Donald Trump elimina incentivos y complica a Slate Auto
Donald Trump ha eliminado los créditos fiscales para coches eléctricos, dejando en riesgo el proyecto de Slate Auto, la compañía de Jeff Bezos

Estuvimos en el estreno de la nueva marca Slate. Crédito: Slate. Crédito: Cortesía
El auge del coche eléctrico ha abierto la puerta a nuevas empresas decididas a competir fuera del dominio tradicional. Tesla fue pionera, pero ahora otros actores emergen con propuestas propias.
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Entre ellos destaca Slate Auto, respaldada por Jeff Bezos, quien ya había invertido en Rivian, otra startup eléctrica. Sin embargo, el objetivo de lanzar un vehículo accesible por $20,000 dólares se encuentra ahora bajo amenaza por el cambio en la política nacional.
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En abril de 2025 Tesla experimentó una caída en ventas del 52 % en Europa, una señal del enfriamiento general del mercado. Mientras tanto, Slate Auto anunciaba hace unos meses tener más de 100,000 pre-reservas de su camioneta eléctrica estructuralmente modular.
Con un planteamiento minimalista y destinado al trabajo funcional —un “cojín” que permite añadir módulos como una caja cerrada o asientos según necesidad— el proyecto apuntaba a convertirse en una alternativa asequible y eficiente. Sin embargo, su viabilidad depende en gran medida de los incentivos públicos que ahora han sido removidos.
Recientemente, el presidente Donald Trump implementó lo que él denominó la “Gran y Hermosa Ley”, que entre sus medidas incluye la eliminación de los créditos fiscales para vehículos eléctricos.
Una decisión respaldada por su clara preferencia por la industria energética convencional y, según él, la lucha contra lo que llama “desestabilización social” provocada por la transición a la electromovilidad. El resultado inmediato: Slate Auto se enfrenta a un coste todavía más difícil de reducir para alcanzar su prometido precio de $20,000 dólares.
Esta política llega en un momento en que las baterías han visto caer su precio entre 10 % y 15 % en el último año, una tendencia que podría favorecer a Slate Auto. Pero los analistas advierten que sin ayuda fiscal estatal, los ahorros no serán suficientes para compensar el alza de impuestos arancelarios y normativas específicas impuestas por Trump en su guerra comercial global.
Jeff Bezos y la decisión que debe tomar
Jeff Bezos, conocido por su apuesta por la innovación y su búsqueda de ventajas tecnológicas, se encuentra ante un nuevo reto. Slate Auto ya acumulaba capital gracias a reservas y rondas de inversión, pero sin incentivos a la compra, muchos podrían replantearse su confianza en el proyecto.
De hecho, varios inversores ya han comunicado internamente su preocupación por un posible retraso o aumento de precio.
Además, Tesla y Rivian cuentan con una ventaja estratégica: a pesar de la reducción global en ventas, ambas compañías ya superaron con éxito la fase de desarrollo y cuentan con infraestructuras potentes en Estados Unidos.
Los futuros fabricantes como Slate Auto, sin camino recorrido, necesitarán más tiempo para consolidar su producción en masa.
Son varias las empresas afectadas
La decisión de Trump no solo afecta a Slate Auto: empresas como Rivian o Ford, que tienen modelos recientemente lanzados con sistemas eléctricos o híbridos, también se ven afectadas.

La retirada de incentivos debilita la estructura de apoyo al vehículo eléctrico y encarece el coste para el consumidor, lo que podría frenar la adopción masiva.
Ante este escenario, expertos del sector y representantes de la industria automotriz han solicitado a la administración estadounidense que reconsidere la medida.
Según ellos, eliminar los apoyos fiscales “no solo frena la movilidad sostenible, sino también la competitividad de Estados Unidos frente a China y la Unión Europea, que siguen apostando por un futuro eléctrico y libre de emisiones”.
China produce más vehículos eléctricos hoy que Estados Unidos, y lidera el mercado mundial de baterías y drones. El informe de Morgan Stanley sitúa el mercado de electromovilidad y drones en más de 9 billones de dólares en la próxima década.
Si Slate Auto logra integrar sistemas avanzados, su propuesta podría cortar camino. Sin incentivos, sin embargo, se enfrenta a una barrera difícil de superar.
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