Radiación de las tomografías computarizadas podría generar cáncer

Estudio alerta que las tomografías computarizadas podrían causar 103.000 casos de cáncer en EE. UU. debido a la radiación acumulada

Radiación de las tomografías computarizadas podría generar cáncer

Recomiendan optar por técnicas alternativas cuando sea posible, ajustar las dosis de radiación al mínimo necesario. Crédito: Shutterstock

Un reciente estudio científico ha encendido las alarmas sobre un riesgo latente asociado al uso de tomografías computarizadas (TC), una herramienta ampliamente empleada en la medicina moderna para diagnosticar diversas patologías.

Según la investigación publicada en la revista JAMA Internal Medicine, las exposiciones a la radiación que conlleva este procedimiento podrían derivar en más de 100.000 casos de cáncer en el futuro, tan solo en Estados Unidos.

Cada año, se realizan alrededor de 93 millones de tomografías computarizadas en ese país, lo que representa una cifra considerable si se considera que 62 millones de personas se someten a al menos una TC anualmente.

Aunque estos estudios son fundamentales para detectar afecciones graves como traumatismos internos, cáncer o enfermedades pulmonares, los investigadores advierten que el incremento sostenido en su uso podría traducirse en un problema de salud pública a largo plazo.

Los autores del estudio estiman que, solo a partir de las tomografías realizadas en 2023, se generarán aproximadamente 103.000 nuevos casos de cáncer inducidos por la radiación. Esta proyección, basada en modelos estadísticos y datos de exposición acumulada, representa un posible 5% de todos los nuevos diagnósticos de cáncer en los próximos años si no se revisan las prácticas actuales.

El riesgo, aunque presente en todos los grupos etarios, se manifiesta con mayor preocupación en la población pediátrica y adolescente, cuyos tejidos son más sensibles a la radiación. Sin embargo, dado que los adultos se someten a tomografías con mayor frecuencia, también representan el mayor número de casos potenciales de cáncer relacionado con esta tecnología.

En cuanto a las zonas del cuerpo más vinculadas a estas proyecciones, la investigación señala que las tomografías del abdomen y la pelvis en adultos encabezan la lista, seguidas por las tomografías de tórax.

La tomografía se ha vuelto clave en el diagnóstico

En términos de tipos de cáncer, los más frecuentes en este escenario serían los de pulmón, colon, vejiga y leucemia. En el caso de las mujeres, el cáncer de mama destaca como el segundo más común vinculado a las exposiciones por tomografía.

Esta advertencia llega en un momento en que la tomografía computarizada se ha consolidado como una pieza clave en los servicios de diagnóstico médico. Su capacidad para ofrecer imágenes detalladas en poco tiempo, su accesibilidad y su utilidad en emergencias han hecho que su uso sea casi rutinario en hospitales y clínicas. Sin embargo, los investigadores sostienen que estos beneficios deben ser cuidadosamente sopesados frente a los posibles efectos adversos a largo plazo.

Una nota editorial que acompaña la publicación del estudio subraya que la tomografía se ha convertido en un componente “inextricablemente entrelazado” en la medicina actual, lo que hace aún más difícil cuestionar o limitar su utilización. Aun así, los expertos proponen que estas cifras sean consideradas con la misma seriedad con la que se abordan otros factores de riesgo de cáncer, como el consumo de alcohol o la obesidad.

Frente a este panorama, los investigadores hacen un llamado a los profesionales de la salud para que evalúen de manera más crítica la necesidad de cada tomografía. Recomiendan optar por técnicas alternativas cuando sea posible, ajustar las dosis de radiación al mínimo necesario y mejorar la educación tanto del personal médico como de los pacientes sobre los riesgos potenciales.

La meta no es eliminar el uso de la tomografía computarizada, sino promover un uso más responsable y consciente, que maximice sus beneficios sin descuidar sus posibles efectos a largo plazo.

Así, este estudio no solo aporta datos sobre la relación entre tecnología médica y cáncer, sino que también abre la puerta a una reflexión más profunda sobre cómo equilibrar los avances diagnósticos con el principio de “primero, no hacer daño”.

Sigue leyendo:

En esta nota

Cáncer radiacion
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain