Toxinas bacterianas puede desencadenar cáncer colorrectal entre los jóvenes
Una toxina bacteriana llamada colibactina podría ser clave en el aumento de cáncer colorrectal en jóvenes, según un estudio internacional reciente

El cáncer colorrectal es la segunda causa más común de muertes relacionadas con el cáncer en los Estados Unidos. Crédito: SewCreamStudio | Shutterstock
Un grupo internacional de científicos liderado por la Universidad de California en San Diego ha arrojado nueva luz sobre el incremento de casos de cáncer colorrectal en adultos jóvenes, una tendencia que ha desconcertado a la comunidad médica durante años.
A través de un riguroso análisis genómico de casi mil pacientes de once países, los investigadores identificaron una pista bacteriana que podría ser crucial, la colibactina, una toxina producida por algunas cepas de Escherichia coli que habitan el colon humano.

Este estudio, recientemente publicado en la revista Nature, reveló que la exposición temprana a la colibactina deja una huella única en el ADN de las células del colon, una especie de “firma genética” que se encuentra con mayor frecuencia en personas diagnosticadas con cáncer colorrectal antes de los 50 años.
De hecho, estas mutaciones fueron más de tres veces más comunes en pacientes menores de 40 años que en aquellos diagnosticados después de los 70. La presencia de estas mutaciones fue especialmente alta en países donde este tipo de cáncer se presenta con mayor frecuencia entre los jóvenes.
Los hallazgos son particularmente relevantes dado que, históricamente, el cáncer colorrectal se consideraba una enfermedad que afectaba principalmente a adultos mayores.
Sin embargo, su incidencia entre adultos jóvenes ha crecido de manera sostenida en al menos 27 países, duplicándose cada década durante los últimos 20 años. De mantenerse esta tendencia, se proyecta que el cáncer colorrectal podría convertirse en la principal causa de muerte por cáncer en personas jóvenes para el año 2030.
Lo desconcertante es que muchos de estos pacientes no tienen antecedentes familiares ni presentan factores de riesgo comunes como obesidad o hipertensión. Esto ha motivado un giro en la investigación hacia posibles causas ambientales o microbianas, una línea que este nuevo estudio explora con profundidad.
Alteraciones antes de los 10 años
Al estudiar los patrones de mutaciones en los genomas de los pacientes, los investigadores descubrieron que las alteraciones relacionadas con la colibactina se producen en etapas muy tempranas de la vida, a menudo antes de los 10 años de edad.
El investigador principal, Ludmil Alexandrov, explicó que estas mutaciones afectan genes clave como el APC, conocidos por ser “motores” del desarrollo del cáncer. Si un niño adquiere una de estas mutaciones, podría ver disparado su riesgo de desarrollar la enfermedad décadas más tarde.
Bacterias alojadas silenciosamente en el intestino infantil podrían estar sembrando el terreno para el cáncer desde muy temprano.

El equipo también ha comenzado a desarrollar pruebas de diagnóstico precoz que podrían detectar estas mutaciones en muestras de heces, así como investigar si ciertos probióticos pueden eliminar de forma segura las bacterias productoras de colibactina. Otro frente de estudio analiza los posibles vínculos entre la dieta, el entorno y la presencia de estas bacterias.
La investigación forma parte del consorcio Mutographs, del programa Cancer Grand Challenges, y ha contado con la colaboración de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer y el Instituto Wellcome Sanger.
Su enfoque consiste en mapear las huellas genéticas que dejan diferentes factores ambientales y microbianos en los genomas tumorales, en un intento por identificar nuevas causas de cáncer.
El equipo encontró además diferencias regionales notables. En países como Argentina, Brasil, Colombia, Rusia y Tailandia, observaron un aumento en mutaciones específicas, lo que sugiere que las causas ambientales locales también podrían estar jugando un papel relevante. Esta línea de trabajo podría abrir la puerta a estrategias de prevención adaptadas a cada región geográfica.
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