La lucha por la representación justa de los votantes de las minorías
La decisión del tribunal sobre si la Ley de Derecho al Voto es aplicable a todos los estados del país, determinará cómo se trazarán los distritos

Una persona ejerce su derecho al voto. Crédito: Michael Reynolds | EFE
La Corte Suprema de Estados Unidos escuchó este lunes los argumentos relacionados con un caso de redistribución de distritos en Luisiana, crucial para la lucha por una representación justa de los votantes afroamericanos y minoritarios en ese estado y en todo el país.
La audiencia se relacionó con una apelación presentada por funcionarios estatales y grupos de defensa contra el fallo de un tribunal inferior de 2024 que determinó que el mapa que delimita los seis distritos de Luisiana para la Cámara de Representantes con dos distritos de mayoría afroamericana, en comparación con uno anterior— viola la Decimocuarta Enmienda que garantiza la igualdad en la Constitución.
Se espera que la Corte Suprema emita un fallo en el caso Louisiana contra Callais para fines de junio, pero por el momento, los jueces se encuentran divididos en sus posición.
Si la Corte falla en contra del mapa congresional de Louisiana que agregó un segundo distrito de mayoría afroamericana, se estima que se debilitaría la ley de Derechos Electorales.
Durante la videoconferencia: “El derecho al voto bajo ataque en el sur La Corte Suprema revisa el caso de redistribución de distritos de Luisiana”, organizado por Ethnic Media Services, varios líderes hablaron del caso y sus consecuencias nacionales para el derecho al voto y la representación en todo el país.
Victoria Wagner, asesora jurídica del Fondo de Defensa Legal y Educativa de la NAACP, Inc. (LDF) dijo que el camino para llegar a la Corte Suprema este año en el caso Luisiana versus Callais ha sido largo y tortuoso y ha involucrado varias demandas separadas a lo largo de una variedad de años en múltiples tribunales diferentes.
“Después de que el censo de 2020 revelara que la población afroamericana en Luisiana había crecido hasta llegar a ser un tercio de la población, la población blanca había disminuido, la legislatura de Luisiana todavía se dedicó a dibujar un mapa que negaba a los votantes afroamericanos una representación justa en la delegación congresional”.
Dijo que esto fue a pesar de que organizadores como la Power Coalition, miembros de la comunidad, abogados y otros testificaron durante todo el proceso de redistribución de distritos sobre la vulnerabilidad en la que estaría el estado por violar la Ley de Derechos al Voto si la legislatura.
“En 2022, la legislatura aprobó un mapa con solo uno de los seis distritos con mayoría de los votantes afroamericana”
Eso los llevó a presentar una demanda junto con la ACLU de Luisana, ACLU nacional en nombre de nueve votantes afroamericanos, la coalición estatal NAACP, el comisionado Davange Lewis, alegando que el estado violó la sección dos de la Ley de Derecho al Voto.
“En 2022, pudimos acudir al Distrito Medio de Luisiana, ante la Jueza Presidenta, Shelley Dick, y presentar una solicitud preliminar de interdicto, en esencia, un minijuicio.
“Pudimos demostrar que probablemente se había violado la Ley de Derecho al Voto (VRA), específicamente el artículo dos. El tribunal prohibió el mapa, y pidió a la legislatura que dibujaran uno nuevo. La legislatura no aprovechó la oportunidad para aprobar un nuevo mapa justo”
En 2023 acudieron al Quinto Circuito para defender el fallo del juez Dick, que básicamente confirmaba que, efectivamente, se había violado la Ley de Derecho al Voto y que Luisiana necesitaba un nuevo mapa.
“El Quinto Circuito dio a la legislatura un plazo hasta enero de 2024 para diseñar un nuevo mapa. justo cuando un nuevo gobernador y una nueva supermayoría republicana tomó el control de la legislatura estatal”.
Indicó que su primera tarea fue diseñar un nuevo mapa, y finalmente decidieron diseñar un mapa con dos distritos de mayoría afroamericana.
Alanah Odoms, la primera mujer afroamericana en dirigir la Unión Americana de Libertades Civiles-Luisiana (ACLU-LA), dijo que 60 años después de la marcha del Domingo Sangriento en la que se atacaron a manifestantes pacifistas que abogaban por derechos civiles, todavía luchan por el derecho al voto.
“Es una historia marcada por la exclusión, la discriminación y un esfuerzo intencional para impedir que las personas afroamericanas participen plenamente en nuestra democracia. La supresión del voto en Luisiana es como poner una bota en el cuello de los votantes afroamericnoas”.
Enfatizó que los activistas por el derecho al voto y los abogados simplemente piden que se retire esa bota permanentemente, de acuerdo con la Constitución y la sección dos de la Ley de Derecho al Voto.
“Los conservadores, como los del caso ante la Corte Suprema, parecen pensar que quitarles la bota del cuello a los votantes afroamericanos, de alguna manera es discriminación inversa”.
Sin embargo, destacó que saben que cuando se lucha, se gana.
“La gente afroamericana representa casi el 33% de la población de Luisiana, y sabemos que un tribunal federal dictaminó que los mapas de Luisiana violaban la Sección 2 de la Ley de Derecho al Voto, y que los votantes afroamericanos merecen otro distrito donde puedan elegir a un representante de su elección”.
Ashley Shelton, directora ejecutiva de la Coalition for Equity and Justice, dijo que se han dedicado a involucrar y trabajar con ciudadanos de todo el estado de Luisiana, históricamente privados de ejercer su derecho al voto para asegurarse que entiendan el poder de su voto.
“Hemos estado trabajando en esto desde el censo. Estuvimos presentes en la comunidad, incluso en medio de la covid-19, lo que dificultó aún más el trabajo del censo. Pero desde el principio tuvimos muy claro que las cifras de población habían cambiado para los afroamericanos y otras comunidades de color”.
Mencionó que también querían que el recuento fuera lo más justo posible; y a partir de ahí, comenzaron a educar a la gente sobre la redistribución de distritos, una lucha, que ha durado muchos años
“Parece un mapa de tiradores, en términos de, hemos ido aquí, hemos ido allá. Hemos estado en el Quinto Circuito, en la Corte Suprema antes”.
Dijo que una de las cosas por las que está más orgullosa es que a lo largo de todo este proceso, los ciudadanos de Luisiana han sido claros y constantes de que, incluso sin mucha capacitación sobre qué era exactamente la redistribución de distritos, querían mapas justos y la capacidad de contar con candidatos de su elección.
“Estamos organizando y apoyando a la comunidad y haciendo que sus voces sean escuchadas”.
Davante Lewis, representante del Distrito 3 de la Louisiana Public Service Commission, la primera mujer abiertamente LGBTQ+ , electa a una posición estatal en Louisiana, dijo que los habitantes de Luisiana solicitaron un segundo distrito congresional, utilizando la simple fórmula matemática de que un tercio de la población afroamericana de Luisiana, debería estar representado por dos en nuestra delegación congresional.
“Ese fue el argumento que presentamos; y vimos una dinámica política nunca antes vista: una gran mayoría de una legislatura republicana de mayoría absoluta votó a favor de redistribuir el mapa congresional de Luisiana para incluir dos distritos de mayoría minoritaria”.
Expuso que se han dado cuenta que no podemos hablar de cambios políticos si no hablamos de cómo se forman los distritos y cómo vota la gente en ellos.
“Lo que hemos visto ahora mismo es un esfuerzo para asegurar que el juego esté amañado. Y esta demanda, en la que participé, tenía como objetivo asegurar que defendiéramos a cada luisiano y les diésemos la oportunidad de hacer oír su voz”.
Afirmó que se ha hablado mucho sobre la supresión y la apatía del electorado, por lo que hay que asegurarse de ampliar la base, y asegurar la participación significativa de la gente en el proceso electoral.