferentes.

La narrativa en la televisión estatal podría describirse como “no todo está tan claro”.

Es decir, sí, hay una guerra y la guerra generalmente es mala. Se ha violado la integridad territorial y eso tampoco es bueno.

Pero, por otro lado, todo esto, por supuesto, ha sido a causa de la expansión de la OTAN y de las maquinaciones estadounidenses, por lo que se puede entender a Rusia.

Getty Images:

Y luego están las redes sociales. También son una plataforma censurada. Si hay algo escrito allí, lo más posible es que haya sido previamente moderado. No se puede ver una publicación o un comentario hasta que un censor lo haya leído o un algoritmo lo haya limpiado.

En los debates sobre Rusia y Ucrania en las redes sociales se pueden encontrar muchas opiniones sinceras de los usuarios, aunque, por supuesto, no se puede decir que sean una muestra representativa de un país de 1.400 millones de habitantes.

Así, a menudo se puede encontrar la siguiente narrativa: “vemos que se ha violado la integridad territorial del país”.

“Nosotros tenemos Taiwán, el Tíbet, etc., hay gente mala que intenta arrebatarnos algo por la fuerza”.

“Al igual que los estadounidenses intentan apoyar a los separatistas en nuestro país, los rusos apoyan a los separatistas en Donbás. Esto es malo, así que no deberíamos apoyar a Rusia en esta guerra por razones de principios”.

En la etapa inicial de la guerra hubo muchos comentarios, digamos, despectivos sobre Rusia, mientras que ahora este tema ha pasado a un segundo plano.

¿A quién apoya oficialmente Pekín? ¿Cuál es el resultado final deseado para China?

Me parece que para China el objetivo final es que llegue la paz, que nadie dispare contra nadie, que Rusia permanezca lo más aislada posible de Occidente, que China participe de algún modo en el establecimiento de la paz y sea elogiada por ello.

Es decir, la paz debe llegar, la guerra no debe reanudarse, Rusia no debe atacar más a Ucrania. Al mismo tiempo, los chinos creen que Ucrania en la OTAN es algo malo.

Para los chinos no es tan importante dónde estará la línea de demarcación.

Los chinos no creen que Ucrania pueda volver a las fronteras de 1991. Es decir, Ucrania conserva su soberanía e independencia, pero no su integridad territorial. Esto es, por supuesto, malo, los chinos no reconocen las nuevas fronteras, pero aun así.

¿Entiendo correctamente que si los ucranianos dejan de morir en la guerra, eso será un win-win según la interpretación china en esta situación?

Sí, eso ya estará bien. Además, hay consideraciones humanísticas, puramente humanas, de que cualquier guerra es mala.

Pero la guerra también es mala porque el apoyo de China a Rusia en esta guerra atrae constantemente la atención occidental hacia Pekín y se introducen sanciones secundarias contra las empresas chinas.

Europa percibe cada vez más a China no sólo como un “admirador” de la Rusia revanchista, sino como su socio, una retaguardia profunda y confiable, es decir, como parte de la amenaza existencial a la seguridad de Europa. Y esto se refleja en las relaciones entre China y la Unión Europea.

A China, por supuesto, le gustaría que este rastro tóxico desapareciera lo antes posible.

Pekín no entiende las razones de Putin

¿Está China ayudando a Rusia en esta guerra?

En primer lugar, ha mantenido todo el volumen de sus relaciones comerciales y económicas con Rusia e incluso lo ha incrementado considerablemente.

Al comienzo de la invasión a gran escala, el volumen del comercio ruso-chino ascendía a US$147.000 millones. El año pasado, esa cifra ascendió a US$245.000 millones.

China empezó a comprar más petróleo ruso, violando así, por lo que sabemos, el techo de precios (impuesto por los países occidentales para limitar los ingresos de Moscú).

Al mismo tiempo, China no viola abiertamente las sanciones, sino que hace todo lo que no está directamente prohibido o encuentra lagunas en ellas.

Se trata de una ayuda muy significativa, ya que el dinero que alimenta el presupuesto militar ruso es un componente importante.

El segundo son los productos de consumo que llenan los estantes de las tiendas rusas.

Las marcas chinas están reemplazando a las marcas occidentales que han abandonado Rusia. Gracias a ellos, la gente tiene algo que conducir, teléfonos móviles para usar, aparatos electrónicos, etc. Esto también es una ayuda.

BBC:

La tercera es una maquinaria puramente militar: componentes, máquinas metalúrgicas, chips y todo lo que no son directamente armas, pero con lo que se fabrican estas armas.

Todo esto también lo suministra China y, además, es a través de China que a menudo se suministran componentes estadounidenses y europeos que luego se encuentran en los misiles y drones rusos.

La posibilidad de utilizar el yuan para realizar pagos, mientras que la mitad de las reservas de Rusia están congeladas y la otra mitad están en yuanes y oro, y que Rusia pueda utilizarlos, también es una ayuda importante.

Bueno, y apoyo diplomático: no condena la agresión y se opone a la creación de un frente unido con la participación de los países del Sur Global que condene a Rusia por la invasión. Este es un apoyo importante.

Sin embargo, China no está particularmente orgullosa de este apoyo en los foros internacionales.

China dice que no hace lo que hace Occidente. Después de todo, Occidente suministra armas directamente a Ucrania, comparte inteligencia con Kyiv, entrena a soldados de las Fuerzas Armadas ucranianas, etc.

Es evidente que China está haciendo algo de lo que sabemos menos y de una manera más secreta. Es decir, comparte datos de sus satélites con Rusia, ayuda con cierta inteligencia, pero todavía no es tanto ni tan explícito como lo que hace Occidente con Ucrania.

Y esto le da a China una razón para decir que no está echando leña al fuego.

Por otra parte, China entiende que una parte importante de los países del mundo perciben lo que está sucediendo como una guerra más, especialmente entre blancos y blancos. Para ellos, el conflicto en Ucrania es una guerra por poderes entre superpotencias.

Si en esta situación Rusia está dispuesta a proporcionar petróleo, fertilizantes, cereal (propio y robado a Ucrania) con descuento, ¿por qué no aprovecharlo, si lo necesitamos?

Muchos países del mundo lo hacen y no condenan a China por ello. India, la mayor democracia del mundo, hace menos que China, pero hace lo suficiente para mantener a Rusia a flote, al menos en términos de apoyo a sus exportaciones.

En un momento dado, Volodymyr Zelensky dijo que China tenía la capacidad de presionar a Rusia y así acelerar el final de la guerra. ¿Hasta qué punto es cierta la idea de que China puede poner fin a esta guerra con solo chasquear los dedos, simplemente diciéndole a Putin que pare?

No creo que China pueda terminar la guerra con un chasquido de dedos.

La interpretación china de la situación es que Putin, cuando llegó a Pekín en febrero de 2022 y firmó esa famosa declaración conjunta sobre la “asociación sin fronteras”, no le dijo a Xi Jinping exactamente qué planeaba hacer.

No conocemos realmente los detalles. Tal vez discutieron, por ejemplo, la intensificación de las acciones militares en el Donbás, pero los chinos no tenían ni la menor idea de que iba a ocurrir algo de tal envergadura.

Por lo tanto, China, a diferencia de los países occidentales, no evacuó su embajada ni organizó la evacuación de sus ciudadanos de Ucrania.

Todos mis contactos chinos con los que hablé en enero y principios de febrero de 2022 (diplomáticos, expertos, personas vinculadas a los servicios de inteligencia) estaban absolutamente convencidos de que no habría guerra.

Getty Images: China tiene estrechos vínculos económicos con Rusia, como puede verse en esta tienda de productos rusos en el municipio chino de Chongqing.

Su argumento principal era que sería desfavorable para Rusia.

Aunque Moscú se impusiera, habría pérdidas entre las filas rusas y la imposición de sanciones a gran escala.

Significaría una guerra de guerrillas, al menos en parte del territorio de Ucrania, un aumento de la presencia militar estadounidense en Europa, una posible expansión de la OTAN y una mayor dependencia rusa de China.

¿Qué sentido tendría, incluso en el supuesto de que Rusia tuviera éxito?, se preguntaban.

Pensaron que, si esto lo vemos en China, seguramente Putin no es idiota y el Kremlin también lo ve. Pero se equivocaron.

Creo que ahora afirman que Putin está obsesionado con Ucrania y el control de ese país por razones que no les quedan muy claras.

Ven que Rusia se ha convertido en un país más vulnerable, que ha creado para sí mismo muchos riesgos y peligros que simplemente no existían antes de la invasión a gran escala creada por esta decisión de Putin. Sin embargo, el presidente ruso continúa insistiendo en el mismo objetivo porque es importante para él.

Así que, continúan, si Putin está tan obsesionado con este objetivo, ¿podemos, usando nuestras herramientas, cortando el comercio con Rusia, etc., obligarle a cambiar su estrategia? No hay ninguna garantía de esto.

Por otra parte, y esto es muy importante para China, Rusia es un recurso importante para luchar contra la hegemonía estadounidense y fortalecer a Pekín.

Es una fuente de recursos naturales baratos que se transportan por tierra en lugar de a través de rutas marítimas vulnerables. Es un mercado, una fuente de tecnología militar avanzada en algunas áreas en las que Rusia aún tiene algo de experiencia, es una fuente potencial de cerebros en algunas áreas, y así sucesivamente.

Y si el fin de la guerra o, más aún, una hipotética derrota militar de Rusia condujera a un cambio de gobierno hacia uno prooccidental, esto sería una pesadilla para China.

Se acabó, Rusia cae en la esfera de influencia occidental, y ellos quedan rodeados.

Así que no les importa cómo termine la guerra, lo que les importa es que Putin o alguien como Putin esté en el Kremlin.

En consecuencia, están dispuestos a jugar al límite de violar las sanciones, siempre y cuando Rusia siga estando lo suficientemente preparada para el combate como para, al menos, no perder, porque eso no responde a sus intereses. Aunque piensan que Putin es un fanático obsesivo.

Y, en tercer lugar, cada vez que los estadounidenses han empezado a hablar de presionar a Rusia, China ha respondido: vale, pero ¿qué obtendremos a cambio? Te haremos un favor ¿y tú qué harás por nosotros?

Apenas hay margen para abrir una brecha entre China y Rusia

¿Cuál es la actitud de la China actual hacia la Rusia moderna, en términos muy sencillos? Para Pekín, ¿es Moscú un apéndice de materias primas, un socio estratégico con una declaración firmada de asociación ilimitada, un aliado situacional o, tal vez, un adversario potencial?

En primer lugar, existe un sentimiento de superioridad cultural y racial.

Está claro que allí hay gente culta que no es chovinista, pero en general los chinos creen que su civilización de cinco mil años es claramente superior a otros pueblos.

En las redes sociales, a menudo se pueden encontrar collages de cómo se ve la frontera rusa, la misma Blagoveshchensk, y cómo se ve la ciudad china de Heihe, que en el momento del colapso de la Unión Soviética era solo campo, pero ahora se ha convertido en una ciudad con rascacielos y una población de casi un millón y medio.

Esto alimenta el sentimiento de que somos buenos y lo hicimos porque somos chinos. Pero ustedes fracasaron no sólo porque el malo de Gorbachov destruyó la Unión, sino porque son rusos y su cultura es peor.

Getty Images: La ciudad china de Heihe, en la frontera con Rusia.

Por otra parte, existe la sensación de que Rusia no es un aliado, sino un socio y un vecino.

Los rusos y los chinos están unidos por su aversión a un enemigo común: los estadounidenses.

Ahora debemos trabajar juntos para poner a los estadounidenses en su lugar y luego lo solucionaremos. Después de todo, los chinos son, ante todo, pragmáticos.

Y es esta percepción pragmática de Rusia la que determina la política actual, y no pensamientos sobre su superioridad cultural o cualquier emoción.

Finalmente, algunas personas sienten nostalgia por los territorios perdidos. No olvidan que la Rusia zarista robó a China un millón de kilómetros cuadrados de territorio y, en general, sería una buena idea devolvérselo.

Es más bien algo latente, pero seguro que se puede activar.

Algunos comentaristas creen que el actual gobierno estadounidense pretende llevar a cabo una operación geopolítica “a la inversa de Nixon”: separar a Rusia de China para impedir que Pekín se haga demasiado fuerte. ¿Está de acuerdo con esta opinión y, en caso afirmativo, está China contrarrestándola?

Durante la campaña electoral, Donald Trump dijo directamente que el acercamiento entre Rusia y China es contrario a los intereses de Estados Unidos y que pretende separarlos.

Por lo que sabemos, su equipo, entre ellos el asesor de Seguridad Nacional (Michael) Waltz y el secretario de Estado, (Marco) Rubio, creen que las políticas de Nixon y Kissinger, que se acercaron a China y aprovecharon la división chino-soviética, ayudaron a ganar la Guerra Fría.

Y que en este triángulo de grandes potencias EE.UU.–China–Rusia (antes la URSS) gana el bando que tiene mejores relaciones con los demás de las que los otros tienen entre sí.

Por eso ahora es importante para Estados Unidos establecer relaciones con Rusia, y todo lo que hace, incluso con respecto a Ucrania, se explica por esta lógica geopolítica.

Creo que hay bastante evidencia de que esto es parte de la motivación de Trump.

Además de que quiere poner fin a la guerra, además de que las garantías de seguridad para Ucrania aparentemente le preocupan mucho menos que al gobierno de Biden, y que en general tiene más simpatía personal por Putin que por Zelensky, la política exterior de Trump es personalista.

Trump tiene la idea de que la asociación con Rusia abrirá nuevas oportunidades para las empresas estadounidenses, y los rusos están utilizando esto muy activamente, dibujando en la mente de Trump la imagen de una asociación ruso-estadounidense mágica que lo ayudará.

En esta imagen del mundo, Ucrania es simplemente una especie de obstáculo que hay que mover para que no interfiera en el camino hacia esa brillante meta.

Creo que los rusos están alimentando cuidadosamente estas esperanzas de un “Nixon al revés”.

Dicen que, bueno, respetamos a Xi Jinping, respetamos a los chinos, no vamos a cortar completamente los lazos con ellos, pero necesitamos cierto margen de maniobra.

A puertas cerradas o en conversaciones informales lideradas por el director del Fondo Ruso de Inversión Directa, Kirill Dmitriev, es posible que se estén enviando señales que alienten a Trump.

En realidad, creo que no hay mucho margen para abrir una brecha entre Rusia y China.

En primer lugar, la estrategia estadounidense de la época de Nixon para mejorar las relaciones con Pekín coincidió con la división chino-soviética que había surgido en ese momento.

Aquí no hay ninguna división ruso-china. Por el contrario, las relaciones entre ellos se han vuelto mucho más intensas y profundas. Sí, son países asimétricos, pero son mutuamente beneficiosos y hasta ahora no vemos ninguna grieta grave en ellos.

BBC: Alexander Gabuev durante una entrevista con el corresponsal de la BBC Svyatoslav Khomenko.

En segundo lugar, por muy desagradable que pueda ser para Putin que China sea ahora el “hermano mayor” con mayor poder de negociación, los chinos no se inmiscuyen en los asuntos internos de Rusia.

Finalmente, ¿cómo se puede confiar en Occidente cuando la llegada de un nuevo presidente cambia por completo el paradigma?

Los gobiernos de Biden y Trump son como la noche y el día cuando se trata de Ucrania y Rusia.

Y si el péndulo de polarización en Estados Unidos ha alcanzado su punto máximo y su amplitud sólo aumenta, ¿dónde está la garantía de que en cuatro años no vendrá un presidente completamente diferente que cambie toda la maquinaria de la política exterior estadounidense hacia el transatlanticismo, la presión sobre Rusia y un apoyo masivo a Ucrania?

Por eso, Rusia entiende que necesita embolsarse todo lo que Trump está dispuesto a dar por esta ilusión de asociación, pero que realmente no debe distanciarse de China.

Getty Images: El líder chino se reúne periódicamente con Putin. En la imagen, una reunión en la ciudad rusa de Kazán en octubre de 2024.

Los chinos podrían participar en mantener la paz en Ucrania

Por lo que estamos escuchando ahora, la piedra angular de cualquier hipotético alto el fuego es el cese de los combates en la actual línea del frente, y que Ucrania no se convierta en miembro de la OTAN como resultado del acuerdo de paz. Esto encaja perfectamente en el marco del plan de paz chino.

Sí.

Pero en algún momento llegamos a la idea de introducir algún contingente extranjero en la línea de separación. Esto no está en los planes chinos. Pero Volodymyr Zelensky dice que se debe hablar de decenas, si no cientos de miles de personas. Es evidente que Europa no dispone de esas fuerzas, pero también es evidente que China sí las tiene. ¿Podemos imaginar que en la línea de separación este contingente esté compuesto por militares chinos?

Creo que es difícil imaginar cientos de miles, dada la longitud de la línea de contacto, el costo probable de una operación de este tipo, la complejidad de la logística, etc.

Pero desplegar fuerzas más significativas que una misión de observadores desarmados de la OSCE, como la que vimos en el Donbás durante la vigencia de los Acuerdos de Minsk, es algo que se puede imaginar con facilidad.

Y también es perfectamente posible imaginar a los chinos como parte de la misión: no como los únicos pacificadores encargados de garantizar que la guerra no se reanude, sino como parte de algún contingente de mantenimiento de la paz bajo un mandato de la ONU.

Pero aquí surgen varios problemas a la vez.

Primero: ¿hasta qué punto es aceptable una situación así para Rusia? Tengo la impresión de que Rusia se opone actualmente a cualquier contingente de paz, y lo máximo que aceptaría es una misión como la de Donbás.

La segunda razón por la que la idea de un contingente de paz europeo es inaceptable para Rusia es que su implementación elimina la posibilidad de volver a atacar a Ucrania, porque para ello habría que matar a los pacificadores europeos.

Getty Images: Gabuev cree que el ejército chino podría unirse al contingente de mantenimiento de la paz

Por último, hay un escenario de pesadilla (para Moscú) y que los rusos también deben considerar.

Este es el escenario, digamos, de Nagorno-Karabaj, Idlib o Croacia, que consiste en que tras esa barrera de pacificadores, Occidente rearme hasta los dientes a las Fuerzas Armadas ucranianas y, dentro de diez años, un hipotético presidente como Kirill Budanov o quienquiera en su lugar, dé la orden de ir a liberar Crimea.

Y dentro de diez años Rusia no estará en absoluto preparada para esto, y serán unas imágenes monstruosas que le costarán el poder a Putin.

Y para evitarlo, Putin se opondrá por todos los medios posibles a cualquier contingente europeo, sobre todo porque ahora tiene una ventaja en el campo de batalla y puede dictar las condiciones.

En esta situación, me parece que el despliegue en la línea de contacto de fuerzas que ni los rusos ni los ucranianos podrán matar por razones políticas, que serán difíciles de mover y que finalmente estarán vinculadas al prestigio personal de Xi Jinping para evitar la reanudación de la guerra, podría ser una opción de compromiso.

Pero es necesario empujar a Putin hasta este punto. Por ahora, cree que puede venderle a Trump una misión de mantenimiento de la paz tipo OSCE.

¿Y será necesario presionar a Xi para que haga esto? ¿O está China preparada para esto en principio?

Creo que si los chinos quieren mejorar las relaciones con Europa, este sería un gran paso. Demostrar tu papel como potencia responsable.

Y dejando de lado la percepción cínica de la política, esto sería una contribución verdaderamente grande a la causa de la paz.

Lecciones para Taiwán

Una opinión muy popular es que China está observando ahora muy de cerca la guerra en Ucrania porque establece un cierto marco para su propia historia con Taiwán. ¿Es esto cierto? Y si es así, ¿qué conclusiones podría sacar China de la historia de Ucrania?

China ciertamente está observando esta situación y aprendiendo de ella. China es, en general, un sistema que está constantemente aprendiendo y extrayendo lecciones.

Lo importante es que ellos entienden que de la guerra de 2022 se pueden sacar unas lecciones, de la de 2023 ya otras un poco diferentes, y de la de 2024, incluso otras completamente distintas.

Además, creo que entienden muy bien que la historia no es lineal y que, si miramos al pasado, la versión de los acontecimientos que vimos en la realidad no es la única posible. Entienden que cada acción abre algunas ramas de líneas temporales y cierra otras.

Por lo tanto, están observando y se dan cuenta de que sí, Occidente se ha unido. Que las sanciones podrían ser bastante duras. Y ahora están enviando equipos de funcionarios y gerentes a Rusia para estudiar cómo los rusos eluden las sanciones y cómo las combaten.

Getty Images:

La segunda lección que aprendieron de inmediato fue que los generales pueden mentir sobre la preparación del ejército para el combate.

A Putin le dijeron que tendría “Kyiv en tres días”, pero lo que ocurrió fue una vergüenza frente al mundo entero. Y la reacción es: cómo Ucrania logró esto, no lo sabemos, pero intentaremos estudiarlo.

Por otro lado, veamos si nuestra propia maquinaria de guerra necesita un poco de limpieza. Como resultado, desde aproximadamente mayo de 2022, se han estado llevando a cabo purgas interminables en el Ejército Popular de Liberación de China, durante las cuales ya han sido destituidos dos ministros de Defensa.

Y,en tercer lugar, creo que están observando la reacción de Occidente, en el sentido de que han visto su capacidad para unirse y hacer algo, pero ¿se involucrarán con tropas en este conflicto?

Aquí es muy importante entender que Taiwán no es Ucrania. No es un estado independiente reconocido internacionalmente.

Un número significativo de países todavía consideran a Taiwán como parte de la República Popular China. Aquí la situación desde el punto de vista del derecho internacional será más parecida a la de Nagorno-Karabaj, Chechenia o Irlanda del Norte que a la de Ucrania.

Por lo tanto, es muy difícil predecir cómo reaccionará Occidente ante una hipotética escalada en Taiwán.

BBC:

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