Aumentan muertes por cáncer relacionadas con el alcohol
Muertes por cáncer ligadas al alcohol se duplican en EE. UU. en 30 años, afectando más a hombres y mayores de 55, según estudio presentado en ASCO

Investigación muestra que el consumo de alcohol puede incrementar el riesgo de desarrollar cáncer desde el primer sorbo. Crédito: Shutterstock
En las últimas tres décadas, las muertes por cáncer relacionadas con el consumo de alcohol se han duplicado en Estados Unidos, según revela un estudio reciente presentado esta semana durante la conferencia anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO).
Aunque los hallazgos aún no han sido publicados formalmente, la investigación ofrece un panorama sobre el impacto del alcohol en la salud pública, especialmente entre los hombres y las personas mayores de 55 años.

El estudio, liderado por el Dr. Chinmay Jani, investigador clínico del Sylvester Comprehensive Cancer Center, analizó datos nacionales sobre mortalidad por cáncer atribuible al consumo de alcohol desde 1990 hasta 2021.
Durante ese período, las cifras aumentaron de 11.896 a 23.207 muertes anuales. Los investigadores encontraron que los hombres fueron los más afectados, con un incremento del 70,2 % en las muertes, mientras que en las mujeres el aumento fue del 15,2 %.
Según Jani, estos resultados reafirman que el alcohol, al igual que el tabaco, debe ser considerado un factor de riesgo significativo para desarrollar varios tipos de cáncer. “El alcohol puede actuar como un carcinógeno en numerosos órganos y sistemas del cuerpo. No hace falta consumirlo diariamente para que tenga efectos negativos. Cualquier cantidad puede representar un riesgo”, señaló.
La investigación destaca que el cáncer de hígado es el más frecuentemente vinculado al consumo de alcohol, especialmente en personas mayores de 55 años. En muchos casos, factores como la obesidad, la diabetes y el colesterol elevado pueden intensificar los efectos del alcohol en el organismo y elevar aún más el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.
Revisión profunda de las estrategias de salud pública
El impacto acumulativo del alcohol, especialmente cuando su consumo comienza a una edad temprana, también se refleja en los hallazgos del estudio. “Los efectos no son inmediatos. El daño se acumula silenciosamente a lo largo de los años y muchas veces las consecuencias se manifiestan en la vejez”, explicó Jani.
En enero de este año, el director general de servicios de salud de EE. UU. emitió una advertencia pública en la que relacionaba el consumo de alcohol con al menos siete tipos de cáncer, incluyendo los de mama, colorrectal, hígado, esófago y garganta. En esa misma declaración, se sugirió considerar la inclusión de etiquetas de advertencia sanitaria en las bebidas alcohólicas, al igual que ocurre con los productos de tabaco.
A nivel internacional, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasifica al alcohol como carcinógeno del Grupo 1, lo que significa que existe evidencia concluyente de su capacidad para provocar cáncer en humanos. Sin embargo, el mecanismo biológico exacto aún es objeto de estudio.

El análisis también evidenció variaciones regionales. Washington, D.C. mostró las tasas más altas de mortalidad por cáncer relacionado con el alcohol, mientras que Utah registró las más bajas. Estas diferencias parecen estar ligadas a patrones culturales y sociales respecto al consumo de bebidas alcohólicas en cada estado.
El estudio no solo plantea una alerta sobre los riesgos actuales, sino que también invita a una revisión profunda de las estrategias de salud pública frente a una sustancia de consumo tan común como el alcohol. La necesidad de educar, regular y prevenir parece ahora más urgente que nunca.
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