Lo que debes saber sobre la prediabetes, la prehipertensión y otras preenfermedades
Una "preenfermedad" se diagnostica cuando el resultado de un examen de detección no es del todo normal, pero está por debajo del límite para la enfermedad.
Cuando te haces un examen de detección, por ejemplo para la presión arterial alta o diabetes, es probable que te digan que tienes prehipertensión o prediabetes. Pero ¿qué significa eso?
Lo que a veces se denomina una “preenfermedad” se diagnostica cuando el resultado de un examen de detección no es del todo normal, pero está por debajo del límite para la enfermedad.
Ignorar una señal preocupante, como el aumento de la presión arterial, puede ser peligroso. Sin embargo, el tratamiento, especialmente si sus números están en el límite, puede conllevar riesgos que superan los beneficios. “Hay una gran cantidad de personas que encajan en estos rangos de preenfermedad que muy probablemente nunca tendrán consecuencias graves para la salud”, dice Jenny Doust, Ph.D., profesora de epidemiología clínica en la Universidad Bond en Queensland, Australia.
Esto es lo que necesitas saber acerca de estas denominadas preenfermedades, y lo que puedes hacer al respecto.
Prediabetes
¿Qué es? La prediabetes significa que tus niveles de azúcar en la sangre son mayores de lo normal, pero no son suficientemente altos como en la diabetes tipo 2 ya desarrollada.
¿Qué tan seria es? Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dicen que alrededor de 84 millones de estadounidenses tienen prediabetes, aproximadamente un tercio del país. Pero los estudios varían ampliamente sobre cuántos desarrollan diabetes y qué tan rápido sucede. Un análisis del 2016 publicado en la revista Diabetes Care estimó que solo alrededor del 2% de las personas con prediabetes desarrollan diabetes cada año. Y una revisión exhaustiva de la evidencia encontró que durante un periodo de hasta 11 años, 17 a 59% de las personas con prediabetes volvieron a los niveles normales de azúcar en la sangre.
¿Qué deberías hacer? Aunque la Asociación Americana de la Diabetes (ADA) dice que los medicamentos pueden ser una opción para las personas con prediabetes, no te apresures a tomarlos, aconseja Michael Hochman, MD., director del Gehr Family Center for Health Systems Science en la Escuela de Medicina Keck de la USC. No son inofensivos. En un ensayo clínico importante, los científicos encontraron que el tratamiento agresivo para la diabetes resultó en una tasa de mortalidad más alta que la atención estándar.
En su lugar, opta por cambios en el estilo de vida. La prediabetes debe ser “una llamada de atención”, dice Hochman. Aumenta tu ejercicio y trata de bajar de peso si es necesario. Considera controlar tus niveles de azúcar en la sangre con regularidad.
Prehipertensión
¿Qué es? Aunque la American Heart Association (AHA) ya no usa el término, la prehipertensión solía definirse como presión arterial sistólica (el número superior) de 120 a 139 mm Hg y la diastólica (el número inferior) de 80 a 89 mm Hg. Las pautas de la AHA, actualizadas en 2017, han reclasificado la presión arterial de 120 a 129 sobre 80 mm Hg como “elevada” y de 130 a 139 sobre 80 a 89 mm Hg como “hipertensión en estadio 1”.
¿Qué tan seria es? Según los CDC, 1 de cada 3 estadounidenses podría clasificarse como hipertensión elevada o en estadio 1. Para los adultos mayores de esa categoría, la tasa de progresión a la hipertensión en estadio 2 (149/90 mm Hg o superior) puede ser tan alta como 50% durante 4 años.
¿Qué deberías hacer? Medir la presión arterial fuera del consultorio médico es un paso clave para confirmar su lectura, dice Anthony Viera, MD., M.P.H., presidente del Departamento de medicina comunitaria y familiar de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke.
Tanto si la presión arterial es elevada como si no, en el estadio 1, hacer cambios en el estilo de vida es el primer paso. El ejercicio regular, la pérdida de peso, dejar de fumar, beber menos alcohol y seguir la dieta DASH que requiere frutas, verduras y cereales integrales, y menos grasas saturadas y sodio, pueden ayudar.
Las nuevas pautas recomiendan considerar medicamentos para la hipertensión en estadio 1 solo si una persona tiene un alto riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular debido a otros factores. Y el Colegio Americano de Médicos (ACP) recomienda medicamentos para la presión arterial para personas mayores de 60 años solo si su presión sistólica es de 150 mm Hg o superior.
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Osteopenia
¿Qué es? La osteopenia se define como la densidad ósea por debajo de lo normal pero por encima del límite de la osteoporosis, una afección en la que los huesos se debilitan y corren un mayor riesgo de romperse.
¿Qué tan seria es? Más de 43 millones de adultos pueden tener osteopenia. Pero un análisis del 2012 de 4,957 mujeres mayores encontró que después de 15 años, solo el 5% de las personas con osteopenia leve desarrollaron osteoporosis. (Tomó solo un año para que el 10% de las personas con osteopenia más avanzada progresara a osteoporosis). También ten en cuenta que la densidad ósea es un factor de riesgo relativamente débil para las fracturas, dice Teppo Järvinen, MD., Ph.D., profesor de ortopedia en la Universidad de Helsinki en Finlandia. De hecho, según un estudio del 2019, solo el 16% de las fracturas en las mujeres se debieron a la osteoporosis.
¿Qué deberías hacer? El Grupo de trabajo de servicios preventivos de los Estados Unidos recomienda una prueba de densidad ósea inicial como referencia para las mujeres mayores de 65 años (y para mujeres jóvenes con alto riesgo). Cualquiera que sea el resultado, puedes construir masa ósea sin medicamentos. La actividad física relevante, como caminar, trotar y entrenamiento de fortalecimiento, fomenta el crecimiento óseo, mientras que el tabaquismo merma los huesos. Obtén mucha vitamina D y calcio en tu dieta de alimentos como pescado graso, lácteos fortificados y verduras oscuras y frondosas.
También piensa con cuidado sobre la prevención de caídas, dice Järvinen. Evita los priesgos en casa, como las alfombras sueltas.
¿Qué pasa con precáncer?
Si alguna vez te extirparon o destruyeron una lesión cervical o un pólipo de colon como resultado de una prueba de detección rutinaria de cuello uterino o de cáncer de colon, entonces te han tratado para detectar un posible precáncer. Para esas dos enfermedades, la evidencia sólida muestra que el tratamiento de la preenfermedad tiene beneficios sustanciales. Pero con otros tipos de cáncer, el beneficio de detectar lesiones mientras siguen siendo muy pequeñas no es tan claro.
Las investigaciones sugieren, por ejemplo, que el carcinoma ductal in situ, o precáncer de mama, progresa a cáncer invasivo en solo un 20 a 25% de los casos. Esto significa que es posible recibir tratamiento para algo que nunca te dañaría durante tu vida.
Los científicos a menudo no pueden predecir qué cánceres en estadio temprano o precánceres causarán daño. Sin embargo, un mayor análisis de detección puede aumentar las posibilidades de recibir tratamiento para un precáncer que, en última instancia, no te hará daño.
Seguir las pautas oficiales puede ayudar. El Grupo de trabajo de servicios preventivos de los Estados Unidos no recomienda ninguna prueba de detección de cáncer de próstata y tiroides de rutina para la mayoría de las personas. Y es posible que muchas mujeres no necesiten comenzar la prueba de mamografía hasta los 50 años. Habla con el médico sobre tus factores de riesgo de cáncer y qué tipo de régimen de detección tiene sentido para ti.
Otras preenfermedades que debes conocer
Dislipidemia. Si tu colesterol LDL (o colesterol malo) es 130 o superior, se denomina dislipidemia, una cantidad anormal de grasa en la sangre. Y aunque los medicamentos para reducir el colesterol pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, el nivel de LDL por sí solo no es la única consideración. En su lugar, dice Douglas DeLong, MD., presidente de la junta de regentes del Colegio Americano de Médicos (ACP), tu médico debe calcular tu riesgo general de tener un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular en los próximos 10 años. Si tu riesgo es bajo, entonces el ejercicio, la pérdida de peso y una mejor alimentación son la mejor opción.
Predemencia. El deterioro cognitivo leve (Mild cognitive impairment, MCI) a veces puede indicar las etapas iniciales de la demencia. El examen de detección está cubierto por Medicare con la teoría de que estar prevenido podría ayudar a las personas a prepararse. Pero muchas personas con un MCI nunca desarrollan demencia e incluso pueden volver a la cognición normal. Tampoco existe un tratamiento conocido que pueda detener el deterioro cognitivo. Eso significa que un diagnóstico podría causar ansiedad a cambio de que no haya ningún beneficio.
Nota del editor: Una versión de este artículo también apareció en la edición de septiembre de 2019 de Consumer Reports On Health.