Para el otoño: El reconfortante vino caliente ¡Aprende a prepararlo!
El vino caliente es una tradición europea que también recibe el nombre de glühwein, es una de las bebidas invernales por excelencia. Conoce todo sobre su origen y aprende a prepararla para entrar en calor esta temporada de frío
Con la llegada del otoño empiezan las bajas temperaturas y el caer de las hojas nos inspira a celebrar las fiestas de fin de año bien calientitos; una de las tradiciones europeas más famosas para disfrutar el invierno es el icónico vino caliente, que también recibe el nombre de glühwein y es conocida por ser la bebida navideña típica en Alemania.
El origen de esta bebida es una costumbre muy antigua se dice que las primeras versiones se dieron en Roma en donde la llamaban Conditum Paradoxum, era una receta simple que se basaba en vino caliente aromatizado con miel, pimienta, laurel, azafrán, dátiles asados y pasas; su consumo era popular debido a las propiedades medicinales que brindaban las hierbas y especies. Posteriormente en la Edad Media surge una versión similar creada por Hipócrates que recibe el nombre de vino hipocrás, que a diferencia del romano incluía en su preparación canela, clavo y jengibre, también se consumía caliente y servía para mitigar los fríos días de invierno.
Con el paso de los años los países en los que reinan las bajas temperaturas y tienden a llegar a los menos cero grados durante el otoño e invierno, han creado diferentes versiones de esta bebida resaltando el uso de ingredientes y especies locales, se volvieron tan populares que son parte indispensable de las celebraciones navideñas.
Las principales regiones en las que se consumen son Alemania, Europa Central y los países nórdicos es por ello que existen diferentes variedades y nombres; entre las más famosas se encuentran el glühwein alemán o ponche sueco, es la bebida que más se sirve en los tradicionales mercados navideños que se llaman weihnachtsmarkt; en Polonia se llama grazniec y es una versión que sigue las bases de la receta romana a la que se le agrega miel; en Escandinavia se sirve el glögg el cual destaca por ser más fuerte ya que es una mezcla de vino con alcohol de cereales locales o vodka.
Una de las principales reglas sin importar el lugar del mundo en que se prepare es muy sencilla; no dejar que el vino hierva, ya que esto ocasiona que se evapore el alcohol, gran parte del secreto se su elaboración y su aromático sabor es prepararla con paciencia a fuego lento e ir agregando poco a poco los ingredientes.
El vino caliente es el perfecto maridaje para quesos (sobretodo el azul), embutidos, frutos secos, nueces, almendras y galletas de jengibre. Es una receta multifacética a la que le puedes agregar todo tipo de ingredientes locales ¡No dejes de prepararla en tus celebraciones de fin de año!
Receta de vino caliente alemán
Ingredientes:
- 1 botella de vino tinto (la recomendación es utilizar vinos jóvenes, afrutados y con pocos taninos)
- 6 clavos de olor
- 2 rajitas de canela fresca
- 2 hojitas de laurel
- 2 estrellas de anís
- 1 tira de cáscara de naranja seca
- 80 gramos de azúcar
- 1 pizca de jengibre en polvo
Preparación:
- En una olla mediana a fuego medio agrega una taza de vino, de manera que se cubra el fondo agrega los clavos de olor, la canela, el laurel, el jengibre y las estrellas de anís permite que se calienten un poco y agrega inmediatamente el azúcar, mezcla bien por 5 minutos evitando que hierva.
- Agrega la ralladura de la cáscara de naranja y el resto del vino. Mezcla a fuego medio durante 30 minutos.
- Cuando se absorba el sabor y aroma de todos los ingredientes, cuela las especies y disfruta bien caliente. Puedes decorarlo con una rodaja de naranja o una ramita de canela.
Vino caliente casero. /Foto: Agencia Reforma