Video da más detalles de la golpiza
Inicia audiencia de dos policías acusados de matar a un indigente
SANTA ANA, California.- Un video de vigilancia municipal, que se exhibió ayer en el tribunal, muestra a un agente de policía que se coloca guantes de goma y amenaza a un enfermo mental desamparado que había sido inmovilizado y recibido disparos de una pistola paralizante durante una confrontación que los fiscales afirman acabó con su vida.
El video -que se mostró públicamente por primera vez- se mostró además del audio de las grabadoras digitales de los agentes de Fullerton, que ya se habían presentado en la audiencia preliminar para determinar si dos agentes se someterían a juicio por matar a Kelly Thomas, de 37 años.
En la grabación se puede oír a Thomas que dice entre gemidos que lo siente y que no puede respirar. Ruega por ayuda mientras los agentes están sobre él.
Algunas partes del video borroso filmado por la noche no son claras, y además hay ruido de fondo de los operadores y del centro de distribución de tráfico donde tuvo lugar el arresto, que ocurrió durante la investigación por un robo de automóvil en julio del año pasado. Cuando el altercado alcanza su punto máximo, no queda claro qué está haciendo cada agente.
El video termina con los paramédicos que retiran a Thomas de un lugar cubierto con una gran mancha de sangre.
A comienzos de la jornada, Ron Stancyk, capitán del Departamento de Bomberos de Fullerton, atestiguó haber encontrado el lugar del sangriento arresto repleto de policías.
Envió a un agente con cortes y magulladuras a que le atendieran las heridas cuando vio a un hombre sin camisa y con esposas tirado en el suelo, quizá a unos 15 pies de distancia. Tenía la piel de color ceniza, el cabello y el rostro estaban ensangrentados y la respiración era lenta.
“No se estaba haciendo nada al respecto”, dijo Stancyk, paramédico de Fullerton con 20 años de experiencia, al juez del Condado Orange.
El incidente, que generó una investigación federal de derechos civiles y desencadenó semanas de manifestaciones organizadas por residentes de Fullerton, tuvo lugar en el centro de distribución de tránsito donde circula una gran cantidad de autobuses y donde estacionan muchas personas que viajan al trabajo.
Se acusa al agente Manuel Ramos, agente con 10 años de experiencia en el departamento de policía, de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario. Al capitán Jay Cicinelli, que trabaja en Fullerton desde 1999, se le acusa de homicidio involuntario y uso excesivo de fuerza. Ambos se declararon no culpables.
Durante la audiencia ante el tribunal, los fiscales presentaron diapositivas de los cortes y magulladuras de los agentes, así como también del rostro ensangrentado y de los ojos morados y cerrados de Thomas, mientras lo atendía el personal médico.
Dawn Scruggs, especialista forense del Departamento de Policía de Fullerton, señaló que Ramos se sujetaba las costillas y estaba muy agitado cuando ella llegó al lugar de los hechos. Parecía extenuado y le dijo que nunca había tenido una pelea como esta, atestiguó.
“Parecía no dar crédito a lo que acababa de ocurrir”, afirmó Scruggs ante el tribunal.
Cicinelli, que tenía la pierna derecha del pantalón manchada de sangre, también estaba cansado, dijo Scruggs.
“Estaba en estado de asombro, como ‘Dios mío’, no puedo creer esto”, dijo. “Este tipo no dejaba de pelear”.
Los fiscales afirman que los golpes comenzaron después de que los dos agentes acudieran al lugar por denuncias sobre un desamparado que estaba mirando en el interior de los automóviles y jalando de las manivelas de las puertas.
Los agentes detuvieron a Thomas, le revisaron la mochila y le pidieron que se sentara al borde de la acera. Thomas, que sufría esquizofrenia, tuvo dificultad para obedecer, afirmaron los fiscales, entonces en ese momento Ramos se puso los guantes, se le acercó y lo amenazó con los puños.
Los fiscales sostienen que Ramos golpeó a Thomas en las costillas, lo sujetó y se lanzó encima de él para inmovilizarlo. También afirman que Cicinelli, que llegó más tarde al lugar de los hechos, usó cuatro veces una pistola paralizante Taser contra Thomas, mientras éste gritaba de dolor, y también le golpeó el rostro ocho veces con dicha pistola.
Thomas quedó en estado inconsciente y fue trasladado al hospital. Se le desconectó de los equipos que le mantenían con vida y murió cinco días después.
El médico forense llegó a la conclusión de que el motivo de la muerte de Thomas fue la compresión mecánica del tórax, que hizo imposible que Thomas respirara normalmente y privó a su cerebro de oxígeno. Las demás lesiones al rostro y cabeza también contribuyeron a su muerte, afirmaron los fiscales.
Seis agentes de policía de Fullerton respondieron a este incidente. Todos recibieron licencia administrativa con goce de sueldo y se enfrentan a una investigación interna, pero solo Ramos y Cicinelli recibieron acusaciones penales.
Aproximadamente tres docenas de defensores de Thomas asistieron a la audiencia entre el juez Walter Schwarm del Tribunal Superior.
John Barnett, abogado de Ramos, afirmó la semana pasada que no creía que los fiscales presentarían pruebas suficientes para juzgar a los agentes por cargos de homicidio.
“El agente Ramos hizo no solo lo que se le permite hacer, sino lo que debe hacer”, dijo Barnett.
En el video de vigilancia del autobús que se mostró previamente había testigos muy alterados que describían cómo los agentes golpearon a Thomas y usaron un arma paralizante varias veces, mientras el sospechoso gritaba por su padre. El video grabado con un teléfono celular a distancia se publicó en Internet después del incidente.
El FBI comenzó una investigación para determinar si se violaron o no los derechos civiles de Thomas. Todavía se continúa con dicha investigación. La municipalidad de Fullerton también está llevando a cabo una investigación interna.