Consejos de salud bucal de cara al Día Mundial del Aliento Fresco
La halitosis es un problema frecuente que puede afectar a personas de todas las edades, aunque a menudo se asocia con una mala higiene bucal

Existe una relación estrecha entre la salud oral y el bienestar general. Credit: Shutterstock
En ocasión de celebrarse este 6 de agosto el Día Mundial del Aliento Fresco brindamos unos consejos con motivo de promover la higiene bucal y prevenir la halitosis, un problema frecuente que puede afectar a personas de todas las edades, aunque a menudo se asocia con una mala higiene bucal.
Además, existe una relación estrecha entre salud oral y bienestar general, destacando cómo una boca sana contribuye a la autoestima, la confianza social y la salud mental. Tanto así que el lema del Día Mundial de la Salud Bucodental 2025 reza: “Una boca feliz es… una mente feliz”.
El mal aliento, como es conocido popularmente la halitosis, tiene que ver primordialmente con la higiene bucal, por eso se debe evitar la acumulación de bacterias y residuos de comida que generan los olores desagradables. Pero también hay otras causas que pueden incidir en el problema y hay que atacarlas.
Causas de la halitosis
Entre las causas más comunes de la halitosis están:
Higiene bical deficiente: no cepillarse los dientes y no usar hilo dental permite que las bacterias se acumulen y descompongan restos de comida, produciendo compuestos de azufre que causan mal olor.
Enfermedades de las encías: la gingivitis y la periodontitis pueden causar inflamación y sangrado de las encías, lo que contribuye al mal aliento.
Alimentos y bebidas: el ajo, la cebolla y algunas especias, así como el café y el alcohol, pueden dejar olores persistentes en la boca.
Sequedad bucal (xerostomía): la falta de saliva dificulta la limpieza natural de la boca, lo que permite la acumulación de bacterias.
Infecciones: generalmente, las infecciones respiratorias (como sinusitis o amigdalitis) y las infecciones de garganta pueden causar halitosis.
Enfermedades sistémicas: en algunos casos, la halitosis puede ser un síntoma de enfermedades como la diabetes o problemas renales.
Tabaco: fumar puede contribuir al mal aliento y a la enfermedad de las encías, agravando el problema.
Técnicas y buenos hábitos para mantener el aliento fresco
Para mantener un aliento fresco, es fundamental seguir técnicas y hábitos de higiene bucal adecuados y cuidar otros factores relacionados con la salud general. Las principales recomendaciones son:
Cepillado correcto y frecuente de los dientes, al menos tres veces al día (especialmente después de las comidas), asegurando limpiar todas las superficies dentales y la lengua, donde se acumulan bacterias causantes del mal aliento. Se recomienda usar crema dental mentolada o aromática y utilizar un cepillo con cerdas suaves y cambiarlo cada 3 meses.
Uso diario de hilo dental o cepillos interdentales para eliminar restos de alimentos y placa entre los dientes, en zonas donde el cepillo no llega.
Emplear enjuagues bucales o sprays específicos antisépticos para combatir las bacterias causantes del mal olor y mantener un aliento fresco por más tiempo.
Mantener una adecuada hidratación bebiendo suficiente agua durante el día, ya que la boca seca favorece la proliferación de bacterias que provocan mal aliento. Evitar bebidas que deshidraten como café, alcohol y refrescos en exceso.
Seguir una alimentación equilibrada, evitando o moderando alimentos con olores fuertes como ajo, cebolla, café o alimentos muy azucarados, que pueden influir en el mal aliento.
Evita el tabaco, que contribuye significativamente al mal aliento y problemas en las encías.
Incluye usar raspadores linguales para limpiar mejor la lengua, y cuidar dispositivos dentales como dentaduras o retenedores con una limpieza adecuada, en caso de tenerlos.
Realiza visitas regulares al dentista, al menos dos veces al año, para limpiezas profesionales y detección temprana de problemas bucales que puedan causar halitosis.
Adoptar estos hábitos y técnicas diariamente ayuda no solo a mantener un aliento fresco, sino también a mejorar la salud bucal en general y prevenir enfermedades dentales.
¿Cuándo acudir al dentista?
Se recomienda visitar al dentista por causa del mal aliento cuando este persiste a pesar de mantener una buena higiene bucal y el uso de productos específicos para combatirlo.
También es aconsejable acudir si el mal aliento aparece repentinamente y sin motivo aparente, o si se acompaña de otros síntomas bucales como inflamación de las encías, sangrado, dolor dental o cambios en la lengua. Además, personas con antecedentes de enfermedades dentales, caries frecuentes o problemas periodontales deben realizar una consulta para descartar que estas condiciones estén contribuyendo al mal olor.
El dentista podrá identificar causas subyacentes como enfermedad periodontal, caries, o infecciones bucales y brindar el tratamiento adecuado. Si el mal aliento se vincula a síntomas como dolor severo, hinchazón, fiebre o dificultad para tragar, es crucial buscar atención inmediata.
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