Joven mexicana vivió 28 años en EE.UU. y acaba de ser deportada por ICE
La mujer fue detenida en 2019 por conducir bajo los efectos del alcohol, complicando la posibilidad de obtener un estatus legal

ICE trabaja para enviar a los inmigrantes a sus países de origen. Crédito: Yuki Iwamura | AP
Una joven de nacionalidad mexicana llegó a Estados Unidos cuando tenía solo 2 años de edad y vivió en suelo norteamericano hasta junio pasado, cuando funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la detuvieron y fue deportada.
Se trata del caso de Wendy Ochoa, quien tras ser enviada de vuelta a su país desde EE.UU. narró cómo fue pasar parte de su vida en un estatus legal, situación que mantuvo por 28 años, tiempo en el que no pudo regular su situación.
Al no poder regularizar su condición migratoria, aseguró que no pudo acceder a los beneficios que tenían otras personas en Estados Unidos, lo que le costó una gran cantidad de sufrimiento a lo largo de su crecimiento.

“Mis amigas tenían trabajos buenos, pudieron ir al colegio. Yo fui la única que no pudo estudiar porque a los estudiantes internacionales no les dan el mismo dinero que a las demás personas”, rememoró la joven.
A esto se le sumó una complicación en 2013, cuando tenía 19 fue detenida por funcionarios policiales al conducir bajo los efectos del alcohol, lo que desencadenó el aumento de las exigencias de la justicia para obtener el estatus legal.
La infracción quedó registrada en su expediente y complicó cualquier intento posterior de regularizar su estatus migratorio. Sin embargo, pudo avanzar y en 2019 se casó con un ciudadano estadounidense y comenzó un negocio independiente.
Posteriormente, se inició en el negocio de las pestañas postizas y hacer trabajos de manicura, que con el pasar de los años comenzó a crecer y al cabo de 3 años, logró obtener su carro y su casa, además de una clientela fija.
Sin embargo, todo eso se vino abajo cuando funcionarios de ICE ejecutaron su orden de deportación para finalmente enviarla a su país de origen en junio de este año, a juicio de Wendy “lo perdí todo”.

Regresar a México
Para la joven, la deportación a su país de origen fue una experiencia traumática, al no sentirse parte de esa nación, sin tener amigos, conocer personas o incluso tener un lugar a donde llegar, estaba completamente sola.
No obstante, algunos familiares la apoyaron para que llegara al municipio Los Ramones, ubicado en Nuevo León. En el lugar vive una tía, junto a su padre quien también fue deportado años atrás y se encuentra con problemas de salud.