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Así es el Fattah‑1: el misil iraní capaz de superar sin problemas la Cúpula de Hierro

El misil es capaz de alcanzar velocidades de hasta 16,000 kilómetros por hora antes de impactar en su objetivo

El Fattah‑1 es considerado como el misil más avanzado del arsenal iraní

El Fattah‑1 es considerado como el misil más avanzado del arsenal iraní Crédito: Vahid Salemi | AP

En los últimos días, Irán ha presentado una de sus cartas más polémicas en el tablero militar: el Fattah‑1, un misil hipersónico que, según Teherán, es capaz de derribar la mismísima Cúpula de Hierro de Israel. ¿Qué demonios tan novedoso trae este proyectil que hace temblar a uno de los sistemas antimisiles más reconocidos del planeta? Vamos por partes.

El Fattah‑1 fue dado a conocer por primera vez en junio de 2023 en una fastuosa ceremonia de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica. El propio líder supremo, Alí Jameneí, lo bautizó con un nombre que no deja lugar a dudas: “conquistador” o “vencedor” en árabe. Desde entonces, Irán ha asegurado que este misil representa un “salto generacional” en su capacidad militar, con velocidades superiores a Mach 13–15 (más de 16,000 km/h), alcance de hasta 1,400 km y una carga explosiva de alrededor de 450 kg.

¿Por qué el Fattah-1 es tan peligroso? 

A diferencia de misiles tradicionales con trayectorias balísticas predecibles, el Fattah‑1 utiliza combustible sólido en dos etapas y una ojiva con tobera móvil que permite ajustar la dirección del empuje en pleno vuelo. Eso significa que puede manipular su trayectoria incluso en la fase final, haciendo que los radares y los interceptores enemigos queden básicamente perdidos. Además, puede maniobrar tanto dentro como fuera de la atmósfera, lo que complica todavía más su detección y barrido automático.

Irán asegura que esto hace que el Fattah‑1 sea “imposible de derribar”: sus propias declaraciones lo ubican en un club muy exclusivo, al nivel de Rusia, China o la India, país que maneja sus propios programas hipersónicos. Visto así, la Cúpula de Hierro, con su impresionante tasa del 96 % de interceptación de cohetes tradicionales, podría quedar sobrepasada frente a esta amenaza tan veloz y esquiva.

Operativo real: ¿ha roto ya el escudo israelí?

Según Irán, la respuesta es sí. Durante la llamada “Operación Promesa Verdadera III” (una serie de ataques masivos iniciados el 13 de junio, el Fattah‑1 fue lanzado al menos desde el 17 de junio, y supuestamente penetró con éxito la defensa israelí. Algunos medios destacan que sería la primera vez que este misil es diparado, marcando un “punto de inflexión” en el enfrentamiento. Teherán incluso se ufanó diciendo que ahora controla “completamente el espacio aéreo israelí” y que basta “400 segundos para Tel Aviv”.

Material audiovisual verificado muestra impactos en Tel Aviv pese a intentos de interceptación: “poderosos y altamente maniobrables misiles Fattah perforaron el escudo antimisiles”, y mencionan incluso daños en hospitales o zonas urbanas. Todo un desafío que pone en jaque el supuesto poderío defensivo.

No obstante, aún hay quienes relativizan el gran impacto del Fattah: autoridades israelíes han declarado que interceptaron más del 95 % de los misiles lanzados, y que si bien el Fattah‑1 representa un peligro, su maniobrabilidad aún es limitada comparada con otros misiles hipersónicos avanzados. En ese sentido, se subraya que las defensas israelíes están diseñadas para misiles balísticos o drones, y enfrentarlas es otro rollo.

¿Es invencible o solo un farol tecnológico?

A nivel técnico, el Fattah‑1 combina velocidad extrema, alcance, carga útil y maniobrabilidad: una ojiva MaRV, tobera móvil, motor a combustible sólido… todos ingredientes para un sistema que, en teoría, puede engañar a cualquier antimisil. Eso sí, que sea “imposible de derribar” no es una garantía absoluta: incluso potencias como Estados Unidos o China trabajan en interceptores hipersónicos, y ya se han anunciado baterías específicas para estas amenazas.

La saturación del sistema también juega un papel clave: si Irán lanza múltiples Fattah‑1 simultáneamente, puede desbordar las defensas y lograr que alguno pase. En ese escenario, un misil hipersónico, aunque no sea perfecto, puede representar un riesgo real.

Por ahora, Irán mantiene que ya disparó sus primeros Fattah‑1—un hito sin precedentes en Medio Oriente—y lo exhibe como prueba de su capacidad. El uso real del misil en combate podría acelerar la carrera armamentística: Israel, EE.UU. y Europa ya están explorando sistemas antimisiles avanzados, especialmente capaces de interceptar trayectorias impredecibles a velocidades extremas.

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