Tesla, bajo la lupa por ocultar fallas graves en sus autos
Una investigación reveló que Tesla habría ocultado durante años fallas críticas en componentes como la suspensión, ejes y dirección de sus vehículos

El Model 3 Performance en la carretera. Crédito: Tesla. Crédito: Cortesía
Una reciente investigación ha puesto en duda la imagen de Tesla. Documentos internos, entrevistas con clientes y antiguos empleados revelan un patrón preocupante: fallas mecánicas graves y la supuesta decisión de Tesla de no asumir responsabilidades.
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Se trata de problemas que van más allá de simples desperfectos. Algunos vehículos han perdido ruedas en plena marcha; otros, con muy poco uso, han visto colapsar su sistema de suspensión.
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Según la investigación de Reuters, Tesla lleva años monitoreando estos incidentes sin alertar públicamente a los clientes ni realizar llamados a revisión en muchos de los casos.
Cuando la ilusión de conducir un Tesla se convierte en pesadilla
En marzo de 2023, Shreyansh Jain, un ingeniero de Cambridge, Inglaterra, adquirió con mucha emoción un Tesla Model Y 2023.
Pero apenas un día después, y con solo 115 millas recorridas, la experiencia se tornó traumática: la suspensión delantera derecha colapsó mientras conducía a baja velocidad, lo que dejó a su familia “aterrorizada”.
El diagnóstico reveló daños estructurales serios. El costo de la reparación fue de $14,000 dólares, y Tesla se negó a cubrirlo, alegando un posible daño previo. Jain, quien asegura que el vehículo nunca recibió un golpe o mal uso, perdió la confianza en la marca y optó por vender el auto tras reparar los daños.
Casos como el de Jain no son excepcionales. Desde 2016, propietarios de modelos como el Model 3, Model S, Model X y Model Y han reportado fallas similares, muchas de ellas en vehículos con pocos kilómetros de uso. El patrón se repite en distintos países, incluidos Estados Unidos, Noruega y China.
Documentos internos confirman que Tesla conocía las fallas
Los reportes internos obtenidos por Reuters muestran que Tesla había identificado estas fallas como “defectos” o “problemas” en informes de ingeniería. Aun así, en lugar de reconocer públicamente los errores o emitir llamados a revisión masivos, la empresa responsabilizó a los usuarios.
Argumentos como “uso indebido” o “mal manejo” son frecuentes en sus respuestas.

En uno de los casos más preocupantes, un conductor en Nueva York denunció que la rueda delantera de su Model 3 se desprendió a 60 millas por hora mientras utilizaba el sistema Autopilot. El incidente, que podría haber tenido consecuencias fatales, fue atribuido por Tesla a un “impacto con un bordillo”.
Facturas elevadas y pérdidas millonarias
Los propietarios afectados no solo enfrentan problemas de seguridad, sino también costos elevados de reparación. Aquellos cuyos autos ya no están bajo garantía han tenido que desembolsar hasta $10,000 dólares por reparaciones en ejes o sistemas de dirección.
En Noruega, un mercado clave para Tesla, exempleados señalaron que las fallas en brazos de control eran tan frecuentes que se recibían quejas casi a diario. Algunos clientes pagaron más de $1,000 dólares en reparaciones, incluso en vehículos con menos de dos años de antigüedad.
Irónicamente, aunque Tesla evitó cubrir muchas de estas fallas fuera de garantía, los gastos por reparaciones internas también fueron abultados. Solo en el primer trimestre de 2018, por ejemplo, la compañía gastó $263 millones de dólares en reparaciones cubiertas por garantía, un golpe importante para su rentabilidad.

Problemas de dirección bajo investigación federal
Otro frente abierto para Tesla son las fallas en la dirección asistida eléctrica, que han provocado situaciones peligrosas.
En 2023, Jamie Minshall, propietario de un Model Y en Oregón, relató que perdió repentinamente la dirección asistida y casi terminó en una zanja. No fue el único: más de 400 propietarios de los modelos Model 3 y Model Y reportaron fallas similares entre 2017 y 2022.
Ante la gravedad de los informes, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) abrió una investigación para evaluar si estas fallas constituyen un riesgo sistémico que requiere una acción correctiva por parte del fabricante.
El discurso de Tesla y la realidad de sus clientes
Mientras Tesla y Elon Musk destacan públicamente la tecnología de sus autos y la promesa de seguridad, las revelaciones contrastan con esa narrativa.
Según los documentos internos, la empresa priorizó la reducción de costos de garantía, incluso si eso implicaba negar la existencia de fallas estructurales y cargar los gastos al cliente final.
En opinión de David Friedman, exadministrador interino de la NHTSA, la frecuencia y naturaleza de los reportes en los vehículos de Tesla deberían levantar alertas en los organismos reguladores. En comparación con marcas como Toyota o General Motors, Tesla presenta una tasa significativamente más alta de quejas por problemas en suspensión y dirección.
¿Cómo impacta esto al consumidor?
Para los miles de usuarios que han confiado en Tesla, estas revelaciones generan una clara incertidumbre. Aunque los autos eléctricos de la marca siguen siendo valorados por su rendimiento y autonomía, las dudas sobre su durabilidad y la transparencia del fabricante podrían socavar la confianza del consumidor.
Además, muchos propietarios han reportado sentirse desprotegidos por la política de atención postventa. La negativa sistemática a reconocer ciertas fallas y la tendencia a responsabilizar al conductor terminan afectando la percepción general de la marca.
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