Acusan a madre de homicidio por la muerte de su hija diabética durante un viaje por carretera en EE.UU.
La madre fue acusada de homicidio por presuntamente retrasar atención médica urgente, pese a haber recibido capacitación especializada sobre la enfermedad
Una niña de 10 años con diabetes tipo 1 falleció tras sufrir cetoacidosis diabética durante un viaje familiar. Crédito: Shutterstock
Una niña de 10 años, diagnosticada con diabetes tipo 1, murió durante el verano pasado después de entrar en coma en medio de un viaje por carretera con su familia. Las autoridades del estado de Washington informaron que la menor falleció por una cetoacidosis diabética prolongada (CAD), una complicación grave que ocurre cuando el cuerpo acumula altos niveles de cetonas debido a falta de insulina.
La madre, identificada como Lloydina McAllister, de 42 años, fue acusada de homicidio en primer grado por negligencia. Permanece detenida bajo una fianza de un millón de dólares mientras espera juicio.
Investigación reveló largas horas sin auxilio
La policía indicó que comenzó a investigar el caso cuando la madre llevó a la menor a un hospital de Tacoma en julio. Cuando los médicos la recibieron, la niña ya llevaba varias horas fallecida, según documentos judiciales.
Las autoridades detallaron que durante el trayecto de regreso al hospital —un viaje de aproximadamente 714 millas, desde la frontera entre Oregón y California hasta Tacoma—, la madre pasó por más de dos docenas de hospitales sin detenerse ni llamar al 911.
El cuerpo fue encontrado en el asiento trasero del vehículo, junto a sus hermanos, ya con signos claros de rigor mortis.
Síntomas severos antes y durante el viaje
Según la acusación, un día antes del viaje la bomba de insulina de la menor marcaba niveles muy altos de glucosa, y la niña ya estaba vomitando, un síntoma frecuente de CAD. Durante el trayecto, la madre envió un mensaje a su propia madre ?empleada del Hospital Infantil Mary Bridge? indicando que la menor tenía cetoacidosis diabética.
A pesar de ello, esperó hasta llegar al hospital en Tacoma en la tarde del 18 de julio, cuando era demasiado tarde.
La madre había recibido capacitación médica previa
Los fiscales sostienen que McAllister sabía perfectamente el riesgo de no atender la emergencia. La menor había sido hospitalizada varias veces desde su diagnóstico en 2018, y en mayo la madre recibió instrucciones médicas específicas sobre el manejo de la enfermedad, luego de preocupaciones por episodios previos de descontrol de glucosa.
El documento judicial asegura que la acusada “no proporcionó atención vital a su hija, pese a estar entrenada y conocer los riesgos potencialmente mortales”.
Temor a un conflicto legal con el padre
Cuando fue entrevistada, la madre declaró que no buscó ayuda antes porque temía violar el acuerdo parental con el padre, que presuntamente le prohibía sacar a la niña del estado. Dijo que desconocía las consecuencias legales de hacerlo y que no quería avisar al padre.
Las autoridades aclararon que la menor estaba formalmente bajo la custodia de la madre en ese momento.
Defensa y juicio en camino
McAllister se declaró no culpable y su juicio está programado para finales de diciembre. Hasta el momento, la defensa no ha emitido comentarios públicos.
El jefe de policía de Kirkland, Mike St. Jean, calificó el caso como uno de gran dificultad emocional:
“Nuestro compromiso es proteger a los residentes más vulnerables, especialmente a los niños que no pueden defenderse por sí mismos”.
La investigación continúa mientras la madre enfrenta cargos que podrían llevarla a largas penas de prisión.
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