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Tesla pone en marcha sus primeros robotaxis en California

El proyecto, encabezado por el prototipo Cybercab, marca un avance clave en la ambición de Tesla por liderar el transporte autónomo

Tesla Cybercab

Tesla Cybercab. Crédito: Tesla. Crédito: Cortesía

En lo que podría considerarse como un anticipo del futuro del transporte urbano, Tesla ha comenzado a operar una flota de robotaxis exclusivamente para el traslado de sus empleados en California.

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Aunque aún no están disponibles para el público general, estos vehículos autónomos representan el primer despliegue real de la visión de Elon Musk para revolucionar la movilidad a través de la inteligencia artificial y la autonomía total.

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El proyecto inició oficialmente el 18 de marzo de 2025, cuando la Comisión de Utilidades Públicas de California (CPUC) otorgó a Tesla una autorización especial para operar vehículos sin conductor bajo la figura de Transporte Chárter (TCP).

Esta licencia permite a la compañía utilizar su propia flota para trayectos internos y rutas predefinidas, con un enfoque claro: poner a prueba, afinar y escalar su sistema de conducción autónoma sin comprometer la seguridad del público.

Este tipo de autorización, limitada por ahora al personal de la empresa, constituye un paso clave en la ruta hacia un despliegue comercial a gran escala. Si bien los autos aún incluyen conductores de seguridad en esta primera etapa, la ambición a corto plazo es clara: prescindir completamente del factor humano.

Cybercab: el robotaxi del mañana ya está entre nosotros

La operación de estos robotaxis tiene como punta de lanza al Cybercab, un vehículo sin volante ni pedales, completamente dependiente de inteligencia artificial y cámaras. Este prototipo fue presentado oficialmente en octubre de 2024, y Tesla asegura que su producción en serie comenzará en 2026.

“El Cybercab ofrecerá una experiencia de ‘transporte colectivo individualizado’, accesible y sostenible”, aseguró Elon Musk durante el evento de presentación del modelo.

Con un diseño minimalista y futurista, el Cybercab busca redefinir los viajes urbanos, no solo en comodidad, sino también en costos. De acuerdo con Tesla, su operación rondará los $0.20 por milla, una cifra que promete un servicio de transporte asequible para millones de usuarios potenciales.

El respaldo tecnológico: Full Self-Driving (FSD)

La piedra angular del Cybercab es el sistema Full Self-Driving (FSD), desarrollado íntegramente por Tesla. A diferencia de otras soluciones de autonomía, el FSD prescinde de sensores LIDAR y radares, apostando únicamente por cámaras y procesamiento visual a través de redes neuronales.

El Tesla Cybercab
El Tesla Cybercab. Crédito: Tesla.
Crédito: Cortesía

Esta apuesta ha generado controversia, pero también ha mostrado avances notables en las últimas versiones del software.

El permiso otorgado por la CPUC llega luego de múltiples fases de prueba internas en circuitos cerrados, simulaciones urbanas y trayectos reales con supervisión humana.

Si bien aún persisten interrogantes regulatorios y preocupaciones de seguridad, la luz verde en California representa una señal de que las autoridades están dispuestas a acompañar el progreso tecnológico con marcos normativos actualizados.

California, un escenario clave para la movilidad autónoma

El estado de California no ha sido elegido al azar. Se trata del mayor mercado automotor de Estados Unidos y uno de los más estrictos en cuanto a normativas para vehículos autónomos.

Las compañías que deseen ofrecer transporte sin conductor en este estado deben superar numerosas etapas de validación, incluyendo permisos experimentales, pruebas con operadores de seguridad y reportes constantes de desempeño.

Tesla se une así a la competencia con gigantes como Waymo, que ya ofrece servicios de robotaxi en San Francisco, Los Ángeles y Phoenix, promediando unos 200,000 viajes semanales. Sin embargo, la estrategia de Musk es diferente. Al centrarse primero en sus empleados, Tesla puede acumular millones de kilómetros de datos valiosos bajo condiciones reales pero controladas.

Una estrategia gradual pero ambiciosa

El enfoque progresivo no es sinónimo de falta de ambición. Musk ha prometido que los robotaxis de Tesla estarán operativos para el público general en California y Texas antes de que finalice 2025. Aunque esa meta parece optimista, los avances actuales demuestran que no es imposible.

“Estamos convencidos de que el sistema basado solo en cámaras es superior”, dijo un portavoz de Tesla. “Cuanto más aprendemos de los trayectos reales, mejor se vuelve el FSD. Este piloto con empleados es el campo de entrenamiento ideal”.

El uso de datos recogidos durante estos trayectos permitirá a Tesla mejorar aún más el rendimiento de su inteligencia artificial, detectar patrones de tráfico, optimizar rutas y prever anomalías que otros sistemas podrían pasar por alto.

Retos regulatorios y de percepción pública

A pesar del entusiasmo interno, Tesla debe superar varios desafíos antes de lanzar un servicio comercial.

Las investigaciones federales abiertas por incidentes relacionados con el FSD, en especial en condiciones de baja visibilidad o climatología adversa, han generado escepticismo sobre la viabilidad de una autonomía completa sin respaldo de sensores LIDAR o radares.

Tesla Cybercab
Tesla Cybercab. Crédito: Tesla.
Crédito: Cortesía

Además, Tesla tendrá que demostrar ante los reguladores que su sistema es seguro, confiable y capaz de tomar decisiones adecuadas en situaciones complejas del entorno urbano.

En este sentido, empresas como Waymo o Cruise —que sí emplean LIDAR y tecnologías redundantes— parten con una ventaja percibida en términos de seguridad. Sin embargo, Tesla argumenta que su enfoque simplificado permite una escalabilidad mucho mayor y menores costos operativos.

Perspectiva económica: el potencial de un mercado multimillonario

Si logra superar los desafíos técnicos y regulatorios, Tesla podría convertirse en uno de los principales actores en un mercado que se proyecta como uno de los más lucrativos del sector tecnológico.

Diversos analistas estiman que el mercado global de robotaxis podría alcanzar los $400,000 millones de dólares en la próxima década, a medida que las ciudades evolucionen hacia modelos de transporte más eficientes y sostenibles.

Tesla no solo planea ofrecer el servicio directamente, sino que también contempla un modelo de plataforma compartida donde propietarios individuales de Cybercabs puedan integrarlos en la red para generar ingresos.

Esta modalidad de “propietario-operador” permitiría democratizar la economía del transporte autónomo, siguiendo un esquema similar al de Airbnb o Uber, pero sin necesidad de conducir.

Tesla frente a sus rivales: visión a largo plazo

La diferencia clave entre Tesla y sus competidores radica en su integración vertical. Mientras otras compañías dependen de proveedores externos para software, sensores y plataformas, Tesla controla todo el ecosistema, desde el diseño del vehículo hasta la inteligencia artificial y la infraestructura de carga.

Este enfoque integral podría dar frutos a largo plazo, especialmente si el FSD demuestra ser tan eficaz como Musk lo asegura. Aunque los escépticos insisten en la necesidad de tecnologías redundantes, los resultados de las pruebas internas —aún no publicados en su totalidad— han sido descritos por fuentes cercanas como “altamente prometedores”.

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