Así funcionará el “portaviones orbital” que protegerá a EE UU desde el espacio
El nuevo sistema permitiría reponer satélites militares en cuestión de horas en caso de que estos sean derribados

La Fuerza Espacial de Estados Unidos planea poner en órbita una suerte de portaviones capaz de desplegar satélites en tiempo récord Crédito: Shutterstock
La Fuerza Espacial de Estados Unidos está trabajando en un sistema revolucionario llamado “Orbital Carrier”, que en esencia funcionará como un portaviones en el espacio. La idea es tener una plataforma que orbite la Tierra y que pueda lanzar satélites casi de inmediato, sin depender de una base terrestre. El objetivo es claro: estar preparados para reaccionar rápido si un satélite militar queda fuera de servicio por un ataque enemigo o una falla inesperada.
Este proyecto lo están desarrollando junto a la empresa Gravitics, especializada en estructuras espaciales, y se centra en tener una especie de “base flotante” capaz de desplegar múltiples satélites cuando sea necesario. No se trata solo de eficiencia, sino de seguridad nacional. En tiempos donde las tensiones entre potencias espaciales van en aumento, la capacidad de actuar con rapidez puede marcar la diferencia.
Además, la Fuerza Espacial también ha invertido en contratos como el de la misión Victus Sol, con la empresa Firefly Aerospace, que busca demostrar que es posible lanzar un satélite en solo 24 horas después de recibir la orden. Esto confirma que Estados Unidos no solo está pensando en el futuro lejano, sino en estar preparado desde ya para cualquier emergencia espacial.
Por qué los satélites militares son clave en una guerra
Los satélites militares son mucho más que “ojos en el cielo”. Son herramientas fundamentales para que los ejércitos modernos puedan operar de forma coordinada y eficiente. A través de ellos se manejan las comunicaciones seguras, se obtienen imágenes de alta resolución de zonas estratégicas, se detectan movimientos enemigos, y se navega con precisión.
Durante conflictos recientes, como la guerra en Ucrania, los satélites han sido una pieza central para el monitoreo de tropas, el uso de drones y la recolección de inteligencia. Si uno de estos satélites queda inoperativo, las consecuencias pueden ser enormes: pérdida de comunicación, errores de navegación o falta de información actualizada.
Tener una respuesta rápida, como el lanzamiento inmediato de un satélite de reemplazo, puede evitar que una situación crítica se salga de control. Y ahí es donde el “Orbital Carrier” cobra todo su sentido: no tener que esperar días o semanas para poner un nuevo satélite en órbita puede ser vital.
Anticipándose a nuevas amenazas en el espacio
Ya no es ciencia ficción: el espacio se está convirtiendo en un campo de competencia militar. Hay señales claras de que algunos países están probando tecnologías que podrían usarse para inutilizar satélites enemigos, ya sea con armas láser, pulsos electromagnéticos o incluso satélites “kamikaze” diseñados para chocar con otros.
Ante esto, Estados Unidos quiere estar listo. No solo se trata de proteger sus satélites actuales, sino de poder reemplazarlos en cuestión de horas si son atacados. Un portaviones orbital con satélites listos para desplegarse daría una ventaja táctica enorme.
Este tipo de plataformas también abre la puerta a otras posibilidades, como misiones científicas urgentes, cobertura de comunicaciones en zonas afectadas por desastres o respuestas rápidas ante crisis globales. Pero sin duda, la prioridad hoy es garantizar que la infraestructura espacial militar siga funcionando, pase lo que pase.
La carrera espacial moderna ya no solo se trata de llegar más lejos, sino de proteger lo que ya está allá arriba. Y con proyectos como este, la Fuerza Espacial de EE. UU. busca asegurarse de tener la delantera.
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