Niño no acompañado se gradúa de la secundaria y es aceptado en USC
Recibe becas y ayuda financiera del gobierno para estudiar neurociencia

Andy Ruiz Jiménez, un joven inmigrante hondureño se gradúa de la secundaria en Los Ángeles. Crédito: Araceli Martínez Ortega | Impremedia
Andy Ruiz Jiménez, quien emigró de Honduras a Estados Unidos hace cuatro años como menor no acompañado, se graduó de la Manual Arts High School en el sur de Los Ángeles y fue aceptado en la Universidad del Sur de California (USC).
“Estoy emocionado y feliz de graduarme”, dice Andy, vestido de toga y birrete, y portando varias medallas que ha ganado en competencias de atletismo en su escuela.
Andy nació hace 19 años en Choluteca, al sureste de Honduras. A los 15 años hizo el viaje solo hasta los Estados Unidos.
“El sueño de estudiar y ser alguien en la vida me hicieron dejarlo todo y emprender un viaje de tres semanas rumbo a Estados Unidos”.

Fue su tía, la activista proinmigrante Cecilia Rodríguez quien lo sacó de la detención y se hizo cargo tras obtener la custodia a través de la corte.
“Venía con miedo. Estaba ansioso. No sabía cómo funcionaban las cosas en Estados Unidos. Fue una etapa difícil llegar a una escuela nueva donde no conocía a nadie, no hablaba el idioma, pero con coraje logré adaptarme y sacudirme esos momentos de miedo”, dice .
En estos cuatro años en la Manual Arts High School, Andy – comparte – que se le dio la oportunidad de crecer y transformarse en el estudiante que es hoy.
“Aprendí a mantenerme en la lucha”, comenta el muchacho, quien se graduó con un promedio escolar de 3.85.

Fue a través de su escuela, que se empapó de los recursos que le permitieron convertirse en un estudiante competitivo para ir a una universidad de cuatro años.
“Apliqué para USC y en marzo me dieron la noticia de que fui admitido. Mi plan es ir hacer un doctorado después de la licenciatura”, dice entusiasmado.
Explica que le gustó USC porque ofrece a los estudiantes una educación interdisciplinaria e inclusiva.
“Me gusta la neurociencia, pero no sé bien aún lo que quiero estudiar. Escogí USC por su disponibilidad de programas que te permiten terminar en menos tiempo”.
USC es una universidad privada de mucho prestigio, cómo le hará Andy con las colegiaturas.
“La universidad me ha proporcionado becas, y también estoy recibiendo bastante ayuda financiera del gobierno”.


¿Valió la pena dejar Honduras para venir a Estados Unidos?
“¡Totalmente! todo por lo que he pasado ha valido la pena. Me estoy graduando de la high school. Estoy feliz de todo lo logrado. Mi mamá en Honduras está muy orgullosa, y estoy agradecido por los esfuerzos que cada miembro de mi familia ha hecho por mí, en especial con mi tía”.
Claro – dice – que hubo momentos en que pensó que no iba a poder adaptarse, pero luego recordó que vine a este país por una razón, y la razón era estudiar.
“Gracias a Dios que me dio la oportunidad de estudiar y graduarme”.
Andy quien también es un corredor, ha ganado varias competencia y es parte del grupo de atletismo de su escuela.
¿Cómo te ves en diez años?
“Me veo trabajando en salud mental en algún lugar donde pueda ayudar a la comunidad”.

El joven que vino como menor no acompañado está en proceso de obtener su residencia, luego de recibir asilo político.
Andy no lo mencionó en la entrevista, pero una de las razones por las que salió de Honduras, se debe a que fue víctima de severo maltrato físico por parte de un familiar cercano.
Fue el principal orador en la ceremonia de graduación de su generación de la secundaria, y terminó sus estudios con honores.