¿Qué programas pueden recibir familias inmigrantes durante el coronavirus?
El miedo alimentado por la retórica antiinmigrante, los previene de acceder al cuidado de salud
Aún cuando se les negó el acceso al cheque federal del estímulo económico, las familias de inmigrantes indocumentados pueden beneficiarse de algunos programas de gobierno durante la pandemia del COVID-19.
Expertos en el tema de salud y defensores de los inmigrantes fueron convocados por la organización Ethnic Media Services para hablar sobre el impacto de la carga pública en los pacientes que buscan cuidado para el coronavirus, y sobre los programas que están a su alcance.
“Las familias inmigrantes deben saber que sin importar su estatus, es seguro e inteligente buscar pruebas y tratamientos para el COVID-19. Los animamos a buscar cuidado de salud durante este tiempo difícil”, dijo Madison Allen, abogada del Center for Law and Social Policy con sede en Washington.
“Antes de ir a una clínica, deben llamar y preguntar si tienen las pruebas del COVID-19, y la disponibilidad para acceder a programas como Medicaid, o al mercado del Obamacare”.
Enfatizó que es importante pasar la palabra de que los tratamientos y pruebas del COVID-19 no serán incluidos en la determinación de la regla de Carga Pública, aún si los servicios de salud son cubiertos por Medicaid.
“Además los trabajadores de las salas de emergencia y centros comunitarios de salud no deben preguntar sobre su estatus migratorio”.
Y según dijo, las familias inmigrantes cuyos hijos han perdido las comidas de las escuelas a precios reducidos o gratis a causa de la pandemia y el cierre de escuelas, pueden recibir los cupones de alimentos del programa SNAP, los cuales no son considerados una carga pública.
Miedo y falta de información
Luvia Quiñones, directora de políticas de salud de la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Illinois, dijo que los inmigrantes viven con miedo a lo desconocido que representa el COVID-19 y porque no han tenido la información en su idioma. Pero además la mayoría en el país, no tienen un seguro de salud ya sea por el costo o porque el empleador no se los ofrece.
“Hay muchos estudios que muestran que el miedo los ha prevenido de hacerse las pruebas; y al principio no sabían que eran gratis”.
Y eso no es todo, mencionó que han escuchado de los profesionales de la salud que a diferencia de otros grupos étnicos, los latinos llegan al hospital con los síntomas más serios y avanzados del COVID-19.
“Pienso que se debe a la combinación del miedo a la carga pública de migración así como al costo”.
También consideró que debido a que más del 70%, viven en familias con estatus migratorio mixto, algunos ciudadanos estadounidenses pueden que no busquen cuidado de salud porque no quieren exponer a sus familiares indocumentados.
“La carga pública ha expuesto la discriminación y el racismo dentro de nuestro sistema de salud”.
Luvia dijo que si los latinos han sido los más impactados por el COVID-19, se debe al temor y a la necesidad de ir a trabajar.
“Para atacar el miedo, necesitamos asegurar que obtengan la información muy clara en su idioma”.
Agregó que las pruebas y tratamientos están disponibles para todos sin importar el estatus migratorio y no afecta para la carga pública.
Acceso a pruebas, más coronavirus
El doctor Daniel Turner-Lloveras, profesor asistente en la escuela de medicina de UCLA, estimó que el aumento de casos de coronavirus está relacionado con el acceso a los exámenes que permiten que un mayor número se descubran. “No es que necesariamente haya más sino que antes se hacían menos pruebas”.
Si bien reconoció que la apertura representa un desafío y hará más fácil que el virus se extienda, animó a todos a mantener las reglas, lavarse las manos con frecuencia lo más posible cuando sea necesario, y tratar de permanecer en la casa, a menos que tengan que salir.
Para minimizar el riesgo de la carga pública, pidió a los inmigrantes buscar seguros de salud financiados con recursos públicos.
Connie Choi, estratega del National Immigration Law Center, dijo que pelean en el Congreso para que las personas de bajos ingresos reciban tratamientos y vacunas a través de Medicaid sobre todo porque más de 40 millones están sin empleo.
“Queremos establecer cambios que aseguren que todos sin importar dónde nacieron tengan acceso al cuidado de salud y otras necesidades básicas que les permitan superarse”.