Peruanos en L.A. reciben alegres al nuevo papa León XIV

La algarabía continúa entre los residentes peruanos del sur de California por la elección del papa León XIV, el nombre que escogió el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, quien adquirió la nacionalidad del país sudamericano en 2015.

Al mismo tiempo, declaran su esperanza porque el sucesor del Papa Francisco influya desde el Vaticano para la disminución no solo de la pobreza, sino de la violencia contra las mujeres.

Cada 40 minutos, una persona es víctima de violencia sexual en Perú y más de 3,000 casos fueron atendidos por los Centros de Emergencia Mujer (CEM) en los últimos tres meses, según un informe del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP). Entre enero y marzo, en Perú se registraron 49 feminicidios.

“Que Dios bendiga a mi país. Ahora, la situación está terrible”, dijo Ana María Vergaray, una mujer católica de Lima, Perú. “Recientemente hubo una matanza [el secuestro y asesinato de 13 mineros], en una mina en la provincia de Pataz, en el departamento de La Libertad”.

El número de fallecidos a causa de minería ilegal en el país ya ha cobrado la vida de 39 personas, y la presidenta de Perú, Dina Boluarte, declaró estado de emergencia en diferentes lugares del país, incluida la capital Lima.

“Yo pedí en mis oraciones que Dios enviara a un papa cercano a los pobres, para que ayude a mi Perú a cambiar, porque la situación está muy difícil”, añadió la feligresa de la parroquia San Antonio, en la ciudad de San Gabriel.

“El Señor nos ha mandado a un papa que conoce Perú; que sabe cómo está la situación y yo creo que va a hacer algo, no solamente por la gente de mi país, sino por todo el mundo, porque se nota que León XIV es un papa misionero que ayuda verdaderamente a la gente necesitada y que huele a pueblo…huele a oveja”.
Rosy Iparraguirre, una asistente contable de la ciudad de Pomona, expresó su orgullo por tener un paisano peruano como el Vicario de Cristo de 1,406 millones de católicos en el mundo.

“Veo en él ese carisma, humildad y trabajo arduo que estaba haciendo por los pobres en Perú”, dijo. “Es un humilde trabajador en la viña del Señor. No conocía sus calles, ni nuestra historia y costumbres. Pero cuando llegó, seguramente algo en su interior le dijo que esta tierra le cambiaría la vida”.

Agregó que tiene la esperanza de que el papa León XIV ayude a mejorar la situación política, social y económica de su país natal, especialmente con relación a la reducción de la violencia de género.

En Perú, el 63% de las mujeres entre 15 y 49 años en Perú son víctimas de violencia psicológica, verbal y sexual. De los 3,262 casos de violación sexual reportados de enero a marzo de este año, el 94% de quienes denunciaron este tipo de agresión fueron mujeres y casi el 60% eran menores de edad.

“La pobreza, la educación y el machismo son factores importantes”, declaró Iparraguirre. “Dios quiera que el papa nos pueda ayudar. Tengo la esperanza de que así será”.

El nuevo Papa León XIV, Robert Prevost, nacido en Chicago, se nacionalizó peruano por amor en 2015.
Fue en Chiclayo, -una zona costera y la cuarta ciudad más grande de Perú, después de Lima, Arequipa y Trujillo- donde empezó a escribir su verdadera historia de cuatro décadas como “Padre Robert”.

Allí lo esperaban barrios humildes, seres marginados y rostros cansados, iglesias sencillas y una fe que resistía la pobreza y la marginación social. Y decidió quedarse, después que el Papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo.

Su historia pastoral la construyó, además, en la Prelatura Territorial de Chulucanas, en la provincia de Piura, en el seminario agustiniano en la ciudad de Trujillo. Durante una década, se dedicó a la formación de nuevos sacerdotes, enseñando Derecho Canónico en el Seminario Mayor “San Carlos y San Marcelo” y sirviendo como vicario judicial de la arquidiócesis.

“Hay una alegría inmensa entre los peruanos, porque él [papa León XIV] siendo de acá de Estados Unidos tiene más el corazón peruano porque allá hizo toda su misión”, valoró el sacerdote Víctor Ramos, de la parroquia del Sagrado Corazón, en la ciudad de Compton.

Ramos, nacido en la provincia de Huancayo, en los Andes centrales de Perú, recordó que el ahora papa León XIV fue captado montado a caballo para misionar en lugares remotos.

“Para que él pudiera ser obispo, tenía que ser ciudadano de Perú; por eso dio un mensaje especial a la gente y a su pueblo de Chiclayo donde vivió, sufrió y donde prácticamente ha dejado el corazón y en donde recibió apoyo total a su misión”, enfatizó el presbítero.

El sacerdote sostuvo que, en la experiencia de la doctrina social de la iglesia y la fe del ahora Papa León XIV han influido las enseñanzas y el testimonio del recién fallecido Papa Francisco.

“Sí, en Perú influyó de manera significativa su enfoque pastoral y la visión que él tiene de una iglesia cercana a las periferias, como Francisco”, afirmó. “Su lenguaje es prácticamente el mismo lenguaje que el papa Francisco. Entonces, la elección del Espíritu Santo no es coincidencia. Es algo divino”.

Edgar Yépez, inmigrante de Lima, manifestó su alegría porque León XIV haya adoptado la nacionalidad peruana y asentó que el nuevo líder de la iglesia católica no tiene bandera: Es el Papa de todos los que somos discípulos de Cristo, y eso es lo más importante”.

“Seguiremos orando por el papa porque es humano como nosotros, frágil como nosotros y necesita de oremos para que el primado de San Pedro lo ejerza con amor, piedad y misericordia”, añadió. “Debemos estar dichosos, felices, y motivados para seguir las huellas de Cristo, auxiliados por el poder del Espíritu Santo”.

Beatriz Tayte, vendedora de comida casera en Canoga Park y miembro del grupo “peruanos en el Valle” dijo sentirse llenade orgullo y privilegio porque el papa agustino haya adoptado la nacionalidad de su país donde lo unen profundos lazos y haya trabajado con las personas más necesitadas.

“Esas virtudes demuestran su interés por la humanidad”, indicó. “Ojalá que su ejemplo de vida llegue a cambiar los corazones de todos los presidentes del mundo y en verdad gobiernen con el amor por el prójimo y sean más humanitarios”.

El papa estadounidense-peruano Robert Francis Prevost, eligió el nombre de León XIV por varias razones. En primer lugar, el nombre León evoca la fortaleza y la unidad de la Iglesia, especialmente en tiempos de cambio. También podría ser un homenaje a León I el Magno, un papa que se caracterizó por su fortaleza y su papel en la Iglesia. Además, el nombre León puede expresar una intención de liderazgo fuerte, reformas y defensa de la fe en tiempos difíciles.