Cuidado con Tinder, podrías encontrarte con quien menos deseas.

Seguro que has escuchado que hay personas que encontraron el amor en Tinder, pero seamos honestos, eso es cada vez más raro. Es como encontrar una aguja en un pajar.

Y es que con la cantidad de personas usando aplicaciones en línea para buscar pareja, la oferta se dispara y por lo tanto también la curiosidad, ¿para que limitarse a una sola o cerrarse puertas?

Pues hay puertas que deberían quedar bien cerradas. ¿Porque qué harías si de repente te das cuenta de que tu madre está en Tinder?

Peor aún, ¿y si alguno de tus amigos hace match con ella?

Aunque no lo creas, es una situación cada vez más usual, porque el amor no tiene fronteras y menos en internet.

Se estima que, en promedio, el 50% de los matrimonios que se celebran en los Estados Unidos tiene la posibilidad de terminar en separación. Por otro lado, la edad media de las mujeres que se separan es cada vez menor.

Es decir, las divorciadas son jóvenes y es normal que quieran iniciar nuevas relaciones y recurren a las aplicaciones en línea. Algo que a los hijos les cuesta aceptar.

Es el caso de una mujer que, con 49 años, decidió probar y descargó Tinder en su celular. La mala suerte quiso que un amigo de su hijo -con un evidente gusto por las mujeres maduras- la encontrara en la aplicación. No hubo match, pero él se lo contó a su amigo, al hijo de ella.

A él no le gustó la idea y juzgó muy duro a su madre. Como si no fuera ya difícil de por sí tener que rehacer su vida amorosa, para además arrastrar las opiniones de los hijos. Esto puede resultar demasiado.

Las madres separadas y divorciadas no han tenido más remedio que asumir los nuevos procedimientos para buscar pareja que suponen las redes sociales. Sin embargo, es emocionalmente complicado para alguien que ha llevado un matrimonio complejo y está recientemente separada entender estos nuevos recursos”, explicó al Mundo, Verónica Rodríguez, psicoterapeuta y directora de Coaching Club.

Las madres, más en el caso de aquellas que ligan por estos nuevos medios, se ven expuestas a un juicio extremo de sus propios hijos. Ellos sienten como una traición el hecho de se quiera iniciar una nueva relación.

Unas emociones y reacciones difíciles de llevar que pueden acarrear sentimientos encontrados, y que conllevan, en cierta forma, un proceso de chantaje emocional cuando los hijos no quieren que sus padres actúen como ellos mismos lo hacen.

Porque en las redes estamos todos.

Sin embargo, lo más curioso de este tipo de casos, es que ese juicio no se emite hacia los hombres, hacia los padres.

Según los expertos, no está tan mal visto que los hombres rehagan su vida con inmediatez ya que tengan una nueva pareja no plantea una interferencia emocional en el vínculo con los hijos.

Algo que no sucede con las madres, ya que son ellas mismas la que sienten responsabilidad o culpa por esa nueva vida y nuevo amor, que además no siempre es tan fácil de encontrar.

Si entras en Tinder y te encuentras a la madre de un amigo -o al a tuya propia- ya sabes lo que puedes hacer. No es cuestión de hacer match, se trata de no juzgar.