Primeras redadas en Corredor Salvadoreño causan miedo y caída en ventas
Reportan ambiente tenso tras el arresto de 11 vendedores en los últimos días
Las redadas han provocado un desplome en las ventas en el Corredor Salvadoreño. Crédito: Araceli Martínez Ortega | Impremedia
Las redadas de los últimos días en el Corredor Salvadoreño situado en el área de Pico Union en Los Ángeles han sembrado el miedo entre vendedores y consumidores, y han acabado por desplomar aún más las ventas que ya venían en picada desde que Donald Trump prestó juramento como presidente.
“La situación está muy tensa desde que hicieron la primera redada el domingo 2 de noviembre, y luego volvieron ayer miércoles 5 de noviembre”, dice Lorena, una vendedora de patas de mulas (conchas) desde hace 15 años en el Corredor Salvadoreño.
“No hay clientes. Las ventas nos han bajado en un 70%; y no sabemos cuando va a acabar esta cacería. Mientras tanto nosotros tenemos que pagar la renta, las cuentas no esperan, y no sabemos si nos va alcanzar para pagar por la comida”.

El Corredor Salvadoreño siempre vibrante lleno de vendedores, consumidores, se observa semivacío, pero frente a las primeras redadas, los clientes parecen haberse esfumado y muchos comerciantes han preferido no abrir por temor a que los agentes federales de migración se vuelvan a aparecer.
El domingo 2 de noviembre, alrededor de las 11 de la mañana, se llevó a cabo una redada en la que se arrestaron a 11 personas, entre ellos a Julio Vargas, un guatemalteco de 66 años, con condiciones de salud preexistentes que fue llevado al Centro de Detención de Adelanto.
El miércoles 5 de noviembre, en otro operativo de migración en el Corredor Salvadoreño, se llevaron detenidas a tres personas más.
“Estas redadas de la Casa Blanca son la nueva realidad y no son algo temporal, pero queremos decirle a los vendedores que no están solos, y estamos respaldándolos, tratando de traer algo de protección”, afirma Raúl Claros, líder del Corredor Salvadoreño y de la Coalición por el Distrito 1.

Dice que espera que la alcaldesa Karen Bass los ayude para que se apruebe que un edificio abandonado que está por las calles Vermont y 12, sea usado como un mercado para que ahí se establezcan los vendedores del Corredor Salvador, y así puedan trabajar más seguros.
“Después de tres años de luchar por los permisos y para organizar a los trabajadores, hemos encontrado un espacio seguro y limpio, ahora necesitamos del apoyo de la alcaldesa”.
Einer, un salvadoreño que cuidaba el puesto de su suegra, dice que tras las primeras redadas en el Corredor Salvadoreño, los comerciantes prácticamente están a la expectativa.
“Ahorita está calmado, pero muy solo. Por las redadas, la gente ya no viene”, dice.
Los vendedores no quieren dar su nombre completo ni tampoco fotos que revelen su identidad. Tienen mucho temor de ser blanco de los operativos de migración.

María, una vendedora de pupusas, dice que nunca antes había sentido tanto miedo, y observado una fuerte caída de las ventas.
“Cuando se corre el rumor de que la Migra anda por aquí, la gente se asusta y no viene. Nosotros abrimos a las 8 de la mañana, pero desde que las ventas cayeron, comenzamos más tarde”, dice María, quien lleva 15 años vendiendo comida en el Corredor Salvadoreño.
Martha, otra vendedora coincide en que los clientes tienen pánico de llegar, al difundirse la noticia de las redadas.
“El ambiente está muy pesado como nunca antes. Yo estimo que las ventas se han desplomado en un 50%”.

A partir de las redadas, voluntarios de la Unión de Inquilinos de Los Ángeles (LA Tenants Union) hacen guardia en el Corredor Salvadoreño, alrededor de los puestos.
“Después de que hubo mucha actividad, ahora está tranquilo, pero hay mucho miedo”, dice David, uno de los voluntarios que lleva dos días observando lo que sucede en el Corredor Salvadoreño.
“Estamos aquí para hablar con la gente y alertar si pasa algo”, dijo.
Roxana Martínez, otra voluntaria de LA Tenants Union, lleva dos meses yendo al Corredor Salvadoreño.
“Es realmente injusto lo que está pasando. La gente tiene miedo, pero estamos aquí para documentar y vigilar si aparece el ICE”, dice Roxana, quien también vigila que nadie tome imágenes de los vendedores ni los cuestione sin su autorización.

A Ángela de Jesús, la primera vendedora en ponerse en el Corredor Salvadoreño, le arrestaron a su cuñado el domingo 2 de noviembre y a su amiga Gloria, el 5 de noviembre. Ambos eran vendedores ambulantes en el Corredor Salvadoreño.
“Todo lo que está pasando da miedo. Me asustó y me da lástima como agarran la gente. Los trincan al suelo”, dice.
“Estas redadas nos han afectado mucho porque la gente ya no quiere salir a comprar. Esto está silencio”, dice; y agrega que ella siempre trae su tarjeta de residencia por si se le aparece la Migra.

El mercado de ambulantes del Corredor Salvadoreño cuenta con 126 vendedores, la mayoría inmigrantes de El Salvador y Guatemala; se encuentra sobre la calle Vermont entre las calles 11 y 12 de la cidad de Los Ángeles..
El Corredor Salvadoreño fue reconocido por el estado de California en el 2010 y en el 2013, por la ciudad de Los Ángeles. Abarca 14 cuadras, en dos se encuentran los vendedores ambulantes.