Ellen DeGeneres admite que la reelección de Trump la impulsó a dejar EE.UU.
Durante una charla en el festival de Cheltenham, la presentadora confesó la razón detrás de su mudanza a Reino Unido
Ellen DeGeneres habló sobre su repentina mudanza a Reino Unido. Crédito: Mark Von Holden /Invision | AP
La vida da giros inesperados, y para Ellen DeGeneres y Portia de Rossi, ese giro los llevó desde las soleadas playas de California hasta los pintorescos pueblos de Inglaterra. ¿El motivo? La reelección de Donald Trump en 2024.
Sí, lo leíste bien: la expresentadora de The Ellen DeGeneres Show y su esposa decidieron que, después de ese resultado electoral, preferían criar gallinas en los Cotswolds antes que seguir en Estados Unidos.
Durante una charla en el festival de Cheltenham, Ellen reveló los detalles de su decisión. Llegaron al Reino Unido justo antes de las elecciones de noviembre de 2024, esperando una estancia temporal. Pero al despertar con un torrente de mensajes de amigos acompañados de emojis llorosos, lo supieron: Trump había ganado. “Ya entró”, recordó Ellen. “Y dijimos: ‘Nos quedamos aquí'”.
No fue un capricho. La pareja, conocida por su activismo LGBTQ+, sintió que el clima político en EE.UU. ya no era el adecuado para ellas. “La Iglesia Bautista está intentando revertir el matrimonio igualitario”, explicó Ellen, añadiendo que incluso están considerando volver a casarse en el Reino Unido si la legislación en su país da un paso atrás.
La vida de Ellen y Portia ahora
Desde entonces, Ellen y Portia se han adaptado a la vida rural con un entusiasmo que raya en lo adorable. Entre caballos, gallinas y paisajes que parecen sacados de Downton Abbey, la comediante no puede evitar elogiar su nuevo hogar: “Es absolutamente hermoso. No estamos acostumbrados a tanta belleza”.
Y no se limita a los paisajes. Ellen asegura que todo es mejor en el Reino Unido: el trato a los animales, la amabilidad de la gente e incluso la limpieza. “Es una forma de vida más sencilla”, dijo, aunque admitió que, después de meses alejados de las cámaras, empieza a sentir nostalgia del espectáculo.
“Me gustan mis gallinas, pero estoy un poco aburrida”, confesó, dejando entrever un posible regreso a la televisión (aunque no en formato de talk show).
La transición no ha sido discreta. Vendieron su lujoso bungalow en Montecito por $5.2 millones, se tiñeron el pelo de castaño (¡adiós, rubio icónico!) y han inundado Instagram con fotos de paseos por Londres y días de campo.
Además, Ellen no ha dudado en mostrar solidaridad con otras celebridades en la mira de Trump, como Rosie O’Donnell, a quien apoyó públicamente cuando el exmandatario amenazó (sin fundamento legal) con revocarle la ciudadanía.
¿Un futuro incierto en EE.UU.?
Mientras Ellen y Portia disfrutan del té y el cottage core, su declaración resuena como una crítica velada a la polarización en su país. “Ojalá viviéramos en una sociedad donde todos pudieran aceptar a los demás y sus diferencias”, reflexionó.
¿Volverán alguna vez? Por ahora, no hay planes. Con una granja por explorar y posiblemente una segunda boda en suelo británico, parece que Ellen ha encontrado su happy place lejos de los titulares políticos. Eso sí, con su humor intacto: “Si Trump se postula de nuevo en 2028, igual nos mudamos a la Luna”.
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