4 alimentos que comes a diario y aumentan el riesgo de demencia: estudio

Investigadores descubrieron que algunos alimentos que podrías consumir con frecuencia contienen microplásticos que se asocian con un mayor riesgo de demencia

El consumo habitual de nuggets de pollo no solo aporta grasas y sodio en exceso, sino también una carga de microplásticos que podría comprometer el sistema nervioso.

El consumo habitual de nuggets de pollo no solo aporta grasas y sodio en exceso, sino también una carga de microplásticos que podría comprometer el sistema nervioso. Crédito: New Africa | Shutterstock

Lo que para muchos representa una rutina diaria o un antojo inofensivo, en realidad podría estar sembrando el camino hacia problemas de salud graves, incluyendo la demencia. Así lo señala un nuevo estudio publicado en la revista Brain Medicine, que advierte sobre el impacto de los microplásticos presentes en ciertos alimentos que seguramente con frecuencia.

Los microplásticos, que son diminutas partículas que se desprenden del plástico al contacto con calor, agua o procesos industriales, han sido detectados en productos tan comunes como las bolsitas de té, el alcohol, los mariscos y los populares nuggets de pollo.

De acuerdo con los investigadores, la exposición constante a estas partículas puede estar relacionada con enfermedades cardiovasculares, infertilidad y, lo más alarmante, un aumento en el riesgo de padecer demencia.

1. Bolsitas de té

Investigadores descubrieron que una sola bolsita puede liberar miles de millones de micropartículas y nanopartículas al entrar en contacto con el agua caliente. La alternativa recomendada: cambiar a té de hojas sueltas usando infusores de acero inoxidable o elegir marcas que no usen plástico en sus bolsitas.

2. Nuggets de pollo

Entre los alimentos analizados, los nuggets de pollo encabezan la lista negra. ¿El motivo? Contienen hasta 30 veces más microplásticos por gramo que el pollo fresco, debido a su procesamiento intensivo.

Su consumo habitual no solo aporta grasas y sodio en exceso, sino también una carga de microplásticos que podría comprometer el sistema nervioso a largo plazo.

3. Alcohol

Aunque no es un alimento y no suele considerarse una fuente directa de microplásticos, el alcohol puede contener partículas procedentes del proceso de embotellado o de sus ingredientes. Además, su consumo frecuente facilita la absorción de estas sustancias en el organismo, amplificando sus posibles efectos negativos en el cerebro y otras funciones vitales.

4. Mariscos

Los mariscos también han sido señalados como una fuente importante de microplásticos, debido a la contaminación de los océanos. Al ingerirlos, los humanos se convierten en el último eslabón de una cadena alimentaria contaminada, acumulando partículas que podrían dañar las células cerebrales.

Una de las recomendaciones más simples del estudio es sustituir el agua embotellada por agua de grifo, reduciendo así el consumo anual de microplásticos de 90,000 a solo 4,000 partículas. Además, evitar calentar alimentos en recipientes de plástico y optar por alternativas de vidrio o metal puede marcar una gran diferencia.

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