Un accidente de auto le cambió la vida, luego bajó 300 libras de peso
Hay veces que necesitamos un apoyo, un empujón extra para conseguir grandes cambios en nuestras vidas
Sabemos que cualquier historia de pérdida de peso esconde detrás mucho esfuerzo y sacrificio, una carrera de fondo para conseguir el objetivo.
Ese es el consejo que Vicki Carter da a sus clientes de fitness todos los días cuando van a hacer ejercicio con ella en el gimnasio Jesse James Fit en Flower Mound, Texas.
“¡Si yo pude hacerlo, tú puedes hacerlo! Lo hice desde una silla de ruedas, así que no hay excusa”, explica la mujer ahora convertida en entrenadora.
Vicki Carter sabe lo duro que es porque ella misma tuvo que luchar para salvar su vida.
“Fui golpeada por un conductor ebrio en 1999. Me aplastó todo de la cintura para abajo. Me rompí los dos fémures. Casi pierdo la pierna izquierda en el choque. También tenía múltiples fracturas y muy complejas en mi pierna derecha”, explicó Carter a Nbc5.
“Había perdido tanta sangre que me dijeron que no iba a lograrlo. Los técnicos de emergencias dijeron que si había algo que quisiera decirle a mi familia, que lo dirían por mí”, recuerda afectada.
La voluntad de Carter de vivir la sacó del hospital, pero sus lesiones fueron tan graves que pasó los siguientes 17 años en una silla de ruedas.
Eso le provocó ganar mucho peso, llegó a sumar 455 libras.
Pero según ella misma admite, es sorprendente cómo la vida puede cambiar en un instante y cómo no hay coincidencias en la vida. Un día, tuvo que llevar a su hija a la práctica de porristas. Esa práctica de porristas fue en Jesse James Fit en Flower Mound. Fue en ese día cuando conoció al dueño del gimnasio, Jesse James Leyva.
“Le debo mi vida a ese hombre. Si no fuera por él no estaría donde estoy”, dijo Carter. “Quería bajar de peso, lo deseaba lo suficiente. Cambié mi mentalidad y él me dio una oportunidad, así que la aproveché”.
Esa oportunidad fue entrenar tan a menudo como ella quisiera para comenzar a perder peso.
Carter perdió las primeras 60 libras por su cuenta. Más tarde se dio cuenta de que iba a necesitar ayuda para bajar el resto. Se sometió a una cirugía para perder peso y se comprometió con el gimnasio.
Poco a poco consiguió dejar la silla de ruedas y llevar un estilo de vida saludable.
Carter ha perdido más de 300 libras hasta la fecha y es una entrenadora personal con la esperanza de que su historia empuje a otros a encontrar su fuerza interior para hacer cambios saludables en su vida.